Biografia de Francisco Ferrer i Guàrdia

Francisco Ferrer i Guàrdia

(Francisco o Francesc Ferrer i Guàrdia; Alella, 1859 - Barcelona, 1909) Pedagogo y activista pol�tico espa�ol que fue el fundador de la Escuela Moderna e introdujo en Espa�a el racionalismo pedag�gico. Perteneciente a una familia payesa acomodada y de raigambre cat�lica, su formaci�n acad�mica la realiz� de manera autodidacta. En 1873 se instal� en Barcelona, en donde trabaj� en una casa de comercio y se contagi� del ambiente pol�tico que por aquel entonces animaba los cen�culos catalanes. Sus ideas librepensadoras le llevaron pronto al anarquismo, tendencia en la que desarroll� una gran actividad como agitador y revolucionario. Adem�s, se caracteriz� siempre por la vehemencia con que difundi� sus mensajes anticlericales.


Francisco o Francesc Ferrer i Guàrdia

En 1878 comenz� a trabajar como revisor para las l�neas ferroviarias que un�an Barcelona con Francia, lo que le permiti� convertirse en el correo que aseguraba el contacto entre los revolucionarios espa�oles y el exiliado presidente del gobierno republicano Manuel Ruiz Zorrilla. En el a�o 1886 particip� en el amago de pronunciamiento republicano en Santa Coloma de Farners, llevado a cabo por el brigadier Villacampa.

Tras el fallido intento, Ferrer i Guàrdia pudo eludir a la justicia y exiliarse en Par�s, ciudad en la que descubri� su vocaci�n pedag�gica y desarroll� una brillante carrera al frente de la escuela laica que �l mismo hab�a fundado, con lo que se gan� prestigio internacional como pedagogo librepensador y enemigo del oscurantismo que por aquel entonces dominaba la ense�anza religiosa en Espa�a.

Al mismo tiempo, se relacion� con los m�s destacados l�deres anarquistas del momento, como Elis�e Reclus, Charles Malato y Piotr Kropotkin, y fue amasando una no menguada fortuna que le permit�a llevar sin apuros una agitada vida amorosa -una m�s de las facetas de su curiosa personalidad-. Durante su exilio franc�s, hasta el a�o 1901, Ferrer i Guàrdia ingres� en una de las ramas de la masoner�a francesa, Le Grand Orient de France.

Simult�neamente, alimentaba desde Par�s una faceta de activista revolucionario que, aunque no era bien considerada por los sectores m�s ortodoxos del anarquismo espa�ol, se materializaba en el apoyo financiero que prestaba a la causa. En 1901, tras recibir la herencia que le dej� al morir Ernestine Mennier -una rica anciana parisiense a la que hab�a dado clases de espa�ol desde 1894-, regres� a Barcelona, en donde se instal� y dio carta de naturaleza a algunos de sus m�s ambiciosos proyectos. As�, cre� la Escuela Moderna, instituci�n desde la que empez� a sembrar su fruct�fera semilla laica y anticlerical, fund� una editorial �ntimamente ligada a su proyecto educativo y fue editor del peri�dico anarquista La Huelga General, labor con la que contribuy� notablemente al fortalecimiento del sindicalismo anarquista catal�n.

Sus arriesgadas operaciones financieras -lleg� a especular en Bolsa- no eran bien vistas por las bases del anarquismo revolucionario, a pesar de que los beneficios obtenidos por Ferrer i Guàrdia sirvieron para financiar algunas acciones armadas tan importantes como el atentado en Par�s contra Alfonso XIII (1905) y el frustrado regicidio que protagoniz� Mateo Morral -profesor de la Escuela Moderna de Barcelona- en Madrid el 12 de abril de 1906.

Tras el suicidio de Morral, y la subsiguiente investigaci�n policial, Francisco Ferrer fue declarado c�mplice de la intentona regicida y posteriormente detenido, pero qued� en libertad en 1907, ya que no se reunieron pruebas concluyentes contra su persona. La Escuela Moderna, sin embargo, fue clausurada por orden gubernativa en 1907, lo que le anim� a emprender una gira por varias ciudades de Europa, en la que encarn� a las v�ctimas del furibundo poder eclesi�stico espa�ol, ya marcado como un hombre peligroso para el gobierno central, por su actitud cada vez m�s radical.

Se traslad� a Par�s para colaborar, en uni�n con varios anarquistas relevantes (Malato, Laissant, Carlos Albert y Eugenio Fourni�re) en la fundaci�n de la Ligue Internacionale pour l'educati�n rationale de l'enfance. El objetivo primordial de la liga era continuar en Europa la obra pedag�gica comenzada en Barcelona por Ferrer i Guàrdia, para lo cual se impulsó la creación de un Comit� Internacional, presidido por el propio Ferrer i Guàrdia, as� como la fundaci�n de una revista, La Escuela Laica, que estaba cortada por el mismo patr�n ideol�gico que sus anteriores publicaciones. Debido a su paulatina proximidad con los elementos revolucionarios sindicalistas de Barcelona, se fue distanciando de Alejandro Lerroux, jefe de los republicanos radicales.

En junio del a�o 1909, de regreso a Espa�a, decidi� organizar una huelga general en defensa de los presos de Alcal� del Valle; pero la convocatoria no lleg� a tener el efecto deseado al amnistiar Antonio Maura a los condenados. Cuando en julio de aquel mismo a�o estall� la que despu�s ser�a conocida como Semana Tr�gica, Ferrer i Guàrdia fue inmediatamente relacionado con ella, e incluso se le responsabiliz� de los violentos hechos que durante aquellos d�as se sucedieron, aunque hab�a permanecido todo el tiempo en su finca de Montgat.

Detenido por los somatenistas y juzgado por un tribunal militar, fue hallado culpable de ser el autor material del incendio del convento de Premi�, y condenado a la pena capital, sin que las garant�as procesales ni las pruebas aportadas en su contra dejaran una indudable sensaci�n de que se hab�a hecho justicia. En la clase pol�tica, aterrada por la virulencia de quienes se hab�an arrogado el derecho a ejercer la represi�n, no se alz� ninguna voz que clamara contra la condena del exaltado anarquista, ni siquiera entre los c�rculos de la izquierda oficial, donde se ten�a a Ferrer por el m�ximo responsable de los hechos que se le imputaban.

Sin embargo, la izquierda internacional solicit� al gobierno de Maura la conmutaci�n de la pena, s�plica que fue constantemente ignorada. Lo realmente penoso del juicio fueron los m�ltiples testimonios falsos y llenos de rencor vertidos contra �l por parte de sus enemigos pol�ticos, que vieron la oportunidad de librarse de un adversario pol�tico. En el juicio se prohibi� la comparecencia y el testimonio de todas las personas que pod�an demostrar su inocencia.

As� las cosas, al amanecer el d�a 13 de octubre de 1909 Francisco Ferrer i Guàrdia fue conducido al cadalso y fusilado vilmente en nombre de una legalidad tan dudosa que ni siquiera hab�a sido capaz de garantizar la limpieza de su procesamiento. Se cuenta que exigi� que no le vendaran los ojos, y que, poco antes de escuchar la voz de "�fuego!", se dirigi� a los soldados que formaban el pelot�n, les conmin� a que apuntaran bien, les record� que mataban a un inocente, y exclam�: "Viva la Escuela Moderna".

El vergonzoso juicio y la posterior ejecuci�n de Ferrer i Guàrdia motiv� una campa�a internacional de m�tines y movilizaciones en todas las principales capitales europeas que pill� por sorpresa al gobierno espa�ol, causando tal crisis que su primer ministro, Antonio Maura, se vio obligado a dimitir, lo que le acarre� el definitivo apartamiento de la pol�tica activa.

Ferrer i Guàrdia dej� escritos bastantes libros y art�culos, entre los que cabe destacar t�tulos como L'espagnol practique (1895), Enseign� par la methode Ferrer (1895), Los pecados capitales (1900), Cuento ateo (1900) o Ferrer y la Huelga General (1909). Tras su muerte se publicaron las siguientes publicaciones p�stumas: La Escuela Moderna (1910), P�stuma explicaci�n (1910) y Alcance de la ense�anza racionalista (1910).

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].