Asuntos familiares (2022), de Arnaud Desplechin

Alice Vuillard, respetada actriz teatral, lleva dos décadas enojada con su hermano, el escritor en horas bajas Louis. Acudió al funeral del hijo de seis años de éste, pero su presencia provocó una discusión. Tiempo después, se verán obligados a reunirse porque sus padres, Abel y Marie-Louise, han sufrido un accidente de tráfico, por lo que han acabado en el hospital, la segunda en estado de coma. Junto al hermano menor, el pusilánime Fidèle, deberán tomar decisiones difíciles para el futuro de la familia.

Arnaud Desplechin, que ha tratado el tema de la familia en títulos como Un cuento de Navidad, aborda la penosa situación del distanciamiento entre personas de la misma sangre, que ni siquiera pueden definir a ciencia cierta por qué nació el odio. Se sugieren celos de Alice que provienen de la época en la que Louis comenzó a tener éxito, pero no queda clara la razón del distanciamiento, como queriéndose enfatizar que las peleas encarnizadas entre hermanos son absurdas, sea cual sea la causa. Se pone el énfasis en la dificultad para abordar el camino de la reconciliación, sobre todo cuando se trata de dos personas muy orgullosas, y los daños colaterales que causan en el resto del clan y los amigos, que deben incluso esforzarse por evitar que las dos personas enfrentadas se junten.

Tanto Marion Cotillard como Melvil Poupaud lo tenían difícil para sacar adelante a sus personajes, porque el guión pinta tanto a Alice como a Louis como un par de ególatras, sin matices positivos. Sin embargo, ambos actores realizan un trabajo modélico, que también permite pasar por alto en determinados momentos que el guión tiene altibajos, y que el resto de personajes están más bien esbozados. Siendo fallida, al menos la propuesta deriva en un desenlace emotivo.