Adiós a Fernando Reges, el líder silencioso del último gran Sevilla

En la reconstrucción del Sevilla iniciada por Monchi en el verano de 2019 pocos apostaban por Fernando Reges (1987, Brasilia), un centrocampista que ya había vivido días de gloria en el Oporto y en el Manchester City y que se encontraba en Turquía casi de retirada. O eso pensaba casi todo el mundo del fútbol menos el de San Fernando, que lo reclutó para ese equipo que decidió poner en manos de Julen Lopetegui y que se acabaría convirtiendo en el último gran Sevilla del siglo XXI. Ahora dice adiós el brasileño, tras alcanzar un acuerdo con la entidad para rescindir su contrato que finalizaba el próximo 30 de junio.

Desde la medular, con ese trabajo específico del mediocentro experimentado, Fernando se convirtió en el faro del equipo. El 'Pulpo', como así se le conocería en Nervión, ofrecería lecciones de cómo equilibrar el juego, con las coberturas adecuadas a los centrales o los laterales y también con capacidad para distribuir la pelota. E incluso, aunque el físico ya no era el de sus mejores días en la Premier, también lanzaba el paso adelante para encabezar la presión cuando era necesario, con toda una demostración de experiencia sobre el terreno de juego.

Para el recuerdo queda ese rombo mágico que elevó las prestaciones defensivas del Sevilla. Con Bono en la portería, Koundé y Diego Carlos como centrales y el brasileño de pivote, el conjunto sevillista estableció una muralla que se hacía casi impenetrable para los rivales. Además, el brillo de jugadores como Éver Banega, acompañante en la primera Europa League, o Ivan Rakitic, su pareja de los últimos éxitos, también pertenecían en buena parte a Fernando, el mejor amigo de cualquier compañero en apuros.

Ese liderazgo en el césped también lo ejerció en el vestuario, aunque en la caseta de manera silenciosa. Sin alzar la voz más de lo debido, con las palabras justas y en el momento oportuno, Fernando se hacía escuchar por sus compañeros, que lo respetaban tanto por su pasado como por ese presente que ayudó a que el Sevilla acabase tres años seguidos en la cuarta plaza o levantase la Europa League de 2020 con Lopetegui o la de 2023 en Budapest con José Luis Mendilibar. Dos títulos europeos que dieron lustre a las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán y que dejan a Fernando como uno de esos centrocampistas para la historia.

167 encuentros oficiales con la camiseta del Sevilla disputó el brasileño desde su llegada en 2019 hasta este 2023, en el que ha acordado la rescisión del contrato con la entidad de Nervión, adelantando en seis meses un adiós que ya anunció a comienzos de temporada. "Cuando uno dice que se irá es que ya se ha ido", pensaron muchos en el Sevilla cuando escucharon esas intenciones de Fernando. Aunque Mendilibar lo quiso recuperar dándole minutos pese a que no empezó la temporada en su mejor forma y Diego Alonso también lo acabó incluyendo entre sus favoritos, una lesión en el hombro y las circunstancias familiares que lo afectaron en este final de año lo llevaron a solicitar esa salida del Sevilla seis meses antes de acabar su vinculación.

"El Sevilla es un equipo muy exigente. Cada día es más difícil jugar en un club como el Sevilla porque siempre tienes que ganar. Al final uno va cogiendo edad y con la edad cada día es más difícil. Yo quiero estar aquí mientras estoy muy bien, al 100%. Si no estoy bien físicamente, mejor que no continúe aquí. El Sevilla es un club en el que yo quiero dejar una buena imagen", señaló en una entrevista con Relevo, en la que volvía a incidir en ese pensamiento que lo rondaba desde comienzos de temporada.

Pero el adiós se anticipó seis meses y Fernando será despedido con honores por el Sevilla. El reconocimiento a una trayectoria de cuatro temporadas y media pero, sobre todo, a uno de los mejores medios centro de la historia de la entidad. Un líder silencioso que ejerció su magisterio con la elástica rojiblanca y que se marcha como uno de los artífices de los dos últimos títulos europeos del club.