• Felipe Melo, a punto de convertirse en el jugador más veterano del torneo

• El jugador de 40 años elogia a Andre, Germán Cano y la afición de Fluminense

• Explica por qué cree que su equipo puede ganar el Mundial de Clubes

‘¿Cómo lo hace?’ pensó Felipe Melo. Paolo Maldini, a sus 39 años, tuvo una actuación espectacular cuando el AC Milan rompió el monopolio brasileño de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA™ en 2007. El icónico italiano aterrizó recientemente en Yeda, para la vigésima edición del torneo, sabiendo que ningún jugador de 40 y tantos años había jugado en él. Es un disco que Felipe Melo está a punto de reescribir. 'Pitbull' está decidido a derribar algo más. Si los equipos del país de la samba ganaron las tres primeras ediciones del torneo, los europeos ganaron las últimas 10. Felipe Melo quiere ayudar al Fluminense a conquistar esta estrella. FIFA se reunió con el central para hablar sobre su sueño de Arabia Saudita 2023, el Manchester City, el récord que está a punto de establecer, sus compañeros André y Germán Cano, y la afición del Fluminense.

Felipe Melo: La primera vez que fui a un estadio de fútbol para ver un partido profesional fue Fluminense contra Goytacaz –hoy creo que están en tercera división en el estado de Río de Janeiro– en Laranjeiras, la casa del Fluminense. Yo tenía seis o siete años. Mi papá me llevó. Un recuerdo muy bonito que tengo es que la primera camiseta del club que me puse fue la del Fluminense. Yo tenía siete años. Mi papá fue un gran apoyo. Cuando no podía ir a Laranjeiras o al Maracaná, escuchaba la radio. Mi papá siempre fue fanático del Tricolor. No sólo mi papá sino mis abuelos, mi familia en general siempre fueron Tricolores.

Fue un sueño cumplido para mi papá. Mi abuelo –el papá de mi papá– era Tricolor. También era un fanático. Me convirtió en tricolor cuando yo era muy joven: cinco, seis años. Sólo tengo unos pocos recuerdos de él, pero él trajo esta tradición a nuestra familia. Recuerdo que cuando ganamos la Libertadores, en el Maracaná, todavía estábamos en la cancha y mi papá dijo: 'Mi papá hubiera estado muy feliz'. Será muy feliz dondequiera que esté ahora”. Para mi papá, fue un sueño cumplido. Más que un orgullo, fue un sueño cumplido ver al equipo de su infancia salir campeón y ver a su hijo como uno de los capitanes del equipo.

Muy, muy difícil. Cuando llegué aquí con el Palmeiras, el Al Ahly nos venció en el partido por el tercer puesto. Fue durante la pandemia. No tuvimos mucho tiempo para descansar, acostumbrarnos a la diferencia horaria, pero es un equipo muy fuerte, muy bien entrenado. Nos estamos preparando todo lo posible para ellos y todos tendremos que estar en nuestro juego para pasar.

Tengo tres palabras que llevo conmigo. El primero es "soñar", el segundo es "profetizar" y el tercero es "cumplir". Creo que todo es parte de un sueño. El sueño termina siendo mi forma de pensar y también mi acto de fe. Muchas veces, al principio el sueño parece muy lejano. Cuando llegué al Fluminense hablé del sueño de ganar la Libertadores y muchos se rieron. Ahora somos campeones de la Libertadores y aquí en el Mundial de Clubes. ¿Por qué no soñar? Hemos visto grandes equipos como el Barcelona de Ronaldinho Gaucho perder ante el Internacional de Porto Alegre, el Chelsea perder ante el Corinthians, el Liverpool perder ante el Sao Paulo. Palmeiras también estuvo a punto de lograrlo contra el Chelsea. Sabemos que será realmente difícil. Manchester City, no sabemos si llegarán a la final o si lo haremos nosotros. Llegué aquí con el Palmeiras y perdí en semifinales. Entonces, tenemos que prepararnos lo mejor que podamos y si llegamos a la final, y si el Manchester City llega a la final, tenemos que soñar porque somos 11 jugadores contra 11 jugadores, entrenamos muy duro. El primer acto es soñar. Soñar es gratis, no cuesta nada. Yo sueño. Tengo mucha fe en Dios que podremos lograr esta conquista que tanto deseamos.

El mejor equipo de Europa de los últimos cinco años, a pesar de no ganar la Liga de Campeones [durante los cuatro primeros]. Están experimentando algo a lo que no están acostumbrados: han tenido algunos malos resultados en la liga inglesa y ven al Liverpool en lo más alto de la tabla. Pero conocemos el potencial del City. Tienen un gran entrenador y una mezcla de fuerza, velocidad y habilidad técnica. Tienen un jugador muy fuerte al frente [Erling Haaland] que siempre está en movimiento. Son muy buenos sacando el balón de la defensa. Los estamos estudiando mucho, entrenando muy duro. Sabemos que sería muy, muy difícil, pero es un hecho que no hay nada imposible en esta vida. Soy cristiano, leo mucho la Biblia. La Biblia dice: "Si crees, todo es posible". Entonces todo es posible.

Está al comienzo de su carrera. Ha empezado muy bien. Tiene 22 años y ya es un ídolo en un club tan gigantesco como el Fluminense, ya ha ganado algunos títulos importantes. Lo veo como el futuro de nuestra selección nacional, de nuestro país. Soy un compañero al que le gusta hablar, ayudar, encontrar soluciones. Necesita mejorar un par de cosas, eso es normal dada su edad, pero Andre lo tiene, sin duda, todo para convertirse en uno de los mejores centrocampistas defensivos del mundo.

A los 40 años, salir campeón de la Libertadores y, además, ser uno de los jugadores importantes en esta conquista, llegar al Mundial de Clubes y jugar el Mundial de Clubes, es emotivo. Estoy muy agradecido a Dios por esto. Pero también hay que destacar el precio que pago cada día para poder salir al campo y dar lo mejor de mí. Tengo todo un equipo fuera del campo que me ayuda, ya sea con trabajo físico o psicológico. Pago un precio importante pero, como dije, doy gracias a Dios por esto. La Biblia también habla de la Ley de sembrar y cosechar. Eso nunca nos decepciona. Si sigues sembrando, seguirás cosechando cosas buenas. No sabía nada de esto. Es un verdadero orgullo para mí, a mis 40 años, jugar este Mundial de Clubes y batir este récord. Es extraordinario para mí y me llena de orgullo.

He jugado con jugadores que terminan como él. La definición de Del Piero fue insuperable. En términos de finalización a la primera, nunca he visto a nadie al nivel de Trezeguet. Fue fantástico. Drogba era un monstruo. Son leyendas del fútbol. German Cano, lo que ha hecho en los últimos dos años, está en el grupo con esas leyendas. Es una pena que no haya tenido la oportunidad de demostrar lo que puede hacer por la selección argentina porque ha hecho mucho más de lo que merece por una oportunidad.

Nuestro combustible, nuestra gasolina. El combustible de nuestro ascenso ha sido, sin duda, la relación entre el club y la afición. Se hace una gran diferencia. El año pasado ganamos casi todos nuestros partidos en casa. Las estadísticas muestran el balance positivo que tenemos en casa. Depende de nuestro apoyo. Nuestra afición siempre llena el estadio. Me gusta dar ejemplos. En el partido de ida de la final del Campeonato Carioca perdimos 2-0. En el partido de vuelta, nuestra afición llenó el Maracaná. Cuando salimos a la cancha y vimos el apoyo de la Tricolor dijimos: “Ellos creen en nosotros”. A pesar de estar 2-0 abajo, creyeron en nosotros. Ganamos ese partido 4-1, fuimos campeones a casa y, a partir de ahí, nos hicimos muy fuertes en casa. Han jugado un papel muy importante en el éxito del Fluminense este año. Felicitaciones a ellos. Es un gran orgullo para mí ver a la afición del Fluminense llenar el Maracaná, gritar, animarnos y apoyarnos cada minuto.

En primer lugar quiero agradecer a la afición del Fluminense. Estamos viviendo este sueño juntos y continuaremos viviendo este sueño juntos. Seguiremos soñando, profetizando lo que sucederá y lo cumpliremos, nosotros en el campo y ustedes en la grada. Todo en lo que crees es posible.