Esteban Granero (34) es un tipo singular, y no solo porque es un futbolista que no parece futbolista. Alguien que renuncia a un equipo de Primera Divisi�n para jubilarse en un club como el Marbella en vez de marcharse a Qatar o a China es, por lo menos, especial. A pesar de que su fichaje con el club andaluz no ha dado el resultado esperado (el ascenso de Segunda B a Segunda) y este lunes, 5 de julio, ha anunciado que cuelga las botas, es feliz all�, con su mujer, Marta, y sus dos ni�as.
Ni tatuajes, ni petrod�lares ni rocambolescas mansiones. El ex jugador del Real Madrid prefiere ir al monte con sus amigos, jugar al ajedrez o leer a Kafka o Proust. Lujos asequibles y baratos, como le gusta recalcar. Aunque el f�tbol ha sido su profesi�n hasta ahora, tampoco parece que vaya a acabar, como muchos de sus compa�eros, como entrenador o comentarista en alg�n programa de radio o televisi�n. �l ha apostado por la inteligencia artificial con una empresa, Olocip, que fund� en 2015 con dos catedr�ticos de Inteligencia Artificial de la Universidad Polit�cnica de Madrid. Su idea era unir el f�tbol y la ciencia, dos mundos aparentemente muy dispares, y ha conseguido que en estos a�os Olocip se haya posicionado como una compa��a internacional pionera en la aplicaci�n de inteligencia artificial en el mundo empresarial y del deporte (adem�s de f�tbol aplican ese tipo de an�lisis en tenis, baloncesto e incluso cr�quet). Ahora tambi�n emplea sus modelos predictivos en la pelea contra el coronavirus.
Entre sus clientes figuran clubes de f�tbol de primera divisi�n, centros de alto rendimiento y academias deportivas, pero tambi�n el Ayuntamiento de Marbella, que ha incorporado una herramienta desarrollada por su empresa para obtener datos espec�ficos sobre el sector tur�stico de la ciudad, analizarlos y predecir nuevas estrategias.
Tambi�n cuentan con una herramienta de Olocip el suegro y el cu�ado de Granero, los Cocheteux, due�os de Pan Delirio, una de las panader�as m�s famosas de Madrid, sobre todo por los roscones. Gracias al futbolista, Javier Cocheteux padre e hijo han conseguido optimizar los pedidos a los proveedores y optimizar la producci�n diaria de pan.
La idea de la inteligencia artificial le vino a Granero en San Sebasti�n, al ver c�mo se analizaban jugadas y partidos de la Real Sociedad. El pirata, el apodo que le pusieron cuando empez� a jugar al f�tbol profesional en la cantera madridista porque siempre iba sin peinar y sin afeitar, pas� cuatro a�os (2013-2017) en la capital donostiarra. Una grave lesi�n le tuvo apartado del campo durante varios meses, en los que se dedic� a darle vueltas al proyecto, adem�s de leer cl�sicos (es un voraz lector), ejercer de cr�tico literario para Newtral (el proyecto de Ana Pastor) y tocar la guitarra con su amigo Leiva, que le visitaba siempre que pod�a en su casa frente a la Concha.
Granero ha anunciado su despedida del f�tbol con un mensaje en sus redes sociales. "Nada es triste hasta que se acaba. Entonces todo lo es", ha escrito en su cuenta de Twitter junto a una imagen de sus comienzos, cuando era un chaval.
Despedida
En su despedida El Pirata se ha acordado de todos los que le han acompa�ado "en alg�n momento" durante estos a�os. "A los que me hicieron bien, total agradecimiento. Pero los que me ayudasteis y no llegu� a enterarme de ello, ni saber jam�s de vosotros, amor eterno. A los que hice bien alguna vez, me disteis m�s que yo a vosotros. A los que me hicieron mal cuando no lo merec�a, no os guardo rencor.A los que hice mal, es buen d�a para reconocer que me arrepiento", ha escrito.
Adem�s, ha dedicado unas palabrasa sus compa�eros. "�Qu� orgullo haber sido uno de vosotros! La retirada es la muerte del futbolista. Pero, parafraseando a Richard Dawkins: Todos nosotros vamos a morir alg�n d�a, y somos afortunados por ello. La mayor�a de las personas nunca van a morir porque nunca van a nacer. El potencial de personas que podr�a haber estado aqu� en nuestro lugar, pero que nunca se calzar�n las botas en un estadio, superan en n�mero a los granos de arena del S�hara. Ciertamente, estos 'fantasmas no nacidos' incluyen mayores goleadores que Messi y centrocampistas m�s precisos que Zizou. Sin embargo, la estupefaciente realidad es que t� y yo, con toda nuestra mediocridad estamos aqu�. Somos de los pocos privilegiados que ganaron la loter�a del nacimiento a pesar de toda improbabilidad. �Debemos acaso quejarnos de nuestro inevitable regreso a ese estado anterior del que la mayor�a nunca han salido?", concluye.
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