Martí i Alsina, Ramón | Colección

Ramón Martí i Alsina

(Barcelona, 1826 – 1894)

Obras del autor

XIX Español

Considerado como uno de los más destacados representantes del realismo en España, Ramón Martí i Alsina jugó un papel fundamental en la renovación de la pintura catalana durante la segunda mitad del siglo XIX. No solo inició un nuevo concepto pictórico, sino que contribuyó a liberar la enseñanza artística en Cataluña de los métodos académicos impuestos y promovió la creación de las exposiciones de Bellas Artes en Barcelona.

Nacido en el seno de una familia humilde que no aprobaba su formación como pintor, decide estudiar filosofía a la vez que asiste a las clases nocturnas de dibujo en la
; sin embargo, sus convicciones artísticas se fraguan de manera autodidacta, al margen de las enseñanzas oficiales.

Este autoaprendizaje le mueve a ponerse en contacto con el ambiente artístico más avanzado; con este fin, en 1855 visita la Exposición Universal de París, que le permite conocer la obra de los paisajistas de la
y de Gustave Courbet (1819-1877), encontrando la continuidad del camino que él ya había comenzado de manera intuitiva.

En 1859, tras casi ocho años ejerciendo de profesor en la Lonja, es nombrado Académico. En su discurso de ingreso manifiesta su oposición al
que imperaba en la enseñanza oficial. Su taller comienza a ser lugar de tertulia, convirtiéndose en un reducto de reflexión artística, donde expone su metodología sin imponer su estilo.

Desde 1858 hasta 1862 participa en la
de Madrid, obteniendo varias medallas. Comienza a tener numerosa clientela entre la burguesía catalana del momento, hecho que le permite trabajar libre de preocupaciones económicas.

En 1866 renuncia a su cargo de Académico por razones ideológicas y un año después viaja de nuevo a París, donde sus convicciones artísticas se refuerzan. Esto marca un antes y un después en su trayectoria, dando comienzo a lo que se conoce como su época de esplendor, que durará hasta 1880. Aumenta su producción y comienza su actividad como promotor principal de la
en Barcelona.

En 1870, al negarse a jurar la constitución de la monarquía amadeísta, es destituido de su puesto como profesor, hecho que supone su alejamiento de los círculos oficiales. En 1872 fallecen, casi simultáneamente, dos de sus hijos. Por este tiempo sus recursos económicos empiezan a ser precarios, y tiene que endeudarse.

Tras el fallecimiento de su esposa en 1878, se traslada a París, donde vivirá hasta 1880. Al regresar a Barcelona se encuentra con un ambiente demasiado cerrado para lo que él ambiciona. Durante esta etapa, que dura hasta su muerte, sus necesidades económicas le obligan a aceptar encargos de carácter comercial, lo que limita su evolución artística, pues disponía de poco tiempo para dedicarse a la creación libre; aun así, durante ese periodo logró realizar obras de gran calidad.

Fallece en Barcelona el 21 de diciembre de 1894 a causa de una enfermedad agravada por salir a pintar al aire libre, en su empeño por continuar sus estudios sobre el mar.