El Barça se mide mañana al Athletic de Bilbao de Ernesto Valverde, que regresa al Camp Nou por primera vez tras su destitución en enero de 2020. El ‘Txingurri’ llegó al Camp Nou como entrenador en 2017 y en dos temporadas y media en el banquillo azulgrana ganó dos Ligas y fue despedido cuando era líder. Con el tiempo, su trabajo en el Barça se ha revalorizado y pese al doloroso recuerdo de las debacles de Roma y Liverpool, la afición azulgrana guarda un buen recuerdo de su paso por el Barça. En su legado destaca Ansu Fati, al que hizo debutar con 16 años. Fue un técnico del estilo Rijkaard, muy permisivo con los jugadores, algo tan elogiado cuando se gana como criticado cuando se pierde.
Valverde fue el elegido para suceder a Luis Enrique. A la tercera fue la vencida y tras haber sonado como técnico para el Barça en dos ocasiones con anterioridad, en 2017 aterrizó en el Camp Nou. A los pocos días de ser anunciado como nuevo entrenador, le tocó lidiar en la gira con el caso Neymar. El brasileño, pieza clave del proyecto, se marchó al PSG en plena pretemporada y Valverde se quedó sin un jugador que estaba llamado a ser el crack del equipo junto a Leo Messi. Pese a ello, en esa primera temporada conquistó la Liga con un dominio absoluto y logró el doblete puesto que también se proclamó campeón de Copa, además de conquistar también la Supercopa de España. Los barcelonistas incluso soñaban con un nuevo triplete, pero la debacle en Roma lo evitó. El Barça cayó por 3-0 y desperdició el 4-1 de la ida, una remontada que se antojaba casi imposible. De haber pasado, los azulgrana remaban a semifinales, a un paso de la la final, que además se jugaba en Madrid.
Con la herida de Roma en la memoria, el Barça de Valverde inició su segunda temporada dispuesto a repetir el doblete nacional y a luchar por una nueva Champions. Se ganó otra vez la Liga, el equipo se clasificó de nuevo para la final de Copa y se plantó en semis de la Champions. Otra vez el sueño del triplete parecía real y el Barça se impuso en la ida de las semifinales de la Champions al Liverpool por 3-0. Quedaba la vuelta en Anfield y además los ‘reds’ afrontaron el choque con bajas importantes. Parecía imposible que se pudiera repetir la historia, pero los azulgrana cayeron en Anfield por 4-0. Fue una de las derrotas más humillantes de la historia reciente del club, con los jugadores ridiculizados en un saque de esquina en el que se quedaron ‘dormidos’ y fueron sorprendidos por el Liverpool.
Aquella nueva debacle europea dejó muy tocado a Valverde y al equipo azulgrana. Unos días después, sumidos aún en plena depresión, perdieron también en la final de Copa ante el Valencia. Del posible triplete se pasó a una doble decepción histórica y el club se planteó la destitución de Valverde. Apoyado por el vestuario, el técnico fue finalmente ratificado por Bartomeu, aunque la figura del técnico quedó muy debilitada.
De esta manera, empezó su tercera temporada en el banquillo ya muy señalado y tocado por las dos debacles europeas consecutivas. Con un ambiente enrarecido desde el primer día, Valverde llegó líder al parón de enero, antes de jugar la primera Supercopa en Arabia. Allí el equipo cayó en semis ante el Atlético en semifinales y Bartomeu decidió destituirle de forma inmediata. El Barça era líder en la Liga y estaba clasificado como primero de grupo para los octavos de la Champions, pero el presidente decidió que lo mejor era un relevo en el banquillo.
Ernesto Valverde, con la misma discreción y elegancia que había mostrado en todo momento como entrenador, abandonó el club en silencio y sin un solo reproche. Para la historia quedó su última imagen, sonriendo en el coche al abandonar la Ciutat Esportiva. Y hasta mañana, que regresará como técnico del Athletic, nunca más se supo de él en el Camp Nou