Enner Valencia: “Soñamos con la mejor Copa Mundial de la historia de Ecuador”

Enner Valencia: “Soñamos con la mejor Copa Mundial de la historia de Ecuador”

El futbolista llega a la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™ con la edad ideal y con la suficiente experiencia en la espalda para conducir a una selección de Ecuador que va por todo.

FIFA
  • Enner Valencia es el máximo goleador histórico de la Selección de Ecuador y se anima a soñar en grande.

  • Será uno de los 22 protagonistas que estarán en el pitazo inicial de la Copa Mundial de Catar.

  • Es uno de los elegidos por Gustavo Alfaro para liderar el grupo dentro y fuera del campo de juego

Enner Valencia tiene 32 años y va a llegar a la Copa Mundial de Catar con uno más. Gustavo Alfaro lo erigió como uno de los líderes de Ecuador, juega en el Fenerbahce de Turquía, lleva nueve años fuera de su país y es el máximo goleador histórico de su selección, con 35 tantos. La experiencia y la juventud, en su caso, parecen ir de la mano. Sueña a lo grande y en algunos días, él y los suyos quieren “hacer historia”.

Ahora, no es que la vida lo curtió sólo dentro del campo de juego. Enner habla como si hubiera trabajado en la granja de su papá en la cosecha de limones y plátanos; como si hubiera ordeñado vacas para darle una mano a su familia; como si hubiera tenido que cargar en el hombro kilos y kilos de frutas para comprarse las botas para jugar a la pelota; y como si todo eso lo colmara de orgullo. Es que sí, el líder de la selección sudamericana no predica con la palabra, su vida es un ejemplo. 

Cuando tenía 12 años y el combinado de su país jugaba su primera Copa Mundial en Corea-Japón 2002, Enner ni siquiera imaginaba que algún día viviría eso mismo. La piel se le estremecía y se le inflaba el pecho de orgullo durante aquellos madrugones por la aventura asiática de los liderados por Hernán Darío Gómez, Alex Aguinaga, Iván Hurtado, Cléber Chalá y el Tin Delgado, su ídolo, compañero y referente.

Por aquellas épocas, cuando la escuela y la granja daban tregua, Enner tiraba algunos toques en las canchitas de Ricaurte, en el cantón de San Lorenzo, bien al norte de Ecuador, donde si se afina la vista se pueden vislumbrar Colombia y el Océano Pacífico. Hoy, el norte es Catar y Enner lo tiene claro.

FIFA: ¿Qué te acordás de la Copa Mundial de Corea-Japón, la primera a la que clasificó Ecuador?

Tengo recuerdos muy vivos de levantarme en la madrugada. Y cuando le tocó el primer partido a Ecuador, temblaba como si fuera a salir a la cancha. Temblaba porque era la primera vez de nuestra selección en una Copa Mundial. Fue muy lindo verlo, ver a los que después fueron mis compañeros. Fue algo que nos llenó a todos los ecuatorianos de mucho orgullo.

¿Y en ese momento, ya tenías en claro que querías ser futbolista?

No. La verdad es que estaba con mi papá y mi abuelo. Teníamos una granja, que ahora mantiene mi papá. Teníamos mucho ganado, todo tipo de animales. Y la verdad es que me dedicaba a trabajar de eso y a estudiar. En ese instante no se me pasaba por la cabeza que pudiera ser futbolista profesional. Las cosas se fueron dando poco a poco.

¿Qué hacías en la granja?

Cuando salía de la escuela, mi papá me esperaba para ir a ver a los animales. Nosotros sacábamos mucha leche y a mi me tocaba venderla en mi pueblo, Ricaurte. Sembrábamos plátanos. Cosechaba limón para venderlo y comprarme los zapatos para poder jugar. Fueron momentos muy lindos con mi familia durante mi niñez, la verdad es que la pasé muy bien. 

¿Salías del colegio y después ibas a colaborar en la granja?

No, primero íbamos a las tiendas y ofrecíamos limón y leche, trabajábamos por encargo. Llevábamos todo al hombro, caminando unos 20 minutos. Al final, uno se acostumbra; iba y lo hacía.

¿Y cuando jugabas al fútbol?

No siempre iba al monte a ver los animales. En mi pueblo, que está en el cantón San Lorenzo, se armaban torneos regionales en todas las parroquias. Ahí fue donde me vio una persona y me llevó para el oriente. 

¿Te elegían primero en esos torneos?

No se peleaban por mí, pero nunca quedaba para lo último. Siempre iba entre los primeros.

De Ricaurte a la inmensidad del George CapwellDe Ricaurte a la inmensidad del George Capwell

¿Es cierto que dormiste en el estadio George Capwell?

Cuando llegué a Emelec en 2008, me tocó vivir por un año en el Capwell. Había habitaciones cómodas. Por lo que me contaron, ahí tiempo antes concentraba el primer equipo de Emelec y las habitaciones quedaron. Cuando llegábamos a probarnos desde otros lugares, nos quedábamos ahí.

¿Qué le enseñó al Enner futbolista vivir en el Capwell?

Teníamos el privilegio de poder ver los partidos de local, no había temas de entradas. Los partidos eran muy emocionantes. Mi subida al primer equipo fue en apenas seis meses, pero tardé más en debutar, recién lo hice en 2010. Fue un proceso largo, pero muy satisfactorio. Esa experiencia me hizo un poco más maduro, porque me tocó ponerme a lavar mi ropa, buscar comida, porque no teníamos desayuno cuando íbamos a entrenar. Fue muy lindo, me hizo una mejor persona y valorar mucho las cosas. 

Tin Delgado, el ídolo que se hizo compañeroTin Delgado, el ídolo que se hizo compañero

Volviendo a la Copa Mundial de 2002, ¿ese equipo cambió la mentalidad de los equipos ecuatorianos?

Sí, eso nos llevó a creer que podíamos, y pudimos. Volvimos al de Alemania, donde pasamos a octavos. También pudimos ir al de Brasil, que tuve la oportunidad de jugarlo. Ahora estamos de nuevo, gracias a Dios, y vamos a prepararnos para llegar muy bien. La mentalidad de nosotros, desde 2002 para acá cambió y ojalá que las generaciones que vengan sigan cambiando la historia del país y se puedan lograr cosas importantes.

Sos el máximo goleador de Ecuador en Copas Mundiales. Pasaste de ver a Agustín “Tin” Delgado en la tele a compartir con él. ¿Qué significó eso para vos?

El Tin ha sido uno de mis ídolos de siempre. Cada vez que me entrevistan, lo digo. Y tuve la oportunidad de tenerlo como compañero en Emelec. En ese instante, yo me enojaba porque no jugaba y me hablaba para que estuviera tranquilo y me decía que mi oportunidad iba a llegar. Fue una persona que siempre me ayudó mucho. 

Me decís que el Tin te hablaba, ¿que veías en él que hoy repetís como enseñanza para los más jóvenes?

El siempre fue muy profesional, y uno como joven quiere estar al lado de esos jugadores. Siempre me gustó aprender un poco de ellos. Terminaba el entrenamiento y en el Emelec había una zona como para sentarse después del entrenamiento y refrescarse un poco, y siempre me sentaba con él y le contaba que tenía muchas ganas de jugar. Me decía que estuviera tranquilo, que me iba a llegar la oportunidad y que cuando sucediera tenía que estar preparado. Fueron las palabras de él que el día de hoy me sigo acordando.

¿Hacés lo que hizo el Tin con vos en Emelec con los jóvenes que llegan a la Selección?

Sí, con la mayoría de los que vienen en sus primeras convocatorias lo hago. Hace poco tuvimos una charla con el psicólogo y ahí tuve la oportunidad de hablarles a todos los jóvenes. Cada vez que pueda voy a tratar de ir metiéndoles un poquito, para que cuando a ellos les toque también hagan lo mismo.

¿Y qué significa para vos haberlo superado como máximo goleador histórico de la Selección?

Para mi es un privilegio estar al lado de esas grandes figuras que han tenido nuestro fútbol y donde esté el Tin le quiero dar un fuerte abrazo. Como te digo, para mi él siempre ha sido un ídolo.

Su carrera en el exterior, el desembarco de Gustavo Alfaro en la Selección y la profesionalización ecuatoriana de los últimos añosSu carrera en el exterior, el desembarco de Gustavo Alfaro en la Selección y la profesionalización ecuatoriana de los últimos años

Hace nueve años que jugás fuera de tu país, ¿qué te brindó esa experiencia y qué sumaste más allá del juego, qué conductas?

Me hizo madurar, aprendí e incorporé muchas cosas que no tenía. Y al día de hoy lo sigo disfrutando. Desde mi punto de vista, el fútbol europeo es mucho más profesional que en Sudamérica. Se nota en el día a día, en las preparaciones de la semana y las concentraciones. A los jóvenes que ingresan a la selección intento llevarlos por ese camino y que puedan aprender para dar ese ejemplo a las generaciones que vengan después. 

Gustavo Alfaro hizo un recambio y él habla de vos como uno de los líderes del grupo, ¿qué es para vos un líder y qué es lo que vos sentís que tenés que transmitirles a los jóvenes?

Cuando me dieron la cinta de capitán de la Selección por primera vez, les dije: “Muchachos, yo voy a llevar la cinta, pero no soy el capitán. Los capitanes somos todos. Cuando tenemos las charlas, no esperen que sólo hable yo, aquí tenemos que hablar todos”. Entonces, este es un grupo que se ha formado así. Nadie creía en nosotros. Pero nosotros, desde el primer día nos enfocamos, porque veíamos que teníamos talento, que teníamos con qué. Un líder tiene que tratar de tener bien al equipo. A pesar de que muchas veces no nos gustan algunas cosas que dicen en los medios, hay que enfocarnos y trabajar bien. Creo que eso es lo poco o mucho que le puedo aportar hoy al grupo.

Hablabas de que la prensa no creía mucho en ustedes, ¿qué es lo que veías para creer en el equipo, qué tenía el grupo para creer que podían ir a la Copa Mundial?

Gustavo (por Alfaro) nos llevó a creer desde la primera charla. Sus charlas son increíbles. Nos invitó a creer…

Pará, contame algo de una charla…

Es que cada charla de él es increíble. Salimos con la piel de gallina al campo de juego y es motivacional, mal. Te llegan todas las palabras que él dice y tengo muchas charlas de él, pero una frase que me gustó mucho fue: “Somos 11, pero jugamos por 17 millones de ecuatorianos”. De sus charlas, hay un millón de frases que son increíbles. Ahorita, de solo recordar, se me está poniendo la piel de gallina. El profe nos enseñó a creer, nos ha llevado por el camino correcto. Cada vez que hablo con él, le agradezco  por creer en este grupo, porque cuando llegó era una situación incómoda por todo lo que había pasado en la Selección. Y él armó un gran grupo, un gran equipo, y seguimos soñando y creyendo que podemos lograr muchas más cosas, porque no hemos logrado nada. Ahora, hay que prepararse muy bien para lo que se viene.

Él hablaba de que había jugadores que no querían jugar en la selección, ¿qué es lo que él hizo para que ustedes estén completamente unidos y que eso se vea dentro del campo de juego?

En gran parte, yo se lo doy al entrenador porque en sí armó un grupo de jugadores jóvenes y es difícil hacer un recambio tan fuerte, y él lo hizo. El primer partido nos tocó con Argentina allá y el segundo tiempo lo jugamos de igual a igual. Creo que desde ahí nos fuimos dando cuenta que podíamos, que teníamos con qué. En el día a día, cuando vemos a nuestros compañeros trabajar, cuando vemos a todo el cuerpo técnico preparar estos partidos sabemos que hay talento y que podemos lograr cosas importantes.

Destacaste la inteligencia de Gustavo Alfaro, ¿en qué lo notás? 

La inteligencia está en saber llevar un grupo. Él ha formado  un gran grupo. No es importante solo el que juega. Le ha dado la importancia que se merece cada jugador. Y creo que hay que ser inteligente para mantener un grupo así. 

¿Sentís que hay una selección más profesionalizada en lo que rodea al jugador?

Cambiaron muchas cosas que por ahí desde afuera no se ven. Uno quizá se conformaba, porque antes cuando decías algo ya estaba en la prensa y decían que veníamos a la Selección sólo por dinero. Y sabemos que eso no es así, que uno viene a luchar por su país y que donde gana dinero es en sus clubes. Pero yo creo que todo eso ha cambiado. Ahora tenemos un director deportivo, un cuerpo técnico, cuando viajamos llegamos a buenos hoteles, tenemos buena comida. Y todo eso, al final, son cosas que la gente no sabe pero influyen. Porque muchas veces se quedan con lo de los partidos, pero no ven lo que pasa. Todo eso ha cambiado y nos hace mucho más profesionales.

O sea que todo eso impacta en el juego…

Sí, total. Ahora tenemos también el tema de los vuelos. Y dicen: “Este quiere viajar en business”. Y sí, quiero viajar en business porque quiero llegar descansado para ganar. Tenemos que estar descansados. Todas esas cosas han cambiado para bien.

El desafío en Catar y el sueño a lo grandeEl desafío en Catar y el sueño a lo grande

¿Cuál es el objetivo de Ecuador en Catar?

Lo que se ha hablado puertas adentro es tratar de hacer la mejor Copa Mundial de la historia de Ecuador. Y cuando se habla con algún compañero, uno lo piensa así. Vamos a tener un grupo difícil, pero sabemos que si nosotros llegamos bien, motivados y concentrados vamos a tener nuestras posibilidades.

¿Sentís que están para dar el paso a los octavos de final?

Sí, seguro. Nosotros sabemos que tenemos que ir paso a paso, sabemos que tenemos que pensar en nuestro primer partido que va a ser Catar y después en los siguientes -Países Bajos y Senegal-. Pero sabemos que tenemos con qué luchar.

¿Qué significa para vos jugar en la inauguración de la Copa Mundial?

Increíble. Es emocionante pensar que vamos a estar en los ojos de todo mundo, y para redondearlo tenemos que intentar ganarlo.

¿Qué podés decir de Catar, Países Bajos y Senegal

Tuve la oportunidad de jugar contra Catar en un amistoso. Es una selección que juega muy bien con la pelota. Si nosotros estudiamos bien y sabemos cuáles son sus virtudes y debilidades, creo que les podemos hacer mucho daño. Senegal es la última campeona de África y tiene muy buenos jugadores. Sabemos que tienen futbolistas en los mejores equipos de Europa. Son muy fuertes pero nosotros también somos muy físicos y rápidos. Va a ser un partido parejo. Países Bajos, tiene mucha historia en los mundiales, vamos a tener que estudiarlo muy bien para saber cómo le vamos a poder hacer daño. No hemos visto ningún video de los rivales que vamos a tener. Por ahora, nos hemos concentrado en los amistosos y después va a haber tiempo para analizar a Catar. El cuerpo técnico tiene muchas habilidades para eso. Vamos a llegar muy bien a ese partido.

¿Qué significó el abrazo que se dieron después de conseguir la clasificación?

Fue un momento de sacarnos un peso, porque sabemos que representamos a todo un país. Eso provoca un gran peso. En un momento, nos hacían sentir que se nos podía ir la clasificación y después fuimos a Colombia y demostramos de qué estamos hechos. Hicimos un gran partido y de ahí para adelante sentimos que podíamos clasificar. Y en ese abrazo hubo muchas lágrimas. Fue una alegría muy grande.

¿Rezan antes de los partidos?

Siempre rezamos. Javier Arriaga y Ángel Mena hacen un rezo para todos.

¿Qué les aporta el rezo?

Soy creyente y sólo le pido a Dios que cada compañero y yo salgamos sanos y salvos del campo de juego. Eso más que todo.

¿Es cierto que te gusta jugar bajo presión?

Siempre. No sé por qué, pero me gusta estar en el ojo del huracán. Me pasó en mi equipo, donde tuve la posibilidad de patear un penal en una Previa de Champions League. Me tocó fallar y el entrenador, al partido siguiente, me dijo que si había un penal lo tenía que patear yo. Y al otro día tocó y lo pateé. Me gusta estar presente. Nunca me escondo.

Más presión que en el Mundial no vas a tener…

Seguro que no, pero es lindo, porque eso te tiene activo.