Enemigo público (1998), de Tony Scott

"La vida privada está muerta desde hace ya 30 años porque no la podemos arriesgar. El único lugar privado que queda está dentro de tu cabeza. ¿Piensas tú que somos el final de la democracia? Yo creo que somos la única esperanza de la democracia."

Éste es el punto de vista del villano del film, encarnado con talento por Jon Voight. Enemigo público plantea un problema que se presenta a cualquier gobierno democrático: conjugar la defensa de la seguridad y bienestar de sus ciudadanos, con el respeto de su derecho a la intimidad.¿Cuál es el precio que se debe pagar por la paz? Pregunta de difícil respuesta, y que hace caer a muchos en la tentación del totalitarismo.

"Siempre trabajo con ordenadores, o juego con mi hijo en el ordenador, así que estoy bastante al tanto en tecnología. Pero visitar la CIA es otra cosa. Me abrió los ojos más acerca de que la única vida privada que tenemos es la que guardamos en nuestras mentes. Cuando decimos algo nos puede oír un micrófono, cuando salimos nos puede ver una cámara. Es lo que le sucede a mi personaje. Ellos lo destruyen. Arruinan su credibilidad: crean dudas a su esposa usando fotos manipuladas, dan información fictica a la compañía para la que trabaja, difunden información falsa en los medios de comunicación."

"Lo realmente increíble es que probablemente lo que ves en la película tiene 10 ó 15 años de retraso. Las cosas que vimos en los archivos de la CIA –ordenadores que pueden decirte lo que tecleas en una máquina de escribir sólo por el sonido, cámaras ocultas en palillos de dientes– era tecnología antigua. ¡Cosas que ya no se usan!"

"Hay que saber lo bueno y lo malo. La velocidad a la que compartimos la información que hay allí fuera es maravillosa. Pero existe también información negativa. En Internet puedes encontrar todos los adelantos para el tratamiento del cáncer, pero también puedes hallar información para crear un pequeño dispositivo nuclear."