En alas de la danza - Criticalia.com

Pelicula:

En alas de la danza fue la sexta de las diez películas en las que coincidieron Fred Astaire y Ginger Rogers, forjando entre ambos una de las más sólidas y memorables parejas de baile del Hollywood clásico. Claro que el genio de ambos brilló más y mejor cuando eran dirigidos por cineastas competentes y, sobre todo, dotados para la comedia y el musical, como ocurrió con Mark Sandrich en, por ejemplo, La alegre divorciada (1934), Sombrero de copa (1935) y Sigamos la flota (1936), mientras que cuando los dirigió George Stevens, como ocurrió en esta En alas de la danza, el resultado fue inferior, pues el cineasta californiano estaba más dotado para el bronco drama (Un lugar en el sol, Gigante) o para el western (la memorable Raíces profundas) que para esos géneros, en los que se requiere una ligereza y una levedad de la que carecía Stevens.

La acción se desarrolla en el tiempo en el que se produjo el film, a mediados de los años treinta del siglo XX. Lucky, bailarín profesional, va a casarse con una rica heredera; sin embargo, sus compañeros, para que no lo haga y, con ello, los deje, urden un ardid con el que, finalmente, consiguen boicotear la boda. Cuando Lucky llega a casa de su prometida, el padre y la novia consienten en volver a retomar el tema del casorio si el bailarín viaja a Nueva York y vuelve con, al menos, 25.000 dólares ganados en la ciudad de los rascacielos. Pero cuando Lucky y su amigo Pop llegan a la Gran Manzana, conocen a Penny, una chica que da clases de baile, y Lucky se enamora de ella...

Tiene En alas de la danza dos partes bien diferenciadas: por un lado, las escenas de danza, coreografiadas por el gran Hermes Pan (que estuvo nominado al Oscar por ello), son una auténtica delicia, con los bailes imposibles de Astaire y Rogers, contándose como anécdota verídica el hecho de que la primera escena musical que ambos comparten en el film, cuando se conocen en la academia de danza y Fred finge querer que le dé clases de baile Ginger, estaba programada en el plan de rodaje con una duración de un día, dada su extraordinaria complejidad, previéndose un buen número de tomas hasta conseguir la idónea. Sin embargo, llegado el momento, los bailarines hicieron la primera toma de tan compleja escena y esta salió del tirón, sin ser necesaria ninguna más, por haber quedado perfecta, con lo que el plan de rodaje del día entero se fue al garete.

Así, las escenas de danza de Fred y Ginger son fantásticas, pero las escenas de comedia, que sirven de nexo entre los bailes que ambos se marcaban fastuosamente, resultan bastante más endebles, con diálogos tirando a sosos, con escenas de una estupidez rayana en el cine de “nonsense” o cine de tonterías. Stevens, como queda dicho, carecía de la ligereza, de la elegancia que tenían otros grandes directores de la época peritos en comedia, un Mitchell Leisen, un Gregory La Cava, por supuesto un Ernst Lubitsch o un Frank Capra. Así las cosas, queda una película irregular, que brilla, y de qué forma, cuando Astaire y Rogers llenan la pantalla con sus bailes pluscuamperfectos, con sus coreografías excepcionales, con su elegancia incuestionable, y que sin embargo cae ostensiblemente de interés cuando los actores y actrices desgranan sus olvidables diálogos de comedia de tres al cuarto.

El film consiguió un Oscar a la Mejor Canción Original, para The Way You Look Tonight, de la que fueron autores Jerome Kern (música) y Dorothy Fields (letra).

(24-02-2020)


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103'

Año de producción

En alas de la danza - by , Feb 24, 2020
2 / 5 stars
Bailes brillantes, sosa comedia

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