Por qué SÍ debes ver En carne viva: Crítica
Fotograma del tráiler en YouTube de En carne viva.

En carne viva es uno de los thrillers que nos gusta ver. Perdimos la oportunidad en 2003, cuando se estrenó la película, pero hemos podido verla finalmente a través de la plataforma Netflix, donde está disponible.

Mientras la veía suponía la avalancha de críticas negativas que habría recibido. Un poco de investigación posterior me ha confirmado las sospechas. Sin embargo, desde Estrenos Cinema, sí os recomendamos ver En carne viva. Es más, creemos que si se explica de antemano el verdadero valor que tiene, se disfruta más aún.

MEG RYAN PROTAGONIZA EN CARNE VIVA

La actriz protagonista de la película es Meg Ryan. Aún en 2003 e incluso hoy en día, su estela de fetiche en comedias románticas hacía poco verosímil su participación en esta película.

Sobre todo en España, se aprovechó este factor, para distribuirla ensalzando el contenido erótico con un título de En carne viva más provocador que revelador. El título oficial es In the cut.

Si nos ceñimos al análisis cinematográfico, creo que es más acertado identificar el género de la película y más útil para saber si puede gustaros. En carne viva es un thriller erótico policíaco de base dramática y trasfondo noir. Todo ello bajo una realización de Jane Campion completamente intimista, algo muy propio de su filmografía.

La participación de Ryan fue un impulso promocional de la cinta, sobre todo porque se puntualizaba que exhibe su primer desnudo, en lugar de decir que lo ofrece con una naturalidad interpretativa perfecta.

De hecho, pese a las críticas de analistas que decían «Meg Ryan no pega para el papel», yo creo que lo hace perfecto. Es capaz de convencernos como profesora de literatura de instituto vacía, solitaria, nostálgica y reprimida sexualmente. En momentos incluso patética e incoherente. Papelón de Ryan fuera de su registro habitual, con el toque adicional de ser miope, un elemento que creo que es también simbólico del desenfoque que la protagonista, Frannie, tiene de la vida que le rodea. Igualmente es un trampolín de recurso para hacernos ver el film en una perspectiva poco clara.

A Ryan le secunda Mark Ruffalo y he aquí otro motivo por el que ver la película. Entre cinéfilos Ruffalo era conocido en 2003 por personajes secundarios o de poco trasfondo. Su papel de detective Giovanni no servía promocionalmente, aunque muestra un correctísimo talento interpretativo.

Pero verlo ahora es distinto. Ruffalo es Hulk para toda la comunidad cinéfila y esto le ha valido para optar a films de otros géneros con mucho mayor peso. Si en 2003 Meg Ryan catapultó En carne viva, hoy el tándem sería éxito de taquilla.

Por eso creo que vale la pena ver a Ruffalo en sus casi inicios, totalmente desconocido por su papel entremezclado de machismo y devoción hacia el placer femenino, racista, violento verbalmente, al tiempo que dice a Frannie «nunca te pegaré» en su primer atisbo de cita.

Ambos inician una relación de pasión sexual irrefrenable, en base a un asesinato sucedido a la puerta de la finca donde vive Frannie. Los asesinatos se suceden con una brutalidad extrema, hasta que llegan a tocar a la protagonista de cerca.

El thriller cobra suspense porque ella sospecha de Giovanni. Está convencida de que es un embustero, de que se intenta aprovechar de las mujeres y, tiene fundadas sospechas, de que podría ser el asesino.

Tres personajes más se unen a la historia, con el fin de añadir peso a la trama (no lo consiguen excesivamente) y sobre todo sospechas.

Jennifer Jason Leigh está perfecta en su papel de hermana (de madres distintas) con una devoción absoluta hacia Frannie, casi rozando el lesbianismo incestuoso. En el papel de Pauline está más perdida sexualmente que su hermana, aunque es más liberal, con tintes de acoso y una base sentimental clásica de amor romántico.

Kevin Bacon es un neurótico ex novio de Frannie, con escenas tan complejas como indescifrables. Se explica su presencia, pero no la manga ancha que la protagonista deja a este desquiciado y potencialmente violento personaje.

Les acompaña Sharrieff Pugh como Cornelius, un estudiante al que Frannie ayuda, que representa varias connotaciones en el film, desde la represión racial hasta el deseo sexual contenido.

THRILLER NOIR ERÓTICO

Si te gusta el cine Noir, En carne viva te gustará. Si te gustan los thrillers eróticos de tintes policiales, te encantará. El problema de este género es que la crítica cree muchas veces que Instinto Básico es la epifanía, como Seven lo es del thriller de investigación. Ambos films merecen esta categorización, pero no que el resto que esté por debajo de ellos sea digno de la quema en la hoguera.

En carne viva tiene muchos fallos, sobre todo vinculados a las reacciones de la protagonista, porque son recursos narrativos que permiten que le sucedan cosas. Pero lo cierto es que la suciedad y pobreza contrastada con la armonía romántica que idealizan Pauline y Frannie, se traslada a la perfección en el deseo sexual entre ella y el inspector.

De hecho, ese intenso placer mutuo está perfectamente logrado, transmitiendo incluso el objetivo de Frannie de usar a Giovanni de juguete sexual. Ella quiere disfrutar sin pensar en el placer de él. Él se deja llevar y la estimula provocando sus masturbaciones directa e indirectamente, con un lenguaje lascivo y perverso, que ambos quieren compartir.

Los secundarios sirven de contraste. Pauline afirma recordar a sus amantes por qué les gustaba, pero nunca por lo que ella quería hacer con ellos. El ex novio de Frannie le echa en cara no tenerla a sus pies tras apenas dos veces de relaciones íntimas.

Este machismo sexual imperante es constante en la película y, como es propio de Campion, intenta reflejar la exposición de la mujer a una violencia por parte de los hombres. De hecho, un recurso recurrente es la grabación de la protagonista desde ángulos íntimos como un retrovisor de un coche, una esquina escondida, su propia casa. Todo ello dejando entrever el peligro acechante hacia la mujer.

Pese a todo, no coincido con muchos críticos que categorizan el film de feminista. Frannie es miope física y sentimentalmente, pero no deja de tomar las riendas de cada situación hasta el mismísimo final. La debilidad de la mujer mostrada en escena, contrasta con una protagonista capaz de plantar cara a cualquier adversidad y salir mejor que ningún otro personaje de la historia.

UNA PELÍCULA DE ASESINATOS

Por último, me gustaría recalcar que En carne viva va de descubrir a un asesino. Sí, también se experimenta la evolución de Frannie en su libertad sexual. Pero entre ellos hay un asesino y hay que saber quién es.

Por tanto, no le falta violencia al film, sobre todo gráfica. Baños llenos de sangre, cabezas cortadas, pistas sobre la naturaleza del asesino en serie y sospechas en crecimiento, que hacen que el espectador se pregunte constantemente quién es el verdadero asesino.

Gran habilidad la de Campion y Susanna Moore que trabajaron conjuntamente en el guión, basándose a su vez en una novela de la misma Moore.

La adaptación a la pantalla debe verse como lo que es. Mi sugerencia es que la disfrutéis en pareja o con un grupo de amigos/as. Perdonad ciertos fallos narrativos. Adentraros en la retorcida psique de Frannie. Y disfrutad de uno de los mejores papeles de Meg Ryan.

Estamos a la espera de poder acceder al material de prensa de Pathé International. En cuanto lo tengamos incluiremos (esperamos) fotografías y más materiales promocionales a la crítica de En carne viva.

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