Emiliano Zapata – LHistoria

Biografía de Emiliano Zapata

Nacido el 8 de agosto de 1879 – Fallecido el 10 de abril de 1919. Emiliano Zapata fue un campesino, caudillo mexicano, uno de los líderes militares más importantes de la Revolución mexicana al mando del Ejército Libertador del Sur. Zapata fue traicionado y asesinado por hombres de Jesús Guajardo.

Emiliano Zapata fue uno de los principales líderes de la Revolución mexicana, luchó por los derechos de los campesinos e indígenas sobre las tierras, las cuales habían sido usurpadas por los latifundistas de la época. Su lema era » La tierra es de quien la trabaja», lo cual defendió hasta el último día de su vida.

Emiliano Zapata Salazar nació en Anenecuilco, Morelos. Fue conocido como el Caudillo del Sur por ser uno de los principales líderes de la Revolución mexicana, y símbolo de la resistencia campesina. Se destacó por sus luchas sociales, creía en la igualdad, la libertad, la democracia social y en la justicia. Igualmente era partidario de una reforma agraria que estableciera la propiedad comunal de las tierras, así como el respeto a los indígenas, campesinos y obreros mexicanos. Un conocido lema de Emiliano Zapata era La tierra es de quien la trabaja.  

Su familia vivía de la ganadería y la agricultura, aunque de forma precaria, ya que las tierras de la zona no eran muy fértiles. Su padre le enseñó las labores del campo, éste consideraba que «para comer en la casa hay que sudar en el surco y el cerro, pero no en la hacienda». Mientras tanto, Emiliano Zapata realizó sus estudios de primaria en la escuela del poblado. A los 16 años quedó huérfano de madre y once meses más tarde murió su padre. Recibió una herencia modesta, pero lo suficiente como para no tener que trabajar como peón en otra hacienda.

Emiliano Zapata es una figura destacada de la Revolución Mexicana. Foto: INAH/ RML
Emiliano Zapata es una figura destacada de la Revolución Mexicana. Foto: INAH/ RML

Primeros años

El 8 de agosto de 1879 nació Emiliano Zapata Salazar en Anenecuilco, Morelos. Sus padres fueron Gabriel Zapata y Cleofas Salazar, era el noveno de diez hermanos. Su educación fue escasa solo llegó a cursar la primaria en la escuela de corte lancasteriana del pueblo. Su vida en el campo le permitió convertirse en un buen jinete, era amante de los caballos y se le consideraba un gran conocedor de estos animales.

Emiliano fue un hombre mujeriego, existen varias versiones acerca de su vida amorosa. Algunos historiadores afirman que solo contrajo nupcias con Inés Alfaro Aguilar, con quien tuvo dos hijos: Nicolás y Elena Zapata Alfaro; sin embargo el historiador Jesús Sotelo Inclan, afirma que Zapata también casó con Luisa Merino y posteriormente con la señorita Josefa Espejo Sánchez, con quien procreó dos hijos más: Felipe y Josefa. Se dice que los padres le presentaban a Zapata sus hijas para que éste las desposara y así aseguraran su protección.

De 1902 a 1905, Zapata formó parte de la comisión del pueblo de Yautepec, el cual tenía problemas con la hacienda Atlihuayán, perteneciente a Pablo Escandón. El 15 de abril de 1906, el gobernador del estado, Manuel Alarcón, convocó a una reunión para resolver la problemática de las tierras; en la misma participaron el jefe político de Cuautla, el administrador de la hacienda del Hospital, representantes del pueblo de Villa de Ayala y de Anenecuilco, entre los que se encontraba Emiliano Zapata.   

El 12 de septiembre del mismo año, fue nombrado representante de Anenecuilco en las lucha por las tierras. Sin embargo, cinco meses después fue reclutado por sorteo al 9º Regimiento de Caballería, en Cuernavaca. Posteriormente fue trasladado a cumplir dichas funciones bajo el mando de Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, y dueño de la hacienda de Tenextepango.  

Revolución maderista  

Emiliano Zapata compartía los ideales de Francisco Madero que se basaban en la restitución de las tierras usurpadas a los indígenas y campesinos por hacendados. Zapata se levantó en armas el 10 de marzo de 1911 a favor de la Revolución maderista. Entonces se conformó una guerrilla compuesta por 70 hombres, entre estos se encontraban: Pablo Torres Burgos, el líder indígena Maurilio Mejía, Zapata, entre otros. Días después tomaron Jojutla bajo el mando de Pablo Torres Burgos, quien fue asesinado unos días más tarde junto a sus hijos por las fuerzas federales.  

El 29 de marzo, Emiliano Zapata asumió el cargo de Torres Burgos como dirigente del grupo. Entre sus primeros actos está la toma de Axochiapan, el asalto de Chinameca, la toma de Jonacatepec y el sitio de la ciudad de Cuautla donde cayó el gobierno porfirista. El 27 de mayo, Emiliano Zapata llegó a Cuernavaca con un grueso de cinco mil hombres. 

El 2 de junio, Juan Nepomuceno Carreón, gerente del Banco de Morelos, fue designado como gobernador, decisión que no aceptada del todo por Zapata quien decidió entrevistarse con Madero para intercambiar impresiones. Emiliano pedía la devolución de las tierras a los campesinos, mientras que Madero solicitaba en desarme de las fuerzas zapatistas; finalmente ambos acordaron el nombramiento de un nuevo gobernador lo cual fue rechazado por los hacendados de la zona, quienes iniciaron una campaña de desprestigio en contra de Zapata acusándolo de rebelde y bandido.  

El 24 de junio se trasladó a la capital del país para entrevistarse con Madero e informarle sobre el licenciamiento de 3.500 hombres de sus tropas, y solicitarle una audiencia con el presidente Francisco León de la Barra. El 9 de agosto, el Presidente envió al General Victoriano Huerta y Aureliano Blanquet junto a mil hombres a acabar por la fuerza con el licenciamiento de las tropas zapatistas «porque no debían tratar con bandidos».  

Los ataques por parte de la prensa y los latifundistas fueron más duros día tras día. El 17 de agosto Zapata le envió un mensaje a Francisco I. Madero que decía: «Causa mucha indignación en el pueblo y el ejército, el amago de las fuerzas federales que están en intención de ataque contra nosotros.» Asimismo, en otra misiva dirigida León de la Barra mencionó que «La presencia de las fuerzas federales ha venido a trastornar el orden público. El pueblo se indigna más con la presencia y el amago». 

El 18 de agosto, Madero se trasladó hacia la ciudad de Cuautla con la finalidad solventar el conflicto, en el lugar fue recibido fraternalmente por Zapata. Ambos dirigentes retomaron el proceso de licenciamiento de las tropas zapatistas, el cual se vio nuevamente afectado ante la amenaza de las fuerzas federales. Eufemio Zapata (hermano de Emiliano) sugirió aprehender a Madero, a lo cual su hermano respondió: «No, Eufemio, sería una grave responsabilidad para nosotros y no debemos cargar con ella». Seguidamente le pidió a Madero que se marchara «y déjenos aquí, nosotros nos entenderemos con los federales, ya veremos cómo cumple usted cuando suba al poder».  Durante esta etapa, Zapata contrajo nupcias con Josefa Espejo, el padrino de bodas fue el propio Francisco Madero.  

Madero fue elegido como el nuevo Presidente de la República, sin embargo el conflicto no cesó. Durante un encuentro entre ambos líderes, Madero le ofreció a Zapata un hacienda «como pago a sus servicios a la Revolución», lo cual enfureció a Zapata quien respondió:  

«No, señor Madero. Yo no me levanté en armas para conquistar tierras y haciendas. Yo me levanté en armas para que al pueblo de Morelos le sea devuelto lo que le fue robado. Entonces pues, señor Madero, o nos cumple usted, a mí y al estado de Morelos lo que nos prometió, o a usted y a mí nos lleva la chichicuilota»

Plan de Ayala

Encontrándose en el pueblo de Ayoxustla, Zapata y Otilio E. Montaño redactaron el Plan de Ayala, el cual fue firmado el 28 de noviembre. El mismo planteaba la redención de los indígenas y la repartición de las tierras usurpadas por los latifundistas, se desconocía a Francisco I. Madero como el Jefe de Estado, y se reafirmaba a Pascual Orozco como jefe legítimo de la Revolución mexicana. Asimismo, establecía la lucha armada como la única vía para hacer justicia en vista del incumpliendo por parte de las autoridades. 

Por su parte, Madero dio el visto bueno para que el plan fuese publicado en el Diario del Hogar de la ciudad de México, señalando «publíquenlo para que el pueblo conozca al loco de Zapata». El 30 de abril de 1912, Emiliano Zapata restituyó el primer lote de tierras al pueblo de Ixcamilpa, Puebla. Durante este año se efectuaron varios encuentros entre federalistas y zapatistas, como los de Tepalcingo, Yautepec, Cuautala y Cuernavaca.  

Derrocamiento de Madero

Desde 9 hasta el 18 de febrero de 1913, tuvo lugar un movimiento armando en contra del gobierno de Madero, llamado Decena Trágica. Durante éste Madero fue traicionado y derrocado por Victoriano Huerta quien se había aliado con los opositores. El golpe de Estado culminó con el asesinato de Francisco I. Madero y el vicepresidente, José María Pino. 

Tras los hechos, Huerta ascendió en el poder exacerbando la lucha armada. Por su parte, Zapata había tomado control de la ciudad de Morelos y parte de los estados: México, Puebla y Tlaxcala. Huerta envió a Pascual Orozco (padre) para negociar con Zapata, quien respondió fusilando al emisario por considerarlo como uno de los asesinos de Madero. Asimismo destituyó a Pascual Orozco (hijo) como Jefe de la Revolución y asumió el mando del Ejército Libertador del Sur. 

Para 1914, el Ejército zapatista estaba conformado por 27 mil hombres y había entrado en la Ciudad de México. En septiembre del mismo año promulgó la entrega de tierras a los pueblos durante la Convención de Aguascalientes, a la cual envió una comisión integrada por Antonio Díaz Soto y Gama, y Leobardo Galván González. Estando en la capital las tropas fueron financiadas con las limosnas que les otorgaban los habitantes.  

En 1916, el encargado del Poder Ejecutivo y próximo Presidente de la República, Venustiano Carranza, ordenó el ataque a las tropas zapatistas logrando controlar Cuernavaca y la mayoría de las poblaciones del Estado. En 1917, Zapata reconquista Jonacatepec, Yautepec, Cuatla, Miahuatlàn, Tecala y Cuernavaca. Al año siguiente el movimiento zapatista se encontraba debilitado por la falta de armamento, la pérdida de los principales líderes en manos de los constitucionalistas y las constantes batallas. 

Muerte 

El gonzalista, Jesús Guajardo le hizo creer a Zapata que se encontraba en contra de Carraza fusilando a 50 soldados federalistas como prueba de sus palabras. Zapata acordó reunirse con éste en la Hacienda de Chinameca, Morelos, para recibir municiones y armamento.

El 10 de abril de 1919, Zapata se acercó al lugar acompañado por sus fuerzas, sin embargo solo hizo entrada con su escolta de 100 hombres, dentro lo esperaban en guardia de honor unos mil soldados. Al cruzar el umbral se escuchó la tonada de honores, lo cual fue la señal para que los centinelas apostados en la azotea de hacienda iniciaran el fuego. Zapata cayó abatido junto a su asistente Agustín Cortés. 

Contrario al pensamiento de los federalistas, la muerte de Zapata avivó el sentimiento revolucionario de los pobladores, quienes lo convirtieron en el apóstol de la Revolución Mexicana que duró hasta 1920. 

Se dice que Zapata es el autor de la famosa frase «Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado» 


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