Emil Kostadinov jugó en el Bayern desde principios de 1995 hasta el verano de 1996. Actualmente, es vicepresidente de la Federación de Fútbol de su país, Bulgaria. Con el máximo campeón alemán ganó la Copa de la UEFA en 1996, contribuyendo en el partido de vuelta de la final con un gol y una asistencia. En una entrevista con la revista "51" recuerda esos años en el club.
La entrevista a Emil Kostadinov
¿Qué recuerdos tiene usted de la temporada 1995/96, en la que ganó la Copa de la UEFA con el FC Bayern?
"Fueron unos años fantásticos para mí como jugador y, probablemente, el mayor nivel que alcanzara durante mi carrera. Fue una sensación maravillosa formar parte de aquel equipo y ganar la Copa de la UEFA. Pude jugar en aquella época junto a leyendas como Lotthar Matthäus, Jürgen Klinsmann, Oliver Kahn y Jean-Pierre Papin, todos futbolistas de clase mundial que me ayudaron a crecer y aprender. No muchos pueden decir que formaron parte de la familia del Bayern".
Usted jugó en el Bayern durante un año y medio. ¿Qué se la ha quedado grabado en la mente?
"Los compañeros de equipo, que fueron fantásticos, pero también los entrenadores, que tenían un nivel distinto a los que viví en otros sitios. Pude trabajar en Múnich con Giovanni Trapattoni y después con Franz Beckenbauer, para mí, el más grande para el que jugué. Recuerdo con placer esos tiempos en los que incluso pude marcar un gol para este gran club en la final de la Copa de la UEFA, es algo que hoy en día me sigue haciendo sentir orgulloso. Todos los jugadores sueñan con algo así".
¿Por qué fue Beckenbauer tan especial para usted?
"Beckenbauer me dio una oportunidad y creyó en mí desde el primer día cuando tomó las riendas del equipo. Su forma de ser con todos los jugadores y, sobre todo, conmigo fue genial. Llegué a apreciarlo mucho como entrenador y persona. Beckenbauer siempre fue muy amable y abierto con todos. En nuestra academia de deportes en Sofia incluso le dieron el título de Doctor honoris causa en el año 2000- Antes de la final, me dijo que estuviera tranquilo y que jugara como solía hacerlo. Siempre voy a estarle agradecido. Si no hubiese existido, quizás nunca hubiera anotado un gol en una final de una competición europea".
¿Se puso nervioso? ¿Qué recuerda de su gol?
"Jugué bien en los partidos anteriores, por lo que creía que podría hacer algo. No estaba nervioso, pero estaba muy eufórico. Jean-Pierre Papin, al que sustituí en la final, vino hacia mí y me animó a aprovechar esta oportunidad. Luego, asistí de tacón a Mehmet Scholl en su gol y anoté otro yo mismo. En mi gol, debo decir, se subestimó mucho mi gran juego aéreo, pero la verdad es que anoté muchos goles de cabeza y la mayoría fueron muy bonitos. En este caso en particular, conseguí encontrar un hueco y dirigir el balín perfectamente. Es uno de los mayores momentos de mi carrera".
Vuelva a ver al gol de Kostadinov en la final y el partido completo: