La primera vez que desfilé tenía 7 años y lo hice con mi tía, que era modelo. Lo odié. Nunca quise ser modelo, quería estudiar Derecho y tener un trabajo estable en el que tuviera suficientes ingresos que me permitieran crecer". Quien pronuncia estas palabras es una de las mujeres más importantes de la industria de la moda, Elle Macpherson. Con la cara lavada, luciendo esa melena rubia inconfundible y sin más artificios que unos vaqueros y una impecable camisa blanca,'El Cuerpo' entra en la habitación del hotel de París en el que la ha citado Harper’s Bazaar envuelta en un contagioso halo de calma. Elle se sabe musa, icono, pero claramente está en paz con el mundo, no tiene que demostrar nada a nadie, no después de 45 años de carrera vividos desde el Olimpo de la moda. En cuestión de segundos analiza el perchero con los diseños de Saint Laurent, Chanel, Valentino, Prada o Dior que va a vestir en esta sesión y, con una generosa sonrisa, pasa a la acción: "¿Empezamos?".

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Darren McDonald
Chaqueta de nailon acolchada de Louis Vuitton, bodi de algodón de Wolford, anillos (mano dcha.), ambos de plata de la colección Virtual Garden, de Tous y anillo (izda.) propio.

Está claro que el destino tenía unos planes muy distintos para aquella niña nacida en Sídney en 1964, Eleanor Nancy Gow —adoptaría el Macpherson de su padrastro mucho después—, que pensaba que por las proporciones atléticas de su cuerpo y su 1,80 de estatura su futuro no pasaría por posar para los mejores fotógrafos del mundo, protagonizar cientos de portadas o por desfilar para absolutamente todos los maestros de la moda desde su debut en París con Kenzo: "Cuando comencé a trabajar como modelo era como una amazona. Tenía los hombros anchos por la natación y las caderas estrechas, medía 1,80 cm y tenía una 90 de pecho. Y eso no era lo normal. Yo era mucho más alta y mucho más atlética que la mayoría de las chicas", confiesa.

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Darren McDonald
Vestido de terciopelo con volantes de algodón de Alexandre Vauthier, zapatos de piel de Lottuse y pendientes Sugar Party de plata con amatista de Tous.

Pero su historia es una de esas en las que la casualidad y el estar en el lugar acertado en el momento correcto es la piedra angular de toda una vida. En 1982, estando de vacaciones en Aspen antes de empezar sus estudios de Derecho en Sídney, esa belleza adolescente que ella llegó a considerar "anormal" llamó la atención de un ojeador de la agencia Click Model Management. Poco después, el contrato para que se fuera a vivir a Nueva York estaba sobre la mesa y los planes de ir a la universidad quedaron en el olvido. Así, de un plumazo, nacía la prometedora carrera de una de las mujeres más ricas y famosas de la industria. Nacía 'El Cuerpo'. Un camino, sin embargo, en el que no todo han sido mieles sino que también le ha tocado bajar del Olimpo y pasar por momentos duros como la separación de su primer marido, Gilles Bensimon, con sólo 24 años, o la depresión posparto que confesó haber tenido al nacer su segundo hijo a los 40. Al volver la vista atrás, Elle tiene claro que sin esas caídas hoy no sería quien es, una mujer de 59 años que ha sabido gestionar con maestría el paso del tiempo en una profesión tan tirana como hermosa, que ha puesto el foco en su interior y que ha hecho de su filosofía de bienestar y cuidado mental un negocio millonario, WelleCo, con miles de seguidores. Una mujer, más allá de un cuerpo, que hoy es Premio Empresaria de Belleza Bazaar Women of the Year 2023 por derecho propio.

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Darren McDonald
Vestido de tul con cristales bordados y conjunto interior de encaje, todo de Dolce & Gabbana, pulseras, ambas de plata, de Tous, y anillo propio.

HARPER’S BAZAAR: ¿Cuándo aprende una mujer a vivir con el apodo, 'El Cuerpo'?

ELLE MACPHERSON: La revista Time me puso el nombre de 'El Cuerpo' en 1986 y me sorprendió. Pero en ese momento no le di mucha importancia, sólo pensé: 'Es un nombre un poco raro'. Aún hoy mucha gente me dice, '¿no te parece insultante que te llamen así?'. Pero, después de 45 años de trabajo, estoy muy agradecida por haber tenido la oportunidad de expandir mi negocio usando ese nombre como una especie de base para construirlo.

HB: ¿Recuerda cómo fue la primera vez que pisó una pasarela?

EM: Nunca me planteé el modelaje como un trabajo, una carrera o un negocio que pudiera tener durante muchos años, como finalmente ha sido. Cuando llegué a Estados Unidos en 1982, solíamos desfilar en la tienda o el estudio del diseñador. Era, literalmente, en una habitación como esta y caminábamos de un lado a otro mientras que los compradores tomaban notas de las prendas que querían. Era muy distinto a lo que vemos hoy.

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Darren McDonald
Elle posa con top con plumas y pantalón, ambos de lana, de Prada.

HB: ¿Cuáles son los momentos más inolvidables de su carrera?

EM: Diría que trabajar hoy, porque vivo el presente. Para mí, tener casi 60 años y trabajar con un equipo tan increíble para ser portada de Harper’s Bazaar, con todos estos maravillosos diseñadores, es un gran honor. Así que yo diría que hoy es uno de esos momentos.

HB: ¿Cómo ha cambiado la vida de las modelos desde sus comienzos hasta hoy?

EM: Ha cambiado mucho. La filosofía del modelaje, sobre todo en los años 90 con las supermodelos, era que cuanto más icónica eras, más te distanciabas del público y más elevada estabas en un pedestal, más éxito tenías. Hoy, cuanto más cerca estás de tu comunidad, más auténtica, real y cercana eres, más éxito tienes.

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Darren McDonald
Vestido de seda con flecos de cuentas y lentejuelas bordadas de Celine por Hedi Slimane y brazalete Nenufar y pulsera Dybe, ambos de plata bañada en oro, de Tous y anillo propio.

HB: ¿Hay un mayor empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda?

EM: El mundo de la moda está hecho por mujeres y para mujeres. Es una oportunidad perfecta para brillar con luz propia. Para mí, trabajar en la moda y en los negocios en torno a esta industria ha sido extremadamente empoderador porque me ha permitido ser independiente. He podido crear empresas, ser creativa, expresarme libremente y ser valiente.

HB: A su carrera como modelo hay que añadir su faceta de empresaria de éxito. ¿Cómo lo ha vivido?

EM: Han ido de la mano a lo largo de los años. He sido muy afortunada porque empecé a trabajar como modelo porque quería ser económicamente independiente. Pensé que lo haría durante tres o seis meses, para ganar algo de dinero para ayudarme a pagar mis estudios, pero luego empecé a trabajar más y se convirtió en un empleo, en un trabajo de nueve a cinco. Después se convirtió en una carrera que duró muchos años. Con la notoriedad que había experimentado como modelo, construí una marca. Más tarde empecé a crear mis propios negocios. También confieso que ha habido momentos en los que he tenido que ser valiente. Cuando te arriesgas a perderlo todo es cuando encontramos nuestra grandeza.

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Darren McDonald
Chaqueta, chaleco y pantalón, todo de lana, camisa de algodón y botas de piel, todo de Dior.

HB: ¿Qué supuso para usted y su carrera la maternidad?

EM: Es una bendición. Nunca supe lo que era el amor verdadero hasta que tuve a mi primer hijo. Él me enseñó qué era el amor incondicional. Tengo dos hijos, tienen 25 y 20 años, y ha sido muy satisfactorio ser su guía, porque creo que los hijos no te pertenecen y nuestro trabajo como padres es ayudarlos en este viaje.

HB: ¿Cómo se siente ‘El Cuerpo’ en 2023?

EM: Muy diferente a cuando tenía 23 años. Al quedarme embarazada, mi cuerpo se expandió y se adaptó a las nuevas necesidades. Tuve un parto natural, amamanté y después tuve que volver a ponerme en forma. Luego, cinco años más tarde, pasé por el mismo proceso. Así que ver la extraordinaria adaptación de todo nuestro cuerpo, nuestro corazón, la mente y el espíritu para dar cabida al nacimiento de otro ser humano es simplemente increíble. Estoy orgullosa de cómo mi cuerpo se ha adaptado a estar bien. No se trata sólo de ser una mujer de 1,80 de estatura, sino de tener una perspectiva holística de 360 grados sobre lo que significa este cuerpo, 'El Cuerpo'. No es sólo una belleza superficial. Siempre digo que la verdadera belleza está en el alma, no sólo en la piel.

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Darren McDonald
Chaqueta y falda, ambas de lana, top de seda y cinturón de piel, todo de Saint Laurent por Anthony Vaccarello, anillos (mano dcha.), ambos de plata de la colección Virtual Garden, de Tous y anillo (izda.) propio.

HB: Y por último, ¿qué consejo le daría a la Elle de hace 40 años?

EM: Hace 40 años, cuando empecé, me ponía muy nerviosa el estar delante de la cámara y estaba muy confusa sobre cómo ser lo que se esperaba de una modelo, porque nunca me había imaginado siéndolo. Quería ser como todo el mundo, pero destacaba por encima de los demás. Mi carrera despegó cuando empecé a apoyarme en mi singularidad y a tener confianza en lo que me hacía única. En general, creo que eso es lo que nos hace bellos, nuestra esencia única. Así que me diría: sé tú misma.

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Darren McDonald
Traje de baño con lentejuelas de Chanel y anillo propio.

Peluquería: John Nollet. Maquillaje: Dariia Day (Calliste Agency). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistentes fe fotografía: Josh Hummerston y Olivia Tran. Asistente de estilismo: Ece Acar. Agradecimientos Al Hotel Westin Paris Vendôme.