Audrey Hepburn: la historia de su vida en imágenes
Desde 'Vacaciones en Roma' a 'Desayuno con diamantes', nos adentramos en un viaje que refleja, de manera visual, la vida y trayectoria de la actriz (e icono de estilo).
El 4 de mayo de 1929 nacía en un barrio de Bruselas una de las actrices que marcó, sin lugar a duda, un antes y después en el siglo XX y en la historia cinematográfica: Audrey Hepburn. Sin embargo, la suya no fue una vida fácil. Era hija de una aristócrata neerlandesa y del británico Joseph Victor Anthony Ruston. Pero sus padres se divorciaron cuando aún era una niña y pasó gran parte de su infancia en un internado británico. Posteriormente, la Segunda Guerra Mundial marcaría su vida. Pese a que durante aquellos años se mudase a Holanda a estudiar dos de sus grandes pasiones –como lo fueron el piano y el ballet–, el hambre acechaba y la actriz no pudo evitar la anemia y otras enfermedades respiratorias que sufría en aquel momento.
No obstante, tras una carrera llena de éxitos, su compromiso humanitario fue ganando terreno a la actuación y se volcó en su colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia Unicef. Enfermedades como el Sida y la malnutrición de los niños eran dos de las cuestiones que más tocaban su corazón y en los que colaboró de manera intensa durante muchos años. El pasado mes de abril se hizo público que la actriz tendrá su propia serie de televisión que narraría su trayectoria vital, donde quedará reflejada además su trayectoria profesional. La responsable del guión será la misma escritora y productora que la de The Good Wife, Jacqueline Hoyt. “La musa, la madre y el ser humanitario posterior se relacionan estrechamente con una niña que nunca dejó de sorprenderse por el regalo de la vida", han explicado desde la productora. La gran incógnita ahora es quién interpretará a la protagonista de Breakfast at Tiffany’s, porque por el momento ni siquiera hay rumores sobre ello. Habrá que esperar algunos meses hasta descubrir quién tendrá el honor.
Desde 'Vacaciones en Roma' a 'Desayuno con diamantes', nos adentramos en un viaje por la vida de la Audrey Hepburn que, además de ser una de las actrices con mayor relevancia a nivel internacional y en lo que respecta a la historia del cine, fue todo un icono de estilo cuyo legado quedará reflejado con el transcurso del tiempo.
Comienzos difíciles
No hace falta decir que Audrey Hepburn (Bruselas, 1929- Tolochenaz, 1993) es una de las mayores leyendas del mundo cinematográfico. Nació en Bélgica, a pesar de que muchas veces se ha hablado de ella como una actriz británica. Sufrió una infancia dura debido a la II Guerra Mundial y su padre le abandonó en 1935. No fue hasta muchos años después cuando consiguió volver a contactar con él.
Sus principios difíciles marcaron la vida de la actriz. Tuvo que cambiar su nombre de Audrey por el de Edda Van Heemstra, haciendo creer que era holandesa, y en sus memorias se recoge que llegó a pasar hambre.
Retrato de la actriz en 1967. Foto: Getty Images
Afición al ballet
Durante la II Guerra Mundial ya comenzó a dedicarse al ballet, y bailaba de forma clandestina. Los estragos de la guerra –la actriz sufrió anemia, problemas respiratorios y su delgadez era extrema– truncaron posteriormente su carrera como bailarina.
A pesar de ello, tras mudarse a Amsterdam después de la guerra, siguió estudiando junto a Sonia Gaskell y más tarde con Marie Rambert tras mudarse a Londres en 1948.
La actriz durante un espectáculo navideño en el teatro de Cambridge en 1949. Foto: Getty Images
Patito feo
Aunque parezca mentira, su madre le llamaba "patito feo" de pequeña. Años después, este sobrenombre ha quedado más que olvidado y es considerada como una de las actrices más atractivas de la gran pantalla gracias a su frágil belleza, completamente alejada del prototipo de 'mujer con curvas' que lideraba Marilyn Monroe.
Retrato de la actriz en 1954. Foto: Getty Images
Vacaciones en Roma
Dicen que todos los caminos llevan a Roma, y su carrera cinematográfica comenzó en la capital italiana, tras su fallida interpretación en 1951 en la película Risas del paraíso. En 1953 el director William Wyler se quedaba prendado de la naturalidad de Audrey en la prueba de cámara, y se olvidaría de Elizabeth Taylor para contratar a la actriz como protagonista de Vacaciones en Roma. "Es absolutamente encantadora", comentaba el director.
Lo mismo pensaba su compañero de reparto Gregory Peck, quien solicitó que el nombre de la actriz tuviera la misma importancia que el suyo en el cartel de la película. El actor predijo que Audrey se llevaría el Oscar... y no se equivocó.
Audrey junto a Gregory Peck jugando a las cartas durante el rodaje de Vacaciones en Roma en 1953. Foto: Getty Images
Primer Oscar
En 1953 nacía una estrella. Audrey recogía su primer Oscar por la interpretación de la icónica Vacaciones en Roma –vestida de Givenchy, por supuesto–, comenzando su carrera en Hollywood por la puerta grande.
Audrey posa con su premio y contesta a los preguntas de los periodistas. Foto: Getty Images
Primer amor: Mel Ferrer
Se casó por primera vez con el actor Mel Ferrerel 25 de septiembre de 1954, a quien conoció en una fiesta organizada por Gregory Peck. Duraron poco más de una década pero dejaron algunas de las más imágenes más románticas de Hollywood.
La pareja fotografiada a las afueras de París en 1956. Foto: Getty Images
Portada de Harper's Bazaar
Durante los años de matrimonio de Audrey junto a Mel Ferrer, la actriz alcanzó la cumbre. Icono de estilo, y actriz de moda, se convertía en chica de portada de la mano del prestigioso fotógrafo Richard Avedon para Harper's Bazaar en abril de 1956.
Portada de Harper's Bazaar con Audrey Hepburn como portada.
Primer hijo
Durante los doce años que duró el matrimonio con su primer marido, la actriz sufrió cinco embarazos fallidos, algo que marcó a Audrey para siempre y que provocó serios problemas entre la pareja de actores. En 1960 llegaba al mundo Sean Ferrer, primer hijo de Audrey.
Audrey junto a Mel Ferrer y su hijo Sean. Foto: Getty Images
Cinco nominaciones a los Oscar
Después de ganar su primer Oscar, estuvo nominada cuatro veces más. En 1954 por Sabrina, en 1959 por Historia de una monja, 1961 por Desayuno con diamantes y en 1968 por Wait until dark. Además recibió el Premio Humanitario Jean Hersholt en 1992.
La actriz en los Premios de la Academia de 1975. Foto: Getty Images
Premio español
De todos los premios que ha recibido la intérprete durante su carrera cinematográfica hay que destacar uno con incipiente sabor español. La actriz recibió la Concha de Plata del Festival de Cine de San Sebastián por su papel en Historia de una monja.
La actriz durante una visita en Madrid en 1966. Foto: Getty Images
Frases
La cita más completa de la actriz: "Pienso en rosa. Creo que reírse es la mejor manera de quemar calorías. Creo en los besos, en besar mucho. Creo en ser fuerte cuando todo parece ir mal. Y creo que las chicas felices son las más bellas. Creo que mañana es otro día y creo en los milagros".
La actriz sonríe posando en la playa en 1951. Foto: Getty Images
Musa de Givenchy
Hubert de Givenchy se convirtió en el diseñador fetiche de la actriz, y Audrey en su musa. Su relación profesional comenzó tras el papel de la actriz en Sabrina, película en la que el diseñador realizó todo el vestuario, aunque Givenchy no se tomó la decisión demasiado bien, ya que pensaba que iba a vestir a Katherine Hepburn. Desde entonces se convirtió en su modisto de cabecera y en uno de sus grandes amigos.
Hubert de Givenchy y Audrey paseando por París en 1978. Foto: Getty Images
Su perfume
Además, el perfume de L'Interdit de Givenchy estaba inspirado en ella. Lanzado en 1957, erauna fragancia con olor de especias, mandarina, melocotón, bergamota y fresa, además de iris, violeta, narcioso, raíz de lirio o rosa en el corazón, y sándalo y ámbar entre las notas de fondo.
La actriz posa con uno de los looks más reconocidos de la película Desayuno con Diamantes, todo de Givenchy. Foto: Getty Images
Segundo matrimonio: Andrea Dotti
La actriz se casa de nuevo en una ceremonia civil con el psiquiatra italiano Andrea Dotti en 1969, en la localidad suiza de Moregues. Un año después, nace su segundo hijo Luca Dotti. Infidelidades y otros problemas conyugales acabarían con su segundo matrimonio.
La búsqueda del amor y tener una familia fue siempre una de las mayores motivaciones de la actriz, y no conseguirlo profundizó la tristeza que transmitía la actriz durante sus actuaciones.
Aún así, esta imagen quedaba para el recuerdo por su sencillo conjunto de novia, formado por un minivestido de cuello cisne y pañuelo a la cabeza para casarse un frío día de enero. Por supuesto, todo firmado por Givenchy.
Audrey y Andrea Dotti a la salida de la ceremonia civil. Foto: Getty Images
Desayuno con diamantes
Tras su papel en Breakfast at Tiffany's, Audrey se convertía en icono mundial de estilo. Su imagen más sofisticada -con mechas en el pelo–, un vestuario diseñado por Givenchy –en el que destaca uno de los vestidos más famosos de la historia del cine– y Nueva York como telón de fonda, eran los ingredientes de esta película –basada en una novela de Truman Capote– que encumbró a Audrey hacia lo más alto.
Desayuno con diamantes dejó escenas para el recuerdo, como el beso bajo la lluvia de Audrey y el atractivo George Peppard. Nos hizo soñar con las joyas de Tiffany, cantar con Moon River y frases para recordar. Desde entonces, no sólo existen los días negros, también existen los rojos.
Fotograma de la película Desayuno con diamantes. Foto: Getty Images
Suiza
Audrey decidió mudarse a Suiza en 1963, alejándose de la caótica sofisticación de Hollywood y se dejaba encandilar por el pueblo de Tolochenaz-sur Morges, a orillas del lago Lemán. Los valles suizos se convertían así en su refugio durante treinta años.
La actriz posa en un barco en Suiza en 1950. Foto: Getty Images
Amigos de moda
La actriz siempre tuvo una notable relación con la industria de la moda, y su presencia en eventos y revistas de moda era habitual. Su estilo impecable en la alfombra roja copaba páginas de revistas, y todavía hoy sigue considerada una de las mujeres mejores vestidas. Además, contaba con grandes amigos dentro de este mundo, como Óscar de la Renta.
Audrey junto al diseñador Óscar de la Renta en la gala del Council of Fashion Designers of America en 1988. Foto: Getty Images
Embajadora de Buena Voluntad
La actriz decidió buscar la felicidad ayudando a los demás, y en 1988 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de Unicef. Viajó de forma incansable a varios países como El Salvador, Guatemala, Honduras o Vietnam para ayudar en numerosos proyectos de voluntariado.
Audrey acudía pocas veces a eventos cinematográficos y solo se hablaba de ella por su acciones benéficas. Durante esta época conoció al último amor de su vida: Robert Wolders, con quien compartía sus ganas de ayudar a los demás.
En 1993 nos decía adiós, de forma discreta –adjetivo que la caracterizó durante toda su vida–, por culpa del cáncer.
Audrey nombrada Embajadora de Buena Voluntad en 1988. Foto: Getty Images
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