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Dirección: James Gray
Reparto: Joaquin Phoenix, Marion Cotillard, Jeremy Renner, Dagmara Dominczyk, Antoni Corone
Título en V.O: The Immigrant
Nacionalidad: USA Año: 2013 Fecha de estreno: 27-06-2014 Duración: 117 Género: Drama Color o en B/N: Color Guión: James Gray, Ric Menello Fotografía: Darius Khondji Música: Christopher Spelman
Sinopsis: 1921: Al llegar a Estados Unidos procedentes de Polonia, Ewa (Marion Cotillard) debe separarse de su hermana, enferma de tuberculosis. Sola y desamparada, cae en las garras de Bruno (Joaquin Phoenix), un proxeneta que la obliga a prostituirse. Hasta que la llegada de Orlando (Jeremy Renner) le ofrece la esperanza de una vida mejor.

Crítica

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Lo mejor: Marion Cotillard y su quebradiza sensibilidad.
Lo peor: la preciosista morosidad de su tono.

James Gray dice que el rostro de Marion Cotillard es como el de Renée Falconetti en 'La pasión de Juana de Arco' (Carl Th. Dreyer, 1928). Añadiríamos que, según el perfil que le iluminen, podría ser el de Lillian Gish o Janet Gaynor, y que así la filma Gray, feliz de haber encontrado la pureza virginal de una lágrima enormemente fotogénica, capaz de expresar el dolor del mundo con la lánguida expresividad de una mártir del cine mudo. Es obvio que el director de 'La noche es nuestra' (2007), tan aficionado a la cita culta y a la teorización a la francesa en las entrevistas, piensa en el melodrama clásico en 'El sueño de Ellis', y quizás el problema de la película sea ese.

Películas como 'Stella Dallas' (King Vidor, 1937) o 'Amarga victoria' (Edmund Goulding, 1939), con sus mujeres sufrientes y sacrificadas, no necesitaban pensar en sí mismas para resultar intensas. Y, a pesar de la perfección icónica de Cotillard, y de la sensibilidad de su interpretación y de la de Joaquin Phoenix, proxeneta que la rescata de la calle neoyorquina en los violentos años 20, da la impresión que 'El sueño de Ellis' es, más que un melodrama, un ensayo rumiante sobre el melodrama. Todo es hermoso y está en su sitio, pero sólo en su maravilloso tercio final la película alza el vuelo, y nos hace recordar que Gray ya había sabido tocarnos el corazón en 'Two Lovers' (2008).