La serpiente : el psicópata asesino de turistas en Asia.

Viernes, 29 marzo 2024, 06:00

Hace algo más de tres años, la BBC sorprendió a todo el mundo estrenando el uno de enero ‘La Serpiente’ una historia basada en hechos reales y en la vida del psicópata Charles Sobhraj llevada a la pantalla de forma apasionante y con una gran tensión.

‘La serpiente’ nos muestra de forma detallada la personalidad de uno de los seres más abyectos que circulaba por las autopistas hippies asiáticas durante los años setenta, con unas grandes interpretaciones en los cuatro papeles protagonistas y que llegó a España de la mano de Netflix.

Esa disponibilidad actual me ha parecido una buena excusa para recordar una serie relativamente reciente, pero que la enorme celeridad de la caducidad de los estrenos incesantes la ha dejado postergada en el fondo del catálogo, por lo que nunca viene mal hacer un recordatorio elogioso como el que vamos a realizar a continuación.

Ficha: La Serpiente 8 ep 60 min .Ene 2021. Cadena: BBC ( UK) / Netflix (E)

La trama :

La primera escena de ‘La Serpiente’ nos muestra a Charles Sobhraj en los años noventa detenido y negando su participación en todos los delitos que se le acusan.

Tras ese impacto inicial empieza a desgranar su historia centrada en su base de operaciones de Bangkok, pero con continuos saltos temporales y por muchos lugares de Asia, para irnos detallando su larga lista de asesinatos y tropelías varias.

‘La Serpiente ’ disecciona quirúrgicamente toda la biografía de Charles Sobhraj que con diversos pseudónimos fue sembrando el terror entre los hippies que recorrían los países asiáticos durante los años setenta.

Su modus operandi consistía en acercarse a los incautos turistas hippies para ofrecerles su ayuda desinteresada para ir ganarse poco a poco su confianza, para poder desvalijarlos de todas sus pertenencias de valor y seguir financiando su lujoso tren de vida.

Poco a poco fue subiendo de nivel y para no dejar huellas empezó a asesinarlos con una frialdad glacial como un verdadero psicópata que pone los pelos de punta y  que no siente absolutamente nada por el resto del mundo, como muestran en el tráiler de la BBC

Al otro lado de la balanza tenemos a un diplomático neerlandés Herman Knippenberg que está obsesionado con encontrar el paradero de dos turistas de su país desaparecidos en Bangkok, sin dejar rastro.

Knippenberg y su mujer Angela hacen todo lo posible para conocer la verdad de lo sucedido a sus compatriotas ante la desidia de la policía tailandesa y no cejan de investigar por su cuenta hasta encontrar al responsable de los hechos que no es otro que el infame Charles Sobhraj.

Esos dos bandos son los que conforman el esqueleto de ‘La Serpiente’ con esos saltos temporales que nos van a ir mostrando como si fuera un documental de naturaleza como el depredador que es Charles Sobhraj y sus dos cómplices, se camuflan para localizar y capturar a sus ingenuas victimas, incapaces de ver lo que les viene encima.

Destaca por encima de todo la interpretación del actor francés Tahar Rahim ( The Looming Tower) que da verdadero miedo y pavor como el psicópata Charles Sobhraj y sobre todo la de Jenna Coleman (Victoria, Doctor Who) como su amante y cómplice del Quebec, Marie-André, que ve como su fascinación y admiración por la figura de Charles le va a condenar a su mismo infierno, a pesar de que ella si es consciente del mal que están haciendo.

Esa pareja criminal se come la pantalla en todas sus interacciones gracias al excepcional trabajo de ambos actores que trasladan a la perfección las personalidades de los personajes reales de ‘La serpiente’

No les van  a la zaga las interpretaciones de Billy Howle ( MotherFatherSon) y Ellie Bamber (Los Miserables, El Juicio de Christine Keeler) como el matrimonio de diplomáticos Knippenberg, los verdaderos causantes de localizar y capturar a ese asesino en serie.

Una particularidad interesante de la serie es la ausencia casi absoluta de la policía en las investigaciones, siempre encabezada por los Knippenberg pero con la ayuda de la red diplomática de otras embajadas en Bangkok con turistas desaparecidos, con cameos tan disfrutables como el australiano Damon Herriman ( Justified, Mindhunter).

El creador de la serie ha sido el guionista Richard Warlow que empezó a trabajar en esa posible historia en el año 2013 tras recibir un encargo del director Tom Shankland, con el que estaba trabajando en ‘Ripper Street’, creada por Warlow,  para escribir una biografía de ese malvado personaje.

Warlow tuvo la suerte de poder contactar con los dos miembros del matrimonio Knnipenberg, ahora divorciados,  que le proporcionaron innumerables informaciones y detalles sobre ese personaje real, pero sobre todo le permitió estructurar la trama centrada en el relato de la figura del diplomático como observador externo de las tropelías de Charles Sobrhaj por todo el sudeste asiático.

Otro aspecto curioso es la utilización de actores ingleses para todo tipo de personajes de otros países que resuelven de forma brillante en especial Jenna Coleman, con su ingles con acento francés, además de su sorprendente dominio del francés quebecois. Billy Howle no le está a la zaga con su acento neerlandés y eso proporciona una gran credibilidad a toda la historia.

Tengo que reconocer que disfruté mucho con la historia de ‘La Serpiente’ gracias a la gran fuerza de su historia central y su rodaje en tierras tailandesas que le proporciona ese aroma auténtico que hace que nos estremezcamos todavía más con las felonías del protagonista, que nunca son mostradas de forma explicita o morbosa, algo que siempre es de agradecer en estos tiempos donde la casquería barata es un recurso habitual.

Si se le traspapeló en su momento esta excelente serie, no duden en darle una oportunidad al tenerla en Netflix para conocer esa figura real de Charles Sobhraj, alias ‘La Serpiente’ por lo escurridizo que fue durante toda su vida, por lo que voy a finalizar este recuerdo con un video de la BBC donde explican cinco detalles sobre la figura real de ese abyecto personaje.

Para cualquier comentario no dudéis en contactarme aquí o a través de mi cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino