A la tercera va la vencida. Will Smith lograba por fin el Oscar al mejor actor protagonista, después de sus nominaciones por Ali y En busca de la felicidad. Un momento agridulce después de su enfrentamiento a Chris Rock en pleno directo. El estadounidense recibía así el premio gracias a su participación en El método Williams, el biopic sobre el padre de las tenistas Venus y Serena Williams.
El método Williams cuenta la vida de Richard Williams, el hombre detrás del éxito de dos las deportistas más célebres de todos los tiempos. Sus técnicas arriesgadas y poco convencionales les llevaría de las calles de Compton (California, EE UU) al mundo entero. Una descarnada interpretación en la que Smith lo daba todo.
Después de su paso por la cartelera de la mano de Warner Bros., la película dirigida por Reinaldo Marcus Green aterrizaba en HBO Max. Además, la plataforma de video on demand también cuenta en su catálogo con otra de las grandes vencedoras de esta edición: Dune.
Smith también optaba a una segunda estatuilla dorada por el filme, puesto que había ejercido como productor del mismo. Sin embargo, el reconocimiento a la mejor película recaía finalmente en CODA, que también conseguía hitos como el primer Oscar a un intérprete masculino sordo.
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