"El mundo ha cambiado. Lo siento en el agua. Lo siento en la tierra. Lo huelo en el aire. Mucho se perdió entonces, pero nadie vive ahora para recordarlo"

Con estas palabras, hace exactamente veinte años, empezaba 'El señor de los anillos', una saga para dominarlos a todos: a la taquilla, a la crítica, a los premios y, sobre todo, al público. Con la ahora legendaria música sibilina de Howard Shore y la sugerente voz de Galadriel, un mundo mágico —completamente nuevo para muchos, reconocible para aquellos que habían leído las novelas de J.R.R. Tolkien— abrió sus puertas para demostrar que la fantasía cinematográfica de grandes dimensiones y ambiciones era posible en Hollywood.

El principal responsable fue el director Peter Jackson, que luchó durante años por llevar su visión de la Tierra Media a la gran pantalla, esquivando a aquellos productores que quisieron minimizarla y exhibiendo una fe incorruptible en los resultados que traería un rodaje de dieciséis meses en Nueva Zelanda. La primera entrega recaudó casi 900 millones de dólares en todo el mundo y sentó las bases para una comunidad fan que no ha dejado de suspirar por las aventuras de Frodo y compañía desde hace dos décadas. Junto con el estreno de 'Harry Potter y la piedra filosofal' también en diciembre de 2001, 'El señor de los anillos' marcó la siguiente época del género fantástico en Hollywood.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

En su crítica de 'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' para FOTOGRAMAS, Jordi Costa escribió:

"La titánica tarea de llevar al cine ese universo imaginario cerrado y poderoso, en una trilogía regida por la fidelidad al espíritu y a la letra, se podría haber quedado en pura machada neozelandesa si, detrás de ello, el estilazo de Peter Jackson no hubiese echado el resto para lograr trascenderlo todo en una experiencia absolutamente mesmérica: el autor de 'Mal gusto' logra que sintamos, en la piel, el poder maléfico del Anillo o el restallar de un látigo de fuego. La buena -¿excelente?- noticia es que no todo acaba ahí. Disfrutar de esta primera entrega de 'El Señor de los Anillos' proporciona el aliciente adicional de comprobar cómo esta fantasía fuera del tiempo puede, a su modo mágico y lateral, seguir hablándonos en presente de indicativo: a fin de cuentas, todo el asunto va de sinuosas turbulencias colectivas, aires de apocalipsis y poderes malignos cuya mirada incluso atraviesa la carne"

Costa alabó en aquel entonces la factura técnica —"nada hay en ella de aséptico videojuego, pese al gran tonelaje de magia digital"—, el gran desarrollo de los personajes y su existencia "avasalladoramente física", épica e impactante. No hay que olvidar cómo de revolucionaria fue la película en aquel entonces, en unos finales de los 90 en los que un proyecto de este tipo era un gran riesgo, en el que la fantasía no era el género favorito de Hollywood, aún sin los éxitos de sagas como 'Harry Potter' —que se estrenó, también, en 2001— para avalar la rentabilidad de la taquilla. Por no hablar de que un par de años más tarde, la tercera entrega, 'El señor de los anillos: El retorno del rey', se convirtió en una de las películas más premiadas de la historia de los Oscars con once estatuillas, una cifra solamente igualada por 'Ben-Hur' y 'Titanic'.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

Pero todo empezó con 'La comunidad del anillo'. Para muchos fans, sigue siendo la mejor de la trilogía, quizás por el factor nostálgico de ser la película que lo empezó todo, la introducción intachable a un mundo que nos sigue acompañando dos décadas después.

Cómo adaptar a Tolkien: las claves del éxito

Muchos lo han intentado, pero pocos lo han conseguido. La imponente obra de Tolkien tuvo algunas adaptaciones a lo largo del siglo XX —en 1978 Ralph Bakshi dirigió una versión animada de producción estadounidense, la Unión Soviética hizo su versión delirante de 'El señor de los anillos' a principios de los 90 y hasta los Beatles intentaron hacer la suya con un enfoque musical y John Lennon interpretando a Gollum—, pero tuvo que llegar el nuevo siglo para obtener la adaptación definitiva. ¿cuál fue la clave de su éxito? ¿Cómo salió Peter Jackson airoso de tamaño reto?

En una entrevista realizada antes del estreno de 'El señor de los anillos: La comunidad del anillo', el director explicó que hubo dos aspectos en particular que ayudaron al éxito de esta adaptación. Dos claves que convirtieron esta —y sus dos secuelas— en algunas de las mejores películas de fantasía de todos los tiempos.

Los Beatles intentaron hacer una versión musical de 'El señor de los anillos' con John Lennon interpretando a Gollum

Primero: no tratarla como una película de fantasía, sino como una película histórica. Así lo explica Jackson: "Fue importante porque el género de fantasía, en términos de películas, no creo que haya tenido alguna vez un éxito maravilloso. Ha habido algunas películas que han estado bien, pero Hollywood parece no tener confianza en este género en particular por algún motivo". El director tiene parte de razón al apuntar esa falta de grandes éxitos de cine puramente fantástico en el siglo XX —aunque los hay: ahí están 'Dentro del laberinto', 'Willow' o adaptaciones de la leyenda artúrica como 'Excalibur'—, y por eso, dijo, el enfoque tenía que ser distinto. Tenía que ser como el que tuvo Tolkien al ponerse a escribir.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

Jackson explica esta diferencia entre la fantasía y la mitología en la misma entrevista para defender su perspectiva sobre la adaptación de 'El señor de los anillos' a la gran pantalla:

"Tolkien no estaba escribiendo fantasía. No creo ni por un segundo que estuviera escribiendo una historia de fantasía. Ni un segundo. Era un profesor de Oxford que dedicó su vida al amor por la mitología. Mitología antigua. Que no es fantasía. Es muy diferente. La mitología es diferente de la fantasía. Y Tolkien siempre lamentó el hecho de que la mitología de Inglaterra hubiera sido erradicada por la invasión normanda en 1066. La mitología se basa en historias orales que se transmitían de generación en generación antes de que apareciera la imprenta. Ya sabes, la mitología griega, el Caballo de Troya y Aquiles y cosas así. Sobrevivieron a través de los años. Las grandes sagas nórdicas sobrevivieron a través de los años. Pero Inglaterra... Cuando los normandos invadieron, todas las historias que se habían nutrido habían sido erradicadas. Entonces, la mitología de Inglaterra fue más medieval, cosas como Robin Hood y el Rey Arturo"

En estas reflexiones encontramos el ADN de la adaptación más épica jamás realizada de 'El señor de los anillos'. Más adelante en la entrevista, Jackson continuó explicando que todo el equipo trató a Aragorn, Frodo y compañía como si fuesen figuras históricas reales, como si formasen parte de la historia y hubiesen existido entre orcos y elfos hace miles de años. Buscaban esa autenticidad para responder a la lógica de la fantasía: los creadores tienen que creérselo tanto como sus espectadores.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

¿Y la segunda clave? Mantener intactos los mensajes que Tolkien quería transmitir con la historia. 'El señor de los anillos' es una historia construida sobre la realidad, sobre los horrores de la Primera Guerra Mundial, los miedos a los avances tecnológicos y la destrucción de la naturaleza en el contexto de la Revolución Industrial. Es un relato sobre la pérdida de inocencia y el libre albedrío, sobre la lucha por la libertad, el peligro que nace de la avaricia y la acumulación de poder sobre una sola persona. En la misma entrevista, Jackson afirma que no quería imponer sus propios mensajes o ideas en la historia, que quería mantener todo lo que estaba escrito sobre el papel. Los paralelismos con el presente vendrían solos.

'El señor de los anillos' es una historia construida sobre los horrores de la Primera Guerra Mundial, los miedos a los avances tecnológicos y la destrucción de la naturaleza

¿Y otra clave del éxito que Jackson no mencionó? Contar con productores que creyesen en su visión, no como Harvey Weinstein. El productor de Miramax, que caería en desgracia en tiempos del movimiento #MeToo tras ser acusado de acoso sexual por decenas de mujeres, estuvo a punto de convertirse en una de las principales figuras detrás de 'El señor de los anillos'. Pero sus demandas incluían reducir el presupuesto estimado de la saga a la mitad —unos 75 millones de dólares— y hacer una película en lugar de dos, que era el plan inicial. Peter Jackson se mantuvo firme y logró encontrar otro hogar en New Line Cinema, que no solo pagó lo que le debían a Weinstein por su confianza inicial —20 millones de dólares con los que trabajaron en la preproducción—, sino que apostó hasta las últimas consecuencias por un proyecto faraónico que bien podría haberse estrellado estrepitosamente. Por suerte, la apuesta fue más que acertada.

Un elenco y un escenario de proporciones épicas

Tras veinte años, sería casi imposible imaginarse 'El señor de los anillos' con otros actores. ¿No es la mirada azulada de Elijah Wood como Frodo la más pura representación de la inocencia rota? ¿No son las hermosas facciones de los rostros de Orlando Bloom y Liv Tyler perfectas para los elfos? ¿No ofrece Ian McKellen una de las mejores interpretaciones de su carrera como Gandalf, tanto que incluso lo nominaron al Oscar? ¿No tienen Dominic Monaghan y Billy Boyd la guasa y carisma contagiosos de Merry y Pippin? Y podríamos seguir hasta el infinito, desde la voz rocosa de John Rhys-Davies como Gimli hasta la fragilidad en las expresiones de Ian Holm como Bilbo Bolsón. Ahora bien, como en cualquier producción cinematográfica, hubo muchos elencos soñados antes de llegar al definitivo.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

Cómo de diferente hubiese sido la trilogía con, por ejemplo, Daniel Day Lewis como Aragorn. El actor de 'Pozos de ambición' era la primerísima opción de Peter Jackson para interpretar al Montaraz convertido en Rey de Gondor, e incluso le insistió varias veces —sin éxito— para que aceptase. El estudio, por su parte, quería a Russell Crowe, que terminó por rechazarlo por coincidir con 'Una mente maravillosa'. E incluso Nicholas Cage podría haberse convertido en el personaje de no haberlo rechazado por no querer comprometerse con toda una trilogía. Finalmente Stuart Townsend fue elegido, pero el director tuvo una revelación clarísima y puso a Viggo Mortensen en su lugar. El resto es historia.

Hay otras historias igualmente curiosas sobre cómo se conformó el elenco de 'El señor de los anillos'. Por ejemplo, la forma en la que Elijah Wood convenció al equipo de la producción de que él era el único Frodo posible. En una entrevista con GQ, el actor contó que les envió un vídeo en VHS para el casting, pero lo que vieron ahí dentro no fue a Wood leyendo el guion, sino algo bastante más sorprendente. "Fui a un entrenador vocal para aprender el dialecto y recluté a algunos amigos, incluido George Wang, que es guionista y cineasta. Salimos al bosque en Griffith Park y filmamos dos de las secuencias para la prueba allí y una en mi casa", recordó, explicando que cada una de esas escenas representaba diferentes etapas en el viaje de Frodo. Wood estaba mostrándoles su amplio registro dramático y, sobre todo, su profundo conocimiento del personaje creado por Tolkien.

Daniel Day Lewis fue la primera opción de Peter Jackson para el papel de Aragorn y Sean Connery estuvo a punto de convertirse en Gandalf

Más allá de estos dos protagonistas, hubo todo tipo de detalles curiosos en la elección del numeroso reparto. Sean Connery estuvo a punto de convertirse en Gandalf, pero al parecer no le interesó lo más mínimo la historia ni entendía realmente de qué iba todo, y lo mismo con Christopher Plummer, para el que fue más una cuestión de no querer estar más de un año afincado en Nueva Zelanda. La pareja real formada por Ethan Hawke y Uma Thurman podrían haber formado parte del elenco en los papeles de Faramir y Arwen. Liam Neeson podría haber sido Boromir y haber sucumbido al poder del anillo único. Tantas posibilidades que ahora quedan para los libros de anécdotas.

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'El señor de los anillos: La comunidad del anillo' (2001)

Lo que sí obtuvimos fue un reparto increíble cuyas vidas jamás volverían a ser las mismas después de pasar por la Tierra Media. Y lo mismo puede decirse de su incomparable escenario: Nueva Zelanda. Según Tourism New Zealand (vía Forbes), ha habido un aumento del 50% en las llegadas al país desde el estreno de 'El señor de los anillos' en 2001. "El éxito de las películas definitivamente ha tenido un impacto significativo en el turismo, esencialmente impulsando a Nueva Zelanda como destino a la escena mundial", decían desde la organización neozelandesa en una entrevista reciente con Matador, en la que confirmaban este interés de buena parte de los turistas extranjeros por visitar los sets de rodaje —aún intactos, como Hobbiton— y otros lugares relacionados con el mundo de la Tierra Media. Desde luego, la exitosa trilogía marcó un antes y un después para muchos, fuesen espectadores, actores o residentes de Nueva Zelanda.

El legado (casi) perfecto de la Tierra Media

Hay éxitos de la historia del cine que no han perdido ni un ápice de su impacto inicial. Y su legado se ha demostrado eterno, indestructible, perenne. Así ocurre con 'El señor de los anillos', que volvemos a ver veinte años después con la misma sensación de asombro por sus logradísimos efectos especiales, con la misma emoción por el trayecto de sus carismáticos personajes, con el mismo amor por el mundo creado en la pantalla a través de las palabras de Tolkien. Cuando algo se hace tan bien, está destinado a sobrevivir para siempre.

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Éowyn, Galadriel y Arwen en 'El señor de los anillos'

Ahora, cuando celebramos un aniversario, no solo hay que destacar lo extraordinario. La gran espinilla que queda clavada en muchas fans es la falta de mujeres entre el elenco protagonista. Ojo, esto no quiere decir que no haya grandes personajes femeninos: Arwen desafía a su familia y a toda la comunidad élfica por amor, Galadriel es poderosísima y Éowyn es una luchadora valiente que acaba protagonizando uno de los momentos más feministas de la trilogía. Pero en un elenco con decenas de personajes, y una Comunidad del Anillo formada íntegramente por hombres, esto sabe a poco. Incluir esta lectura de género al celebrar el legado de 'El señor de los anillos' no es una manera de boicotearlo, sino de tener una mirada más amplia, de criticar cómo esta voluntad de "rigurosidad histórica" respecto a los roles de género en un entorno medieval quizás no tiene sentido cuando hay dragones volando en el cielo y magos luchando contra monstruos gigantes. Dada la influencia que ha ejercido Tolkien y estas adaptaciones en las fantasías medievales posteriores, es pertinente señalar aquello en lo que se puede mejorar. ¡Que no se enciendan los fuegos de Mordor por apuntarlo brevemente!

Consigue maravillarnos a pesar de haberla visto ya miles de veces. Si esa no es la definición perfecta de la magia del cine, se le acerca bastante

Con lo magnífico y lo mejorable, 'El señor de los anillos' sigue siendo una de las sagas imprescindibles de nuestro tiempo, y una de las pocas con un poder casi sobrenatural: el de conseguir maravillarnos a pesar de haberla visto ya miles de veces. Si esa no es la definición perfecta de la magia del cine, se le acerca bastante.

preview for La inolvidable BSO de ‘El señor de los anillos’
Headshot of Mireia Mullor
Mireia Mullor

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.

En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.

Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.