Joan Laporta confirmó este lunes para EFE que si el 'fair play' financiero les permite inscribir a otro jugador, a parte de Vitor Roque, tratarán de firmar a un centrocampista en una operación parecida a la que se hizo con Edgar Davids: "Si conseguimos tener 'fair play,' la idea es tener a un centrocampista que de alguna manera compense la baja de Gavi. Sería una cesión hasta finales de temporada, como hace muchos años hicimos con Edgar Davids".
El neerlandés se caracterizaba por sus rastas y sus gafas (padecía glaucoma ocular), unos rasgos que lo han convertido en uno de los futbolistas más carismáticos de todos los tiempos. A lo largo de su carrera defendió los colores del Ajax, Milan, Juventus, Barça, Inter, Tottenham, Crystal Palace, Swansea y Barnet, club en el que se retiró, pero la afición azulgrana siempre le recordará por su paso por la Ciudad Condal.
Edgar Davids en un encuentro ante el Mallorca
El futbolista era un todoterreno que abarcaba mucho espacio en el centro del campo. Su garra y esfuerzo eran innegociables y además presumía de un gran toque de balón. Logró alzarse como campeón de la Champions del 1995 con el Ajax de Van Gaal, por lo que ya era jugador experimentado antes de su llegada a Barcelona.
Davids firmó por el Barça en el mercado de invierno de 2004, un momento bastante complicado en los inicios del primer mandato del actual presidente azulgrana. Joan Laporta acababa ser elegido como el máximo mandatario culé y a mediados de enero el club catalán era séptimo con 27 puntos en 19 partidos, lejos del Valencia que era líder con 43, 16 más que los azulgranas.
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A principio de ese curso 2003-04 el fichaje de Ronaldinho inundó de ilusión al barcelonismo, pero el equipo de Rijkaard no acababa de funcionar. A pesar de los grandes nombres como Puyol, Xavi o Luis Enrique el Barça venía de una sequía de cinco temporadas sin lograr un título y faltaba esa pieza que ayudase a 'carburar' al equipo, ese fue Davids.
Edgar llegó al Barça con la intención de ayudarlo a lograr clasificarse para la Champions. Debutó el 17 de enero de 2004 ante el Athletic Club y a partir de ahí cambió la dinámica culé. Antes de su llegada, el equipo catalán sumaba siete victorias, seis empates y seis derrotas. Al final de temporada los azulgranas no solo lograron la clasificación holgadamente, sino que acabaron segundos a cinco puntos del Valencia, que se alzó campeón.
Davids junto a Laporta, Txiki y Rijkaard el día de su presentación
Con Davids lograron 14 victorias, dos empates y una derrota, y si no hubieran perdido ante Celta (1-0) y Zaragoza (2-1) en las últimas tres jornadas, el Barça podría haber optado incluso al título, ya que los valencianos cayeron en sus dos últimos partidos.
Tras finalizar la temporada los caminos de Davids y Barça se separaron. Dejó una gran herencia en el club y la afición estaba con él, ya que entendió que la mejora del equipo estaba muy relacionada con la llegada del neerlandés. En el Barça sospechaban de que el futbolista ya había llegado a un preacuerdo con el Inter y aunque hubieron contactos Barça - Davids, siempre quedará la duda de por qué el neerlandés no siguió en el equipo azulgrana.
Portada de MD del 13 enero de 2004
Ese año sirvió de antesala para todos los éxitos que llegaron a continuación. En la temporada siguiente el club culé se siguió reforzando con grandes futbolistas como Deco, Eto'o, Giuly, Edmilson, Bellety o Silvinho. En ese curso 2004-05 el Barça logró ganar LaLiga y en la 2005-06 se alzaron como campeones de la Champions en el Stade de France de París.
Edgar Davids llegó y en seis meses sentó las bases de un Barça campeón. Por lo que es normal que Laporta 'quiera a un Davids', pero conseguir el impacto que logró el neerlandés es muy difícil, por no decir imposible.