Nadie hubiera podido sospechar allá por el mes de agosto, cuando arrancó la temporada, que Edgar Badía, santo y seña del Elche durante las anteriores cuatro temporadas, llegaría a ser rival y enemigo ese mismo curso del equipo ilicitano.

El portero catalán, ahora consolidado en la portería del Real Zaragoza, se enfrentará este domingo por primera vez al Elche, club del que salió cedido en el pasado mercado de invierno y al que volverá, si el conjunto maño no asciende, el 30 de junio.

No hay cláusula del miedo en esta ocasión por parte del Elche, como tampoco el Zaragoza ha puesto impedimentos legales en su cesión a que el atacante Sergio Bermejo, que realizó el camino inverso al del portero en enero, pueda jugar en La Romareda.

[El Elche pierde el hilo del ascenso tras caer contra el Oviedo y encadenar tres derrotas (0-2)]

Edgar Badía, tantas veces, santo y salvador del Elche, será el último obstáculo del conjunto de Sebastián Beccacece en su intento de recuperar la inercia positiva después de tres jornadas sin sumar, dos de ellas, además, sin marcar.

La salida del portero barcelonés, pieza clave en un ascenso y dos permanencias en Primera, fue una de las grandes sorpresas que dejó el mercado de invierno en la entidad del Martínez Valero.

Badía, que arrancó el curso como titular, se evaporó de las alineaciones de Beccacece en la octava jornada tras la goleada encajada en Burgos (4-0). A partir de ese momento se hizo con el puesto Miguel Sanromán, que disputó los 14 partidos de Liga siguientes, relegando a su compañero y amigo a los compromisos de la Copa del Rey.

En pleno mercado de invierno saltó la sorpresa cuando Beccacece desveló los contactos para firmar a un nuevo portero, Matías Dituro, abriendo de par en par la puerta de salida a Badía. Posteriormente, el técnico argentino desveló que fue claro, sincero y directo con el guardameta, al que le comentó que no iba a tener opciones de jugar, por lo que le invitó a buscar con tiempo y margen de maniobra minutos en otro equipo.

El Zaragoza pujó por el portero y acabó llevándoselo a cambio de asumir su ficha en el caso de un posible ascenso, algo poco probable tal y como se está desarrollando el campeonato. El catalán se adueñó de la portería maña nada más ser presentado y desde entonces ha disputado los 13 partidos de Liga. Ha encajado 11 goles y sólo en cuatro ocasiones ha logrado blindar su portería.

La espectacular irrupción de su relevo, Dituro, que sólo encajó un gol en sus primeros nueve partidos, amortiguó el impacto emotivo provocado por la salida por la puerta de atrás de un pedazo de historia de la entidad franjiverde.

Hace apenas unas semanas, el guardameta barcelonés, en declaraciones a un medio aragonés, no disimuló su deseo de seguir en Zaragoza la próxima temporada con independencia de la categoría en la que milite el equipo.

Badía, que no pudo despedirse desde el campo de la que fue su afición, tendrá el domingo al menos la ocasión de recibir el cariño del medio millar de seguidores ilicitanos que estarán en las gradas de La Romareda.