Un paseo con Madeleine (2022), de Christian Carion

Charles está desesperado, pues le abruman las deudas, y sólo le quedan dos puntos en su carnet de conducir, lo que supone un problema, pues se gana la vida como taxista, así que no puede permitirse agotarlos y quedarse un tiempo de brazos cruzados. Durante una jornada de trabajo por las calles de París recoge a Madeleine, una anciana de 92 años que se dirige a la residencia donde se alojará a partir de ese momento, a sugerencia de los médicos. A lo largo del trayecto, le contará a Charles que se ha quedado sola tras la muerte de su hija, y que en su momento cumplió condena en prisión por haber atentado contra su marido, un abusador. Además, la anciana le pedirá al conductor que se desvíe del trayecto para pasar por Vicennes, el barrio donde creció.

Christian Carion se pone al frente de una pequeña comedia dramática, sin muchas pretensiones, con muchos puntos en común con Paseando a Miss Daisy y Tess y su guardaespaldas, pues como aquéllas se compone casi exclusivamente de diálogos entre el chófer y la mujer madura a la que el primero transporta, aunque aquí abundan los flashbacks que reconstruyen el periplo de mademoiselle Madeleine. Con un tono amable, se habla del abandono que sufren los ancianos, pero también del problema de la violencia contra la mujer. Nada resulta demasiado sorprendente, pero da lo mismo.

El realizador ha recuperado como protagonista a Dany Boon, presente en su mejor trabajo, Feliz Navidad, al que empareja con la veterana Line Renaud. Ambos habían aparecido juntos antes en La casa de tus sueños, Bienvenidos al norte y Mi familia del norte, tres comedias disparatadas, pero aquí demuestran que también salen airosos cuando se les empareja en una historia con fondo dramático. También se debe citar a Alice Isaaz, que da vida a la joven Madeleine en las secuencias del pasado.