Estupefacción y desconcierto. Ese fue el sentimiento que despertó tanto en la afición culé como en la prensa brasileña el fichaje de Douglas Pereira por el FC Barcelona en verano de 2014. Una vez descartada por cara –la Fiorentina reclamaba 50 millones de euros- la incorporación del colombiano Juan Guillermo Cuadrado y con la continuidad de Dani Alves en el aire, el club azulgrana apostó por el de Monte Alegre de Goiás como relevo a largo plazo de uno de los mejores laterales derechos de la historia del deporte rey.
En Brasil no daban crédito
Douglas llegó a la Ciudad Condal previo pago de 4 millones de euros y con un bagaje de 109 partidos a sus espaldas en el Campeonato Brasileiro Série A -69 en Sao Paulo y 40 en el Goiás Esporte Clube-. Propiedad de la empresa ‘Traffic’, que previamente había traído a Can Barça a otros jugadores de rendimiento cuestionable –por decirlo finamente- como Keirrison o Henrique, en Brasil pocos daban crédito a que uno de los mejores clubs del mundo se fijara en un jugador de perfil bajo como Douglas, al que no se le adivinaban cualidades suficientes como para dar el salto al fútbol europeo.
Y el tiempo acabó demostrando que dichas dudas no eran infundadas. Douglas debutó en la quinta fecha de LaLiga Santander en La Rosaleda y no volvió a jugar en competición doméstica hasta la última jornada, ya con el vigésimo tercer título liguero de la historia del Barça bajo el brazo. Los de Luis Enrique alzaron el triplete, pero el brasileño jamás acabó por despejar las dudas generadas por su fichaje y después de una segunda campaña en la que tan solo disputó dos ratitos en Copa del Rey, el conjunto blaugrana decidió cederlo al Sporting de Gijón.
Douglas y Rakitic, en la Rúa dels Campions de Liga
En El Molinón llegó a portar el brazalete de capitán en algún choque y mostró un rendimiento que puede llegar a catalogarse de aceptable, aunque en ningún caso suficiente como para ganarse una segunda oportunidad en el FC Barcelona, que volvió a darle salida a préstamo. En este caso al Benfica luso, que tras solo cuatro meses ya quiso devolverlo basándose en una cláusula que indicaba que podría hacerlo si el futbolista no llegaba a un determinado número de partidos, pero la directiva azulgrana rechazó cancelar su cesión antes de lo convenido.
Mejor lateral de la Superliga turca
Su tercera cesión, ya sin posibilidad de regreso al Camp Nou al finalizar su contrato el 30 de junio de 2019, iba a llevar a Douglas a Turquía. En el Sivasspor, donde coincidió con otros viejos conocidos del fútbol español como su compatriota Robinho, Arouna Koné o el rumano Gabriel Torje, el zaguero firmó los mejores números de su carrera. 3 goles y 7 asistencias en 32 partidos de Superliga turca le convirtieron en el mejor lateral del campeonato y le permitieron subir un peldaño al fichar por el Besiktas, uno de los históricos del fútbol turco.
Firmado en plan estrella -1,5 millones de euros de prima de fichaje y 800.000 euros anuales- por las águilas negras, su luz se apagó rápidamente, en este caso debido a las lesiones. Se desgarró el fémur en febrero de 2020 y desde entonces no ha vuelto a disputar un solo minuto, pasando a engrosar la lista de futbolistas de los que quiere desprenderse el Besiktas en la actualidad. Con la treintena ya cumplida y contrato hasta final de temporada, veremos qué depara el futuro de uno de los peores fichajes de la historia del Barça.