Atlético de Madrid 0 - 0 Brujas: Simeone mata muriendo

Atlético de Madrid 0 - 0 Brujas

Simeone mata muriendo

Champions league / Jornada 4

El técnico no es capaz de ganar tampoco al Brujas, aleja al Atlético de la Champions y remata su burla a Joao Félix

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Simeone intenta controlar el balón aFp
José Miguélez

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El mejor Atlético de los que se habían visto este año en Europa, uno simplemente correcto tras tres insoportables, no bastó para la reanimación. Los rojiblancos no fueron capaces de ganar al Brujas, de marcarle un simple gol, y se alejaron un poco más de la siguiente fase de la Liga de Campeones. Cada vez más eliminado, Simeone aprovechó el partido para llevar su combate con Joao hasta la burla: lo tuvo todo el segundo tiempo calentando y no lo sacó nunca. Su Atlético se va a la lona.

El entrenador argentino sigue sin tenerlo claro. Se aferra al cargo y desde allí tira alineaciones y planes sin un criterio claro. No se sabe lo que quiere o lo que le gusta. Los jugadores, los que aún quieren confiar, no averiguan exactamente qué es lo que hay que creer. Cada día prueba una fórmula el técnico, a veces cada cuarto de hora. Y en ninguna de las versiones suele aparecer el Atlético. Señales del final de una época ante la que los que mandan, el que dirige y los que obedecen han decidido mirar hacia otro lado. Buena parte de la grada también huye hacia adelante, fiel al mejor recuerdo, aunque otra, cada vez más numerosa, se desespera y se desgañita, está harta. Agonía. El año se les va a hacer largo a los rojiblancos, y no solo por la camiseta (por más que se la ponen, las arcadas no se van).

Lo que no le gusta al Cholo, al menos una cosa, sí se sabe. Joao Félix. Un clásico ya a estas alturas del curso. El portugués desaparece de los onces y reacciona con malas caras y condenatorias sesiones de desgana. Ambos irritan en el combate, el jefe y el subordinado. Y así, el mayor talento que tiene este equipo se pierde un curso más por el desagüe. Griezmann, mientras, una vez el club sorteó la estrategia del minuto 60 (antes los despachos que la cancha), vuelve a ser intocable.

El Atlético regresó esta vez a la defensa de cinco, Witsel y Carrasco desaparecieron del mapa (ningún belga ante los belgas) y Correa le ganó su mejor sitio a Morata. Y el asunto empezó mal, pero solo pasajeramente. De la pérdida absurda de pelotas y los temblores, con un par de sustos del Brujas como peaje, se pasó a un tramo entonado de los madrileños, con secuencia de paredes, movilidad intencionada y buenas ocasiones. El dúo de arriba acarició el gol con insistencia, pero faltó puntería y sobraron los reflejos de Mignolet. Buena pinta. La mejor en semanas.

At. Madrid 0 - 0 Brujas

Liga de Campeones

  • At. Madrid: Oblak; Nahuel, Savic. Giménez, Saúl (Cunha, 73'); Koke (De Paul, 60'), Kondogbia (Witsel, 79'), Lemar (Carrasco, 60'); Correa (Morata, 60') y Griezmann.
  • Brujas: Mignolet; Odol, Mechele, Sylla, Buchanan (Mata, 84'); Skob Olsen (Meijer, 50'), Onyedika, Nielsen, Vanaken; Sowah y Jutgla (Balanta, 73').
  • Goles:
  • Árbitro: Makkelie (Holanda). Expulsó a Sowah (81'), por doble amonestación. Mostró amarilla a Buchanan, De Mil (ayudante del Brujas), Savic, Vanaken, Kondogbia y Mignolet.

Pese a todo, se alcanzó el descanso sin novedades en el marcador. Aunque con un sobresalto enorme. Un córner a favor de los rojiblancos que se convirtió en un repentino tiró en el pie. Nehuel (que llevaba unos minutos de lo más potable) corrió mal hacia atrás y se comió el recorte final de Buchanan en el otro área. Penalti aparentemente claro del que el VAR rescató a tiempo al Atlético descubriendo un pisotón previo del demonio canadiense al argentino.

El Atlético siguió insistiendo en el segundo tiempo, aunque sin desmelenarse. Koke dibujó pases avisados de mucho gol (cuando se enciende el capitán se enciende su equipo), pero Griezmann y Correa continuaron perdonando ante el intratable Mignolet. Cuando la pelota acabó en la red (dos veces), la posición del rematador fue ilegal. El Brujas permaneció de pie, apuñalando a la contra.

Sobre la hora de juego, Simeone siempre entiende que tiene que tocar algo. Cambios por reloj no por necesidad. Así que levantó el castigo a De Paul (no había vuelto a jugar desde su mentiroso permiso) y lo arrojó al césped junto a Carrasco y Morata. En el viaje sentó a Correa, a Lemar y, misterios de entrenador, a Koke. A Joao lo dejó calentando en la banda un rato más.

Al Atlético no le bastaba con su saludable aspecto (en comparación con los días previos), tenía urgencia, pero eso no se notó en los planes. De hecho, las sustituciones frenaron un punto la efervescencia rojiblanca y le apagaron la luz. Y enseñaron un Brujas más a gusto, negándose al encierro, queriendo la pelota y amenazando sin mucho éxito a Oblak.

Con la entrada posterior de Cunha (por Saúl), Simeone (desagradable hasta con el delegado, Pedro Pablo, al que maltrató para que fuera a protestar) insinuó algo de riesgo. Lo interpretó así también Hoefkens, que sentó al español Jutglá y colocó por él a un centrocampista. 73 minutos y Joao siguió calentando. El Atlético simuló un asedio al que el Brujas respondió silbando. En el 79', Simeone retiró a Griezmann y dio a entrada Witsel. Joao, humillado con descaro por su entrenador, dejó ya de calentar.

Morata y Cunha se estrellaron sucesivamente con Mignolet en el arreón final de los descuentos, ocasiones clarísimas con uno más, pero el Atlético no se levantó nunca. Más bien se quedó despidiéndose. Mientras el Brujas sí se clasificó, Simeone se acaba.

 

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