Diego Moreno: "Cada día veía menos fútbol"
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Entrevista

Diego Moreno: "Cada día veía menos fútbol"

Ha llegado con hambre a cientos de kilómetros. El lateral de Cintruénigo que pisaba hace un año El Sadar quiere sacarse la espina de su paso por el Mirandés y de momento lo está consiguiendo. En Cartagena rebrota la ilusión

Ampliar Diego Moreno, posando con su nueva camiseta el día de su presentación
Diego Moreno, posando con su nueva camiseta el día de su presentaciónF. C. Cartagena
Publicado el 22/02/2024 a las 05:00
A Miranda llegaba con un currículum del que no hubiera sospechado. En cosa de meses, Diego Moreno Garbayo (Cintruénigo, 22 años) acumulaba experiencias con 14 partidos entre Primera y Copa, la mitad siendo titular. El canterano era testigo directo de un ciclón de emociones que vivió el osasunismo. El salto del trampolín le llevaba a progresar en Segunda División. Fallido el préstamo, hoy busca reencontrarse en Cartagena.
¿Qué tal ha resultado el cambio del Mirandés al Cartagena?
El paso por ahora ha sido positivo. En Miranda, por decirlo así, estaba mentalmente fuera del equipo. Yo quería salir. No estaban contando conmigo. Necesitaba un cambio de aires. Creo que acierto viniendo al Cartagena. El equipo, el entrenador, la ciudad... Puedo decir que estoy muy a gusto y espero seguir así.
¿Qué se ha encontrado por allí?
Lo primero el tiempo, que aquí es mucho mejor (ríe). Lo que busca cualquier futbolista es jugar. Yo no lo estaba haciendo. Vengo cedido de Osasuna a Segunda y lo principal es tener minutos para seguir creciendo. Por eso he venido aquí.
¿Pasó muchos nervios en el mercado de invierno? Su salida del Mirandés no se materializó casi hasta el último momento.
Era difícil llevarlo. Yo en ese momento quería marcharme y me llegó lo delCartagena. Pasé una semana de incertidumbre. Cuando recibí la llamada de Julián (Calero, su actual entrenador), me transmitió esa confianza que yo creo que necesitaba. Fue ese empujón anímico. Y aquí estoy.
“Diego ha hecho un trabajo extraordinario”. Fueron palabras de su nuevo técnico el día de su debut hace unas semanas. ¿Vuelve a sentirse valorado?
Uno se tiene que sentir valorado para rendir al máximo nivel. Vi esa rueda de prensa y me sacó una sonrisa porque lo necesitaba. Fue casualmente contra el Mirandés.
Ha jugado ya dos partidos, el último como titular en La Romareda. Después de la inactividad, ¿cómo se ha encontrado de ritmo?
Me he encontrado bien porque estoy entrenando a tope todos los días. En Miranda, me centraba en entrenar para mí. Sabía que no iba a jugar, pero no me podía dejar llevar. Tenía que mantener una intensidad y estar preparado para jugar al cien por cien por si me tocaba salir, aunque en realidad no lo iba a hacer. Cuando salió la opción del Cartagena, intentaba entrenar todavía mejor para estar lo mejor posible cuando hiciera el cambio de equipo.
¿Cómo encaja su juego con el estilo del equipo?
El míster me da esa libertad para atacar, que es lo me gusta. Aquí defendemos con bloque más bajo, pero eso es adaptarse. Creo que me he adaptado rápido. El modelo de juego del míster es estar juntitos. Cuando atacamos, me da esa libertad de la que hablo. Creo que es bueno para mí.
Llevan una racha impresionante en 2024. De ser colistas, a sacar 16 de los últimos 18 puntos.
El equipo ya estaba en buena dinámica cuando llegué. Los compañeros me comentaron que la situación había sido muy difícil. Cada vez estamos mejor, que es lo importante. Sacamos puntos en casa y fuera. La victoria del otro día (en Zaragoza) sirve para coger más confianza. Este fin de semana jugamos contra el Elche. Vamos otra vez a intentar sacar los tres puntos.
Le queda temporada para disfrutar de muchos minutos. ¿Siente más hambre después de lo que le pasó en Miranda?
La ilusión yo no la he perdido nunca. Desde pequeñito, he querido ser futbolista. Pero sí, esos seis meses en Miranda me han hecho sacar esa rabia, esas ganas de querer demostrar por qué estás ahí. A Cartagena he venido con ese hambre de querer demostrarlo. A ver qué deparan estos meses.
¿Qué pasó en el Mirandés? Era extraño porque le ficharon desde la pretemporada.
Empecé jugando, pero luego salí del equipo. Hay una persona que decide quién tiene que jugar y quién no. Es el entrenador (Alessio Lisci). Dejó de contar conmigo. Sus motivos tendría, no sé.
¿Cómo hizo esa digestión emocional de no contar en la cesión?
Mentalmente es difícil. Yo pasé de jugar en Primera con Osasuna contra los mejores equipos a no jugar prácticamente en Segunda. Cada día veía menos fútbol. Quería desconectar del fútbol, hablar menos del fútbol. No han sido meses fáciles, pero me considero una persona fuerte de cabeza. Lo he sabido llevar. Me centraba en estar preparado para cuando llegara la oportunidad, si es que podía llegar.
¿Ha tenido a su entorno muy pendiente?
La familia está en los momentos buenos y en los malos. Sobre todo en los malos. Miranda estaba cerca de casa de mis padres, en Cartagena los puedo tener aquí para lo que sea. Cogen el coche y se vienen enseguida.
Ha pasado un año de su llegada al primer equipo, donde contó para Jagoba Arrasate. Con el paso del tiempo, ¿cómo valora todo aquello?
Lo valoro con una sonrisa. Cumplí el sueño de todo futbolista, jugar en Primera División. Todo fue muy rápido. No era consciente de lo que estaba haciendo y de dónde estaba jugando. Hasta hace nada competía en Primera RFEF, contra equipos buenos, y de repente me vi en el Camp Nou. Dices: “¡Jod...!” Ahora, mirándolo atrás, quizá hubiera cambiado cosas.
¿Y eso?
Atacar, que es lo que más me gusta más a mí. Igual estaba un poco más cohibido al venir del filial. Podía haber intentado atacar más, buscar esas cosas...
Pero tampoco es fácil asimilarlo todo en tan poco tiempo siendo una persona joven.
Los jugadores somos personas, eso lo primero. Es difícil llevarlo. Es un momento de felicidad máxima porque has cumplido tu sueño. Pero aparte de esa felicidad, tienes que rendir. Si no rindes, te van a quitar de ahí. En el fútbol, como en un trabajo, te quitarán tarde o temprano si no rindes. Lo que busqué fue cumplir al máximo. Eso me ha servido para estar cedido en Segunda División. Ya se verá el año que viene qué pasa.
Su sueño sigue vivo de volver a vestir la camiseta de Osasuna.
Mi sueño sigue siendo ser jugador de Primera División de Osasuna. Eso es así, siempre lo he dicho. Pero no miro eso, miro que juego en el Cartagena. Tenemos que cumplir el objetivo de la salvación. Y si puedo disponer de minutos, mejor. Si se cumple todo esto, iré más preparado.

Aquellos compañeros de taxi

Diego Moreno es de la generación de 2001. Jesús Areso nació dos años antes. Dos laterales derechos formados en Tajonar y que han debutado con Osasuna. Y además, de pueblos cercanos. Cintruénigo y Cascante están a 18 kilómetros de distancia. No han coincidido en el primer equipo, de momento, pero se conocen bastante bien.
El taxi les pasaba a recoger cuando eran niños del fútbol base. Eran tiempos que marcaron sus vivencias con ese sueño de vestir alguna vez la camiseta rojilla en El Sadar. “A Jesús le veo como un tiro. Está haciendo una gran temporada”, valora Diego Moreno sobre su compañero, una de las grandes revelaciones. “Le conozco desde hace unos años, ya que íbamos juntos en el taxi. Somos de la misma posición, pero los dos somos riberos y me alegro mucho por él. Es mucha coincidencia que estemos luchando ahí por el mismo puesto. Esto es fútbol también”.
Diego Moreno, junto a Sergio Herrera tras eliminar al Sevilla el año pasado en Copa
Diego Moreno, junto a Sergio Herrera tras eliminar al Sevilla el año pasado en CopaJ.P. Urdiroz
Con 9 años, tras destacar en un torneo, el ahora jugador del Cartagena era captado por Osasuna para ir pasando por todas las categorías inferiores del primer equipo. Tres días a la semana había que desplazarse a Pamplona para compaginar la actividad deportiva con la académica de estudiante. Lo mismo le pasaba a Areso, que desde los 12 años ya vestía los colores rojillos en la cantera después de haber jugado en el Aluvión.
Hay más similitudes. El entrenador de la temporada pasada de Areso en el Burgos era Julián Calero, el mismo que le dirige ahora en Murcia. Al cascantino le sacó un valioso rendimiento para volver en las mejores condiciones a Osasuna. Por cierto, el hijo de Calero, Iván, juega en el Cartagena de lateral también aunque puede ocupar más posiciones.
Diego Moreno tiene contrato en vigor con el club navarro hasta el 30 de junio de 2026, gracias a la renovación que firmó previa a su primera cesión al Mirandés.
Desde la lejanía y aunque tuvo ese bache mental de querer desconectar del fútbol con el Mirandés, no ha perdido detalle de sus compañeros en Osasuna. “Es verdad que veía menos fútbol, pero a Osasuna sí, eso es sagrado, si no coincidía con mis partidos. Han tenido altibajos, pero ahora están en buena dinámica. Cada vez están mejor”.
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