Dani Alves está en el ojo de la tormenta -y de la Justicia- por la denuncia por agresión sexual. Ahora, Ney Alves, su hermano, se refirió a la detención e ingreso en prisión sin fianza del jugador. “Es víctima de una conspiración demonicodiabólica”, aseguró.
Dani Alves, defendido por su hermano
La detención e ingreso a prisión sin fianza del futbolista brasileño generó revuelo y muchas reacciones por parte de varios actores de su entorno. No sólo su pareja se manifestó, sino que ahora lo hizo Ney, su hermano.
"Mi hermano cayó en una trampa. Mi familia no se va a rendir. Mi hermano tiene una carrera intachable en todo el mundo y este lío en el que se le ha metido esta hundiendo su carrera", explicó Ney Alves en diálogo con Espejo Público.
Y en relación a la acusación por agresión sexual a una joven de 23 años la noche del 30 de diciembre en Sutton, agregó: "Definitivamente haremos todo lo posible para sacar a mi hermano de este esquema demonicodiabólico en el que le metió".
Ney admitió que ve “cosas dudosas que no se están haciendo bien” y confesó: “Mis padres y yo queremos viajar a España”. Es que su papá está ingresado esperando una operación de urgencia y por ese motivo se aplazó el viaje de la familia al país ibérico.
Qué dijo el otro hermano de Dani Alves
Junior también habló con la prensa y, en el programa Fiesta de Telecinco, manifestó: “Nos encontramos impotentes ante esta situación. No aguanto más. Pasan los límites. Está prohibido visitarle. No sé qué más hacer. Daremos la vida si es necesario para que salga de este infierno".
Dani se encuentra encarcelado en la prisión Brians 2 a la espera del veredicto final de la Justicia de Barcelona.
Dani Alves: a qué pena se expone
La ley del ‘sí es sí’ es contundente y no tiene grietas de las cuales puedan agarrarse los abogados de Dani Alves.
Según declaró la víctima, el futbolista la forzó en un baño ubicado en una zona reservada del local bailable Sutton de Barcelona en la noche del 30 de diciembre. La jueza instructora advirtió que la denuncia era contundente y consistente, con pruebas suficientes, aunque la investigación recién empieza y todo podría agravarse.
De confirmarse el marco y la sentencia, la pena al futbolista sería de entre cuatro y doce años de prisión cuando la agresión consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal.