Desmembrados

Qué mejor manera de fortalecer las relaciones entre los ejecutivos de una multinacional dedicada a la fabricación armamentística que reunirlos durante un fin de semana en un spa corporativo en las profundidades de unos bosques rumanos. Pero a la tortilla se le gira muy pronto la sartén, pues el lugar de alojamiento era un antiguo manicomio y pronto comienzan los recortes en plan "slasher" con parecida "medicina" a la que esos trabajadores contribuyen. El póster promocional avisaba de ello: silueta de hombre decapitado, con traje acreditado y encorbatado, cuchillo y motosierra en ristre, "aparentando" mirar su reloj mientras el cuello le chorrea. Se trata del segundo largometraje del británico Christopher Smith, que había debutado en el género de terror con Creep y que volvería a intentar un cruce parecido en Triangle, antes de la más reciente Black Death.Pese a arrancar con bastante grac