Dennis Hopper, un todoterreno contra toda ley

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Dennis Hopper, un todoterreno contra toda ley

El canal TCM estrena el documental 'Dennis Hopper, compañero de viaje' con motivo del 10º aniversario de la muerte del polifacético y rebelde artista

Dennis Hopper en Taos en 1970

Dennis Hopper en Taos en 1970 / periodico

Juan Manuel Freire

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Nick Ebeling le debía una película a Dennis Hopper. Cuando solo tenía 14 años y era un aspirante a actor adolescente, Ebeling se había encontrado con el director y protagonista de 'Easy rider (Buscando mi destino)' en el restaurante de un hipódromo de Los Angeles al que solían ir sus padres. "Cogí todas las fuerzas que pude y me acerqué a hablar con mi ídolo", cuenta a través de vídeollamada. "Me dedicó unos cuantos minutos, lo cual fue muy amable por su parte. La gente debía molestarle todo el tiempo".

Aquel encuentro fue inspirador para Ebeling, quien ese mismo día se pasó por el famoso videoclub independiente Rocket Video para recuperar pelis de Hopper que no hubiera visto. "El dependiente emergió del almacén con una maltratada cinta de VHS. La película era 'The last movie', dirigida por el propio Hopper. Yo ni siquiera sabía que hubiera dirigido nada. Lo que vi allí me cambió la vida para siempre. Fue la película que me hizo director".

En las altas montañas de Perú

Tras el fenómeno 'Easy rider', Hopper recibió carta blanca por parte del estudio Universal para hacer lo que quisiera con un millón de dólares. Cogió el dinero y corrió con su séquito a las altas montañas de Perú para rodar 'The last movie', una película sobre el impacto de un rodaje de cine en las vidas de unos nativos sudamericanos. La había coescrito con Stewart Stern ('Rebelde sin causa'), pero a la hora de la verdad pasó bastante del guion e improvisó a placer. El desconcertante final enfureció a Lew Wasserman, jefe de Universal en los setenta, que no logró convencer a Hopper para hacerlo más racional.

"Era una película sobre Hollywood, un contexto que yo conocía", dice Liebing. "Pero, a la vez, su estructura era totalmente diferente a lo que esperaba. Desafiaba todas las leyes. Al final no llegué a devolver la película al videoclub y tuve que pagar un montón de multas hace diez años".

El viernes, día 29, coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de Hopper, TCM estrena la primera película de nuestro entrevistado: 'Dennis Hopper, compañero de viaje', un repaso a la carrera del artista (con todas las letras: después recordaremos por qué) de la mano del enigmático Satya De La Manitou, quien conoció a Hopper en los setenta y no se fue de su lado en casi medio siglo. "Era su mano derecha, su colega, su asistente, antes de que a esta clase de personajes se le llamara asistente. Un hippie, un beatnik, un mito en sí mismo. Conectamos por nuestro amor por 'The last movie'. La diferencia es que él la vivió". Además de rendir tributo a Hopper, la película celebra una amistad: "Una relación tan cercana como la de Dennis y Satya no suele durar en Hollywood. Nadie tiene un trabajo como el de Satya durante cuatro décadas".

El hombre de las mil artes

'Dennis Hopper, compañero de viaje' parece, en principio, una crónica del rodaje del film maldito (algo que ya explicó el documental 'The american dreamer', de 1971), pero sigue más allá en el tiempo: los años de alcohol y ostracismo a mediados de los setenta; los grandes papeles de Hopper a finales de esa década, en 'El amigo americano', por ejemplo ("Wenders le dejó llevar su propia ropa porque era perfecta"), o su gran retorno a la dirección con 'Caído del cielo' en 1980. "Hopper solo iba a actuar en ella. Pero al final le eligieron como director, reescribió el guion en un fin de semana y se marcó un gran film rock".

Ebeling también es fan de 'Colors: Colores de guerra', pero de las películas dirigidas por Hopper en los 90 (entre ellas, 'Labios ardientes') prefiere no saber nada. "Las buenas son las cuatro primeras", afirma. "Después se convirtió en un director diferente. Pero cuando llegó a la cincuentena demostró ser un gran pintor. No conozco a nadie como él: actor que deja huella en cada década, director que cambia el cine independiente, fotógrafo memorable en los sesenta, pintor a reivindicar… En serio, era alguien único. Siempre será mi ídolo".