Hay pocos autores del cine contemporáneo que posean un caligrafía fílmica tan precisa y florida como la del surcoreano Park Chan-wook. Sus películas se presentan como ejercicios barrocos en los que cada escena deviene una avalancha de giros imaginativos: cambios de perspectiva, saltos de eje, transiciones coloristas, transiciones de lo macro a lo micro… El cine de Park hereda la pasión por el artificio de Brian De Palma, aunque al coreano no le interesa demasiado reflexionar en voz alta sobre los mecanismos del cine: el corazón de su arte está en la disección de los juegos de poder que estallan entre sus personajes, que le sirven de plataforma para construir prodigiosos ejercicios de estilo. Así ocurre en ‘Decision to Leave’, película en la que Park se adentra en las turbias aguas del drama romántico para componer su particular homenaje (voluntario o inconsciente) a ‘Vértigo (De entre los muertos)’ de Alfred Hitchcock.

La trama les resultará reconocible a los amantes del filmnoir. Un alto mando de la policía recibe el encargo de investigar la misteriosa muerte de un hombre acaudalado. La esposa de la víctima (interpretada por la china Tang Wei, protagonista de ‘Deseo, peligro’ de Ang Lee y ‘Largo viaje hacia la noche’ de Bi Gan) se perfila como posible sospechosa, pero el deseo amoroso se interpone en la indagación, que se va convirtiendo, progresivamente, en una hoguera de tensión romántica no resuelta. Park da rienda suelta a la exuberancia de su cine jugando con el espacio (la cámara sube y baja por el precipicio por el que cayó la víctima) y el tiempo (para descubrir el misterio criminal, el film articula una pirueta temporal que remite a Déjà Vu de Tony Scott).

Aunque, en ‘Decision to Leave’, Park toma cierta distancia respecto al relato de venganza, la idea del mal se apodera de una película que, a nivel moral, se empapa de la oscuridad nocturna y del gris de los cielos nublados. Como nunca antes, Park parece involucrarse afectivamente con sus protagonistas, sobre todo con un policía que ve obstruidos sus anhelos románticos por culpa de su ética profesional. En este sentido, sería posible trazar una analogía entre la figura del policía y la del propio Park, quién demuestra un fuerte interés por dotar de hondura emocional su historia de amor trágico (lejos queda el siniestro moralismo de su “trilogía de la venganza”). Sin embargo, igual que su protagonista, el cineasta extravía su camino por culpa de su particular ética fílmica, comprometida, ante todo, con la idea del trucaje y la impureza. Park no tiene suficiente con ahondar en el mar de dudas y angustia que acucia al protagonista (un magnífico Park Hae-Il) y decide interrumpir el drama, de forma repetida, para inyectar pinceladas de buddy cop movie, de thriller y de tragicomedia matrimonial. Algo parecido ocurre en materia de puesta en escena. Cuando la película parece reclamar un cierto sosiego intimista, Park no puede evitar arremolinar la acción con piruetas escénicas y saltos en el tiempo, hacia adelante o atrás. Así toma forma una película de emociones fuertes, un proceder laberíntico y altas dosis de misterio. Sin duda, una de las mejores obras de su director.

Para fans del drama romántico con aliento noir

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Lo mejor: el poso fatalista que impregna toda la historia.
Lo peor: el exhibicionismo de Park en materia formal y narrativa.

FÍCHA TÉCNICA

Dirección: Park Chan-wook Intérpretes: Tang Wei, Park Hae-Il, Go Kyung-pyo, Park Yong-woo, Lee Jung-hyun Título original: Heojil kyolshim País: Corea del Sur Año: 2022 Fecha de estreno: 2022 Género: Thriller Guion: Jeong Seo-Gyeong, Park Chan-wook Duración: 138 min.

Sinopsis: Un detective que investiga la muerte de un hombre en las montañas conoce a la misteriosa esposa del muerto en el curso de su investigación.