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Catalá: "Cuando pasas de jugar a entrenar te das cuenta de lo desagradecido que es el banquillo"

David Catalá vive su primera temporada como entrenador profesional a los mandos del AEK Larnaca, donde tiene la esperanza de "hacer grandes cosas".

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David Catalá durante uno de sus partidos al mando del AEK Larnaca chipriota
AEK LarnacaFacebook

El AEK Larnaca está repitiendo la 'fórmula Iraola', aunque en esta ocasión el encargado de dirigir al equipo chipriota es David Catalá (Barcelona, 1980). Como Andoni, el barcelonés está debutando como entrenador en Chipre, donde se ha reconvertido tras una dilatada trayectoria como lateral -izquierdo en este caso-. "Me estoy encontrando muy a gusto", descubre tras cosechar seis victorias, dos empates y una derrota en las ocho primeras jornadas de liga y con el firme objetivo de que el club vuelva a competir en Europa. Catalá jugó siete temporadas en el AEK y tiene la difícil tarea de dirigir a futbolistas que fueron compañeros y son amigos: "Pensaba que la relación sería igual, pero me estoy dando cuenta de que no. Puedes ir a tomar una cerveza o un café, pero no es como antes".

Primeros meses como entrenador profesional, ¿cómo lo lleva?

De momento muy bien. Me estoy encontrando muy a gusto. Hemos empezado muy bien la liga y está yendo todo tal y como esperábamos. Yo llevo ya muchos años aquí en Chipre y conocía muy bien al club y a muchos jugadores. Sé cómo funciona todo aquí y eso me ha ayudado a estar más cómodo. Los primeros meses están siendo positivos.

El AEK Larnaca lleva muchos años intentando dar un paso más que le permita luchar por un campeonato de liga, ¿es ese su objetivo?

Sí, el objetivo es ese. El AEK Larnaca es un club que ha crecido mucho en los últimos años. Estuvimos cerca de ganar ligas, ganamos copas, estuvimos en Europa... Pero falta ese pequeño empujón que nos permita acabar de dar el salto para luchar por una liga. Pero no es nada fácil. Somos el quinto mejor presupuesto de Chipre. La gente quiere más, pero no es fácil. No somos uno de los equipos con más historia del país y competimos contra clubes con más presupuesto y más masa social.

¿Llegará ese momento con David Catalá en el banquillo?

Espero que sí. Yo tengo mucha ilusión. El grupo es muy bueno y tenemos la esperanza de hacer grandes cosas. Espero que al menos podamos regresar a Europa, que es el objetivo prioritario del club. Todo lo que podamos añadir a eso será un regalo.

¿Ser entrenador era algo que ya rondaba su cabeza cuando colgó las botas?

Sí, los últimos años ya veía que me gustaba. Empezaba a estar más pendiente de lo que decía el entrenador. Tuve la suerte de dejar el fútbol muy tarde y, cada año que pasaba, pensaba en que podía ser el último y me preparaba para dar el siguiente paso. Pude alargar mi carrera al máximo y tuve la suerte de que, después de tanto tiempo en el club, me ofrecieron continuar formando parte del 'staff' de Imanol Idiákez y compaginarlo con el filial. Poder compaginar las dos cosas fue un aprendizaje brutal.

¿Cómo se está viendo como entrenador?

Al principio me faltaba experiencia. No estaba acostumbrado a manejar un grupo. Pero al ser un club que conozco muy bien y tener las cosas tan claras... La gente me acogió muy bien y me lo estoy tomando como un aprendizaje. Aprendo algo cada día. Tengo una ilusión inmensa por mejorar. Te vas encontrando obstáculos, pero cada día aprendes algo nuevo. En España tuve muchas reuniones con entrenadores que conozco y he intentado copiar lo que me gusta de cada uno.

¿A quién le copia más cosas?

He tenido la suerte de coincidir con muy buenos entrenadores. Andoni Iraola, por ejemplo, me dirigió en el AEK. Él insistía mucho en presionar arriba, presionar tras pérdida... Es algo que se ve ahora en el Rayo. También me marcó mucho Imanol Idiákez. Le encantaba salir con el balón jugado desde atrás, alternaba la línea de tres con la línea de cuatro, trabajaba mucho la búsqueda de espacios. En el AEK siempre nos ha gustado tener el balón e intento que esa identidad siga reflejándose en el equipo. Buscamos ser protagonistas.

Se ha encontrado con que jugadores que eran sus compañeros están ahora a sus órdenes, ¿cómo lo está manejando?

No es fácil porque, además, más de uno es amigo. Tienes que separar la amistad con el tema deportivo y cuesta tomar decisiones, pero tengo la suerte de ser muy natural, muy cercano al jugador, y creo que lo entienden. Tenemos que separar la amistad con lo que creo que es mejor para el equipo. De momento lo están aceptando, lo están llevando muy bien, y cualquier cosa se habla con naturalidad. Siendo sincero, es algo que se puede llevar con naturalidad.

¿Alguno se ha cabreado ya?

No cabreado, pero ya ves que cuando no juegan están algo más tristes. Son cosas del fútbol. Van a pasar siendo o no amigos.

Siendo compañeros se queda. Para cenar con las familias, para tomar algo... ¿Siendo entrenador y jugador, la relación es la misma?

Pensaba que sería igual, pero me estoy dando cuenta de que no puede ser igual. Lógicamente puedes quedar a tomar una cerveza o un café. De hecho lo he hecho, pero no puede ser como antes. Quieras o no, está la relación de amistad y la de entrenador-jugador. Es complicado, pero intentamos hacerlo lo mejor posible.

¿Le gusta ser protagonista o se queda en segundo plano?

El protagonista es el jugador. Es el que tiene que destacar. Nosotros, los entrenadores, estamos para apoyar. Yo voy a estar el primero en todo lo que sea apoyar al equipo, dar consejos y estar con el jugador. Pero si lo que hay que hacer es salir en defensa de mis jugadores sí que me considero protagonista.

¿Se ha dado ya cuenta de lo poco agradecido que es ser entrenador? Seguro que trabaja mucho más de lo que la gente cree.

Mi primer año, que fue cuando estuve como asistente, fue cuando realmente me di cuenta de cómo se trabajaba dentro de un 'staff' y cómo era la vida de un entrenador. Es súper desagradecido. Las horas de trabajo que nadie ve, todos los vídeos que ves, las reuniones con tu cuerpo técnico, estás dándole vueltas a la cabeza todo el día... Y salga bien o salga mal, siempre vas a tener críticas. Nunca habrá un entrenador que no vaya a ser criticado durante una temporada. No sé, igual somos masocas, pero debemos estar preparados para las críticas. Cuando pasas de ser jugador a entrenador, eso es lo que más se nota.

Usted dice que ser entrenador era algo que ya llevaba un tiempo pensando, pero habrá otros futbolistas que se dediquen a entrenar solo para aprovechar el tirón o lo que han aprendido durante años aunque no sea su pasión.

El tiempo siempre dice si eres buen o mal entrenador, pero el hecho de haber sido futbolista profesional y haberte dedicado al fútbol durante años siempre es un plus. Hay muy buenos entrenadores que nunca han sido futbolistas. Si tienes vocación y vales para eso puedes triunfar, pero creo que haber sido jugador ayuda mucho.

Uno siempre está preparado para las victorias, ¿está preparado para las derrotas?

Lógicamente no. Se lleva de otra manera. Por suerte hemos jugado 10 partidos esta temporada y solo hemos cosechado una derrota, que además fue en la última jornada. Todo el mundo sabía que el momento iba a llegar y teníamos que estar preparados. Al empezar con una dinámica tan buena es una derrota fácil de digerir, pero tenemos que saber cómo llevarla. Los jugadores están muy metidos, pero las derrotas nunca son bienvenidas. Tenemos que aprender de ellas.

¿Cuál es el nivel del fútbol chipriota?

Yo creo que es un fútbol desconocido, pero este año tenemos cinco plazas europeas: dos de Champions, una de Europa League y dos de Conference. En una liga de 12 equipos, cinco van a ir a Europa. Eso demuestra lo bien que están compitiendo los clubes chipriotas en Europa. Es una liga menor, está claro. Es difícil de comparar, pero supongo que el nivel de los equipos que estamos arriba se podría equiparar a algunos de la Segunda División española. Se están haciendo las cosas bien y cada vez hay mejores jugadores en Chipre.

Tiene a siete futbolistas a sus órdenes y la gente puede pensar que, por el hecho de ser compatriotas, puede darles más oportunidades. ¿Es un tema difícil de manejar?

Más oportunidades no sé, lo que sí tengo claro es que al futbolista español le parece mejor venir cuando ve que ya hay españoles en el club. Tenemos una metodología muy española y creo que el jugador que no conoce tanto la liga sí que se puede dejar llevar por estas cosas. No van a jugar más por ser españoles, pero la comunicación y la adaptación será más fácil. Eso está claro.

Acorán, Mikel González, Abraham González, Cabezali, Rubén Martínez, Espinosa... ¡Menudo clan!

Mucho mítico. Son muy buena gente, tenemos mucha suerte. Llevamos ya muchos años en los que están pasando muy buenos jugadores españoles por el AEK. Más o menos veteranos, pero siempre hemos tenido mucha suerte de que la gente que ha venido es gente estupenda, con ganas de luchar por ganar títulos o jugar en Europa. No han podido hacerlo en España y tienen la ilusión de hacerlo aquí. Para ellos, eso es un plus.

Buen trabajo del director deportivo, en este caso Xavi Roca. Sé de primera mano que le echa muchas horas.

Sí, Xavi aquí ha hecho un muy buen trabajo. En su primera etapa le dio un cambio brutal a la manera de trabajar del club. Está haciendo un gran trabajo y eso es algo que se nota en los resultados, en los jugadores que trae... Los aficionados del AEK están encantados con su trabajo. Los números le avalan.

Por volver al tema Iraola, ¿vio cuando estuvo a sus órdenes que podía ser un entrenador importante?

Yo tenía curiosidad porque venía sin experiencia y estaba por ver cómo iba ser como entrenador. Pero vino con las ideas muy claras desde el principio. Sabía cómo quería jugar, cómo quería defender... No tenía ninguna duda y eso es algo que se me quedó. Con él entramos en la fase de grupos de la Europa League, pero aquí la gente es muy caliente y no tiene paciencia. Quieren resultados, pero era un momento en el que combinábamos Europa con la liga y eso nos pasó factura. En la liga chipriota hay un gran porcentaje de equipos que cambian de entrenador.

¿Vive con miedo a perder su puesto?

Vives con eso. Ya sabemos cómo funciona, que en cualquier momento te puede tocar. Pero es algo en lo que no quiero pensar. Prefiero ir semana a semana porque si no me vuelvo loco.

¿Qué es lo que más le enorgullece de sus hasta ahora pocos meses como entrenador?

Vine con la idea de ser protagonistas con balón y el equipo tuvo alguna duda al principio. Pero ver que ya están convencidos es muy satisfactorio. Me gusta. Soy muy crítico conmigo mismo y nunca voy a estar satisfecho, pero la manera en la que estamos evolucionando me gusta mucho.

¿Cuál es el objetivo de la temporada?

Europa. El objetivo del club y lo que queremos es volver a Europa, pero hemos empezado tan bien que la gente ya ha empezado a hablar de que somos candidatos al título. Y yo creo que sí, que por la calidad de futbolistas que tenemos podemos aspirar a ganar la liga. Pero tenemos que ser realistas. Somos el AEK, el cuarto o quinto equipo del país por historia y presupuesto. No va a ser nada fácil. Hay muchos equipos por delante, pero lo vamos a competir hasta el final.