Daniel Pérez (UNEF): "Ya hay industrias que se instalan en Catalunya por lo barata que será la energía"

En su discurso no hay atisbo de duda: la energía solar es el futuro. Daniel Pérez, responsable del equipo legal de Holaluz, acaba de ser reelegido como vicepresidente y delegado en Catalunya de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), una institución que agrupa a unas 730 empresas, el 90% del sector. Él, desde su cargo, intenta empujar para que la comunidad alcance los 7.000 MW de potencia instalada en 2030. Esto supone multiplicar por diez las cifras actuales, un objetivo "tímido", pero ante el que es ahora, después de muchos obstáculos, optimista.

¿La energía verde ha salido ganando de la crisis energética actual?

Sí, porque con las renovables resolvemos tres grandes problemas: la emergencia climática, los precios disparados y la dependencia energética de países de poca calidad democrática. ¿Te imaginas que los tomates ecológicos fueran más baratos que los no ecológicos? Con la energía es así.

¿Qué es lo que frena su llegada, entonces?

Bueno, ahora está creciendo. En los últimos dos años hemos hecho más que en los últimos diez. El autoconsumo marca récord año tras año, y este será el mejor. La energía solar sobre terreno también, no será su mejor año pero está cogiendo un ritmo muy bueno.

¿Qué sucede en Catalunya?

Que durante los últimos diez años hemos tenido a cero el contador de los parques sobre terreno. Sin embargo, en los últimos nueve meses ha habido un cambio muy positivo en el Govern y hay una apuesta firme por las renovables. El reto ahora es de ejecución. Hemos pasado de tener seis parques en tramitación pública hace un año a tener 93. Y hemos pasado de cero a 22 parques autorizados, más de la mitad desde julio. En autoconsumo igual, hemos hecho 33.000 instalaciones y la cifra sube día tras día de forma muy positiva.

Hemos pasado de tener 6 parques en tramitación pública hace un año, a tener 87. Y de 0 autorizados, a 15, la mitad en julio

Pero sigue abierto el debate ecológico...

Los retos en Catalunya son los medios y la pedagogía. Tenemos que adaptarnos a cada proyecto, entender el territorio, dialogar con él. Se trata de utilizar el territorio de la forma que se pueda en cada sitio, igual que hay quien recibe el impacto negativo de un aeropuerto o de una petroquímica, tenemos que buscar la forma de que el territorio entienda que esto le conviene.

¿Y el otro reto? ¿El de los medios?

Los funcionarios ya no pueden más, estamos infradimensionadísimos: los mismos trabajadores que antes tramitaban uno o dos parques ahora tramitan diez. Mínimo tenemos que duplicar el personal el año que viene, es decir, contratar a unas 75 personas más. Piensa que en Catalunya estamos haciendo más proyectos pequeños, con lo que hay más número de expedientes.

¿No hay proyectos grandes?

Hay desde proyectos de 50 MW a otros de 1 MW. La meta es llegar a los 7.000 MW de potencia hasta 2030. No llegar sería un fracaso estrepitoso, porque es un objetivo poco ambicioso. Pero bueno, es un objetivo.

No llegar a los 7.000 MW de potencia en 2030 sería un fracaso estrepitoso, porque es un objetivo poco ambicioso

¿En España va mucho mejor la cosa?

Todavía se tiene que hacer mucho más, pero sí, en España en los últimos dos años se ha hecho mucha energía solar. Cuando en España han pasado de 5.000 a 15.000 MW, en Catalunya hemos pasado de 300 a 300, no hemos hecho nada.

¿Es optimista, sin embargo, visto el cambio de este año?

Si continua esta tendencia de que más de la mitad de proyectos autorizados se han gestionado en un mes, si que somos relativamente optimistas. Veo una voluntad política de hacer la transición energética en Catalunya. Además, otra nota positiva es que ya recibimos industrias que se quieren establecer en Catalunya gracias a la energía barata que tendremos. Si miras la energía a diez años, en Francia o Alemania se compra tres veces más cara que en Iberia. 

¿Por qué?

Porque tenemos una combinación perfecta de energía solar, energía eólica y terreno, esto nos da una ventaja competitiva bestial: ya hay empresas que buscan un sitio en Europa y no miran salarios o impuestos, miran la energía. Esto implica que puedes atraer actividad económica sin bajar impuestos, por lo tanto, sin deteriorar servicios públicos, y sin bajar sueldos. Parte de las razones por las que la empresa de baterías Iljin se estableció en Tarragona fue por esto.

Ante todo este panorama, ¿Cuáles son las prioridades de Unef?

Primero la formación, es el problema más recurrente que me trasladan los socios. Faltan comerciales, gente de comunicación, en el departamento legal, pero, sobre todo, instaladores, que además en tres meses podrían están formados. En segundo lugar, la reindustrialización. Una parte de la [logística] solar ya se hace en España (instalación, pequeño material…), pero hay otra parte que se hace en Asia, y tendríamos que traerla hacia aquí. La tercera, acelerar los trámites. Que quede claro, no queremos eliminarlos o reducirlos, sino tener predictibilidad. No puede ser que un técnico nos pida un informe sobre cómo impacta este parque solar en la producción de la leche de vaca de la lechería de la lado y otro una maqueta a escala de cómo quedaría la red eléctrica.