Pocas cosas se pueden hacer en el fútbol que tengan más morbo que marcarle al equipo que te ha cedido con tu padre como director deportivo. Es lo que hizo Daniel Maldini contra el Milan en la decimotercera jornada de la Serie A. Defendiendo los colores del Spezia, donde se encuentra a préstamo, obró un tanto de mucho nivel cuando más lo necesitaban los suyos. Su golpeo, sensacional.
Corría el minuto 59 cuando recibió la pelota en una de las esquinas del área 'rossonera'. Entonces, elevó la cabeza y miró al palo largo, justo donde colocó el esférico con un zapatazo medido y de mucha calidad.
No se mostró especialmente eufórico por motivos evidentes. Aun así, es probable que sus contrincantes se alegraran de ver su rendimiento, pues, al fin y al cabo, es su futbolista.
Es curioso que es su propio padre, Paolo, quien le mandó cedido al conjunto de los 'aquilotti', en el que está siendo una pieza cada vez más importante. Ya estuvo contra la Salernitana, el Cremonese y el Monza. En esta ocasión, debió aparecer frente a un rival de mucha más entidad. Hay que recordar, de la escuadra de San Siro, que está peleando por el 'Scudetto' de nuevo.