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Vida y milagros de Daevid Allen y el Planeta Gong

LONDON, UNITED KINGDOM - NOVEMBER 27: Daevid Allen of Gong performs on stage at The Forum on November 27, 2009 in London, England. (Photo by C Brandon/Redferns)

La muerte física del australiano fundador de Gong, uno de los más singulares y fascinantes capítulos de la música, es solo otra de sus alucinadas travesuras


El 13 de marzo de 2015 falleció plácidamente en su natal Australia, el hijo predilecto de la Madre Psicodelia, Dingo Virgin, alias David El Alien, Alias Bert Camembert, alias Divided Alien, alias y mejor conocido como Daevid Allen, personaje capital en la historia del rock.

Abuelo y promotor de toda una escuela de extraordinarios músicos, alcanzó su cenit (…y vastas regiones del espacio exterior e interior), como líder fundador de la banda Gong, pero cuyos orígenes se remontan a otras bandas legendarias y remotas como Soft Machine, es decir, las raíces de un vasto árbol de músicos y agrupaciones cuyas ramificaciones e influencia alcanzan y sin duda sobrepasarán nuestros días. Tenía 77 años.

Jaime Antonio Álvarez

Más o menos esta es la alucinada y alucinante historia: bautizado como Christopher David Allen, nació en Australia en 1938 y después de una infancia oculta entre velos, lo encontramos hacia 1960 trabajando en una librería en Melbourne, donde entra en contacto con los grandes poetas de la generación Beat.

Eso le da un sacudón a su visión del mundo y lo empuja hacia terrenos hasta esa fecha inexplorados, que terminarán formando parte de ese vasto fenómeno cultural conocido como psicodelia, cuyo alcance se extiende desde los álbumes experimentales de los años 60 (The Beatles, Revolver, Sgt Pepper y Magical Mystery Tour; The Yardbirds, Roger The Engineer; The Beach Boys, Pet Sounds; Pink Floyd, The Piper at the Gates of Dawn y A Saucerful of Secrets; The Rolling Stones, Their Satanic Majestic Request) hasta objetos musicales contemporáneos de The Flaming Lips, The Black Keys, o los discos de Temples y Tame Impala.




Nace el primer vástago: Soft Machine

Allen encontraba la escena cultural australiana algo estrecha para sus vuelos mentales, así que marcha a París en 1961, donde se dedica a la venta ambulante de prensa y panfletos poéticos, y allí conoce a compositores académicos como Terry Riley y termina alquilando un apartamento que le cede nada más y nada menos que el poeta beat Allen Ginsberg.

Allí comienza a frecuentar clubes del jazz menos ortodoxo y nace su amor por la Bel France, que sería la alacena de donde luego sacaría sus mejores compañeros de andanzas.

En 1962, el magnetismo de un Londres a punto de estallar en armonías y ritmos lo atrae irremediablemente y llega a Inglaterra guitarra en mano (su aprendizaje de la guitarra es objeto de innumerables conjeturas, unos dicen que ya tocaba de niño, otros que los sabios del Planeta Gong le enseñaron por telepatía, pero no nos adelantemos…)

Alquila una habitación en Dover, Canterbury, y encuentra que su casero tiene un hijo de 16 años que toca la batería y este tiene otros amiguitos llamados Mike Ratledge y Kevin Ayers.

Allen es el mayor, ya va para los 25 años. El jovencito baterista, responde al nombre inmortal de Robert Wyatt. Así nació The Soft Machine, banda cuyo nombre es tomado de una novela de otro personaje legendario, también conocido de Allen, William Burroughs.

Lo que Soft Machine no alcanzó en ventas de discos, lo supera con creces en la estela de influencia que dejaron en el rock (y luego en el jazz) británico y en consecuencia en la música de este planeta…y de otros, como ya veremos.

Allen no descubrió la psicodelia por ósmosis, imitación o moda, sino que estuvo en contacto temprano y fue co-creador de toda una visión cultural de enorme impacto.

Durante su estadía en Londres, Soft Machine alternó en el local UFO con otra banda, cuyo primer nombre fue The Pink Floyd Sound. En esos días Allen fue testigo cercano de las aventuras británicas de Jimi Hendrix.




The Soft Machine
The Soft Machine en 1967 con Robert Wyatt, Daevid Allen, Kevin Ayers y Mike Ratledge

(Nota del Autor: Si alguien inventa una máquina del tiempo blanda o dura, a mí que me transporten a una de esas noches en las que ambos grupos compartieron escenario. No se preocupen si no regreso)

Allen y el nacimiento del Planeta Gong

En aquella época los australianos necesitaban una laberíntica caminata burocrática para entrar a Inglaterra y Allen descuidó la vigencia de su permiso, de manera que viajó a Francia con la banda y no pudo entrar de nuevo el Reino Unido.

Corría 1968. Estuvo en París en el mayo aquel repartiendo a diestra y siniestra poemas y ositos de peluche a los amargados policías.

Finalmente, se fue a la isla de Mallorca, España, donde conoció nada más y nada menos que a Robert Graves (luego famoso por sus novelas y series de TV sobre Claudio, el Emperador y reconocido poeta y académico).

Estuvo viviendo en la finca de Graves y dice la leyenda que allí encontró a una especie de ermitaño en una cueva tocando la flauta. Así fue como Daevid Allen, reclutó al primero y más consecuente de sus músicos, Didier Malherbe (saxos, flauta), alias Bloomdido Bad De Grass.

También dice la leyenda que esa noche, con o sin ácido, fueron muchos los que vieron una tetera gigantesca sobrevolar el cielo mallorquín. Quedará para los anales de la historia de la contracultura, que ese día comenzó la invasión de los Pot Head Pixies, los desorbitados gnomos del Planeta Gong.

Todo cuento interesante (… y este lo es sin duda),  debe tener un romance. Aquí no falta. Ya desde los comienzos de su largo viaje, Allen se hizo acompañar por quien sería su pareja en tantas felices y coloridas aventuras, una ex profesora de La Sorbonne, llamada Gilli Smyth, alias Shakti Yoni, alias…Mother Gong.

Gong se convierte en comuna rural y se consolida como banda en 1971 con el álbum Camembert Electrique. Aunque no está claro si podemos decir que ese es el primer disco, muchas grabaciones anteriores y posteriores de Allen se atribuyeron luego a Gong, o alguna de sus (muchísimas) encarnaciones, mutaciones y variantes.




Lo cierto es que con este álbum nace la mitología del Planeta Gong: cúmulo de parábolas alrededor de una historia central que dice más o menos esto:

“Un egiptólogo compra por error una tetera antigua y dentro encuentra un anillo, que le permite conectarse telepáticamente con los gnomos (o Pot Head Pixies) que habitan el Planeta Gong. El anillo conecta una especie de trasmisión espiritual originada en la llamada Radio Gnome Invisible cuya sede mística se encuentra oculta en las cimas más inaccesibles del Himalaya.

Los Pixies, que son verdes y risueños y han alcanzado el Orgasmo Perpetuo, escogen o encuentran por accidente a un individuo en Londres llamado Zero The Hero, a quien revelan su metafísica existencia. Zero (quien en las innumerables caricaturas que inundan los álbumes de Gong se parece mucho a Allen), es contactado por una gata seductora quien en realidad es la diosa Shakti Yoni, la cual le hace beber una poción que lo transporta espiritualmente al mundo Gong, y allí los Pixies le muestran el Sagrado Huevo de Ángeles (Angel’s Egg) manifestación física de unas entidades transcendentales conocidas como los 32 Octave Doctors, descendientes directos del Gran Dios Célula.

Los benevolentes Octave Doctors transmiten a Zero The Hero la misión de salvar a la humanidad de sus crasos y pertinaces errores a través de la apertura del Tercer Ojo, lo cual debe ocurrir en medio de un gran Festín de Freaks.

A través de un lugar conocido como el Observatorio Bananamoon (pseudónimo del estudio de grabación de Allen), Zero the Hero logra transmitir las instrucciones liberadoras a la banda Gong, mientras los delegados de los Octave Doctors, miran complacidos desde La Compañía de Ópera Invisible del Tibet”.

…y así sucesivamente. Esta utopía fantástica de Paz, Amor y Gozo Alucinatorio es narrada jocosa y musicalmente en varios discos de Gong, cargados de color y excelentes interpretaciones como, Flying Teapot (1973), Angel’s Egg (1974) y el espectacular You (1974), clásico de la psicodelia y el space rock europeo.

En ellos participa el magnífico guitarrista Steve Hillage, quizá uno de sus pupilos más aventajados, quien luego en los 90 con System 7 ayudaría a crear la concepción actual de la música electrónica.

La actividad de la primera encarnación de Gong se extendió hasta 1976 con el disco Shamal cuando Allen declara que un muro invisible le impedía acceder al escenario y abandona (por el momento) la banda.

La realidad es que Daevid y Gilli deciden tomarse un tiempo de retiro para criar a sus hijos como cualquier pareja normal y silvestre, dejando la agrupación en manos de Didier Malherbe y el excelente percusionista Pierre Moerlen.




La escuela Gong

Allen nunca fue un hombre egoísta. No solo dejó que la banda siguiera sin él sino que alentó a los músicos a emprender su labor creativa sin limitantes y sin que ello significase ninguna ruptura, de modo que partir de 1977, Allen despide la formación original con un increíble concierto en el Hippodrome de Paris (teniendo de telonera a una banda relativamente desconocida llamada Strontium 90 Police Academy, un año después conocida como The Police). El concierto es plasmado en el disco Vive Gong, Gong est Mort.

Comenzando con Fish Rising (1975), Steve Hillage edita una serie de discos en solitario, levantando la antorcha del space rock de You, con varios de los músicos de esa etapa.

El primer Gong cede el paso a Pierre Moerlen’s Gong y pasa a centrase en formas más cercanas al jazz-rock y a competir en el duro terreno de súper grupos como Passport, Brand X, Weather Report o Mahavishnu Orchestra. Con Moerlen al timón se publican una serie de discos de excelente factura como Expresso, Time is the Key y Downwind.

Mientras sus hijos crecen Daevid Allen extiende su sacra bendición y su participación directa o indirecta a nuevos avatares y  reencarnaciones de toda índole, Mother Gong, ParaGong, Here and Now

Por ese enjambre de bandas pasó todo el mundo, Bill Bruford fue baterista de gira, Allan Holdsworth prestó sus torturados guitarrazos, Mike Oldfield hace un solo espectacular y memorable en Downwind, y Moerlen le paga el favor tocando la batería versión en vivo de Tubular Bells. Gong se convierte en escuela a la King Crimson y comparable en términos de buen humor y libertad musical a Frank Zappa y sus Mothers of Invention.




Una breve mirada a un listado que solo incluya a las formaciones del tronco central del árbol de Gong nos da la asombrosa cifra de más de cinco docenas de músicos, provenientes de los cinco continentes y de géneros tan diversos como el jazz, el blues, el pop o la música académica.

Las sucursales de Gong se multiplicaron en los 80 y 90. Benoit Moerlen, hermano de Pierre funda Gongzilla junto al extraordinario bajista Handsford Rowe. Y la historia sigue, Gongmaison en 1989,  discos solistas de Allen como el increíble Now is the Happiest Time of Your Life, grabado con la agrupación mallorquina Euterpe, experimentos con el genial Bill Laswell bajo el nombre de New York Gong y paremos de contar.

La resurrección de Gong

Con sus hijos ya mayores, Daevid y Gilli regresan al ruedo en una nueva versión del Gong original y sorprenden al mundo en 1992 con el album Shapeshifter seguido de una extensa gira.

En 1994 con Daevid orbitando los 60 años celebraron su vigésimo quinto aniversario en Londres, y ya cercanos al milenio publicaron el sorprendente Zero to Infinity, que nada tiene que envidiar a los mejores momentos del primer avatar de la banda en los 70. Ese álbum contiene un temazo favorito de todos los fans: “Wise Man in Your Heart”.

Por esos años, Allen no solo andaba en aventuras propias sino que se sumó a otras bandas como Brainville 3, University of Errors, Spirits Burning y Big City Orchestra. Obviamente nunca aprendió a dejar de tocar.




Así Daevid Allen entra a la década de los 2000 convertido en leyenda, como padre de una obra extraordinaria, iridiscente y plena de una espiritualidad perfumada con los inciensos del humor y coloreada con fantasías pueriles y deliciosas.

A pesar de su edad, daba lo máximo en cada concierto y seguía alentando la extensión de sus visiones musicales.

Siglo 21: el Planeta Gong se reinventa

Entre el 2000 y el 2006 usando como telón de fondo el famoso Festival de Arte de Glastombury, encontramos a Allen una vez por año, promoviendo la llamada Gong Family Unconvention, evento que agrupa en forma libre a muchos de los músicos que pasaron o pasarían por la experiencia Gong.

Ayudado por internet, (instrumento que Allen y sus aliados musicales planetarios comprendieron y usaron muy bien desde sus comienzos) y por el éxito de las Uncoventions, Allen comienza a promover los proyectos de sus amigos y colaboradores y logra extender más aún su estela. En este caso hacia Asia.

En 2003 Gong se fusionó con la demencia alucinatoria de los japoneses de Acid Mother’s Temple y producen el desquiciado Acid Mother Gong. Giran con uno de los más brutales bateristas de la historia, Tetsuyo Yoshida. Y así, por fin, Kawabata Makoto, cumple su sueño dorado de conocer a su ídolo y tocar con él. Ahora es el guitarrista de Gong.

En el 2007, el incansable Allen ya con casi 70 años a cuestas, mira hacia Sudamérica y establece conexiones en Brasil, reclutando a Fabio Golfetti guitarrista de Violeta de Outono, para formar la Gong Global Family, con quienes haría varias apariciones en vivo y grabaría un DVD.

La edad no logró nunca frenarlo. Hubo conciertos en escenarios de lujo como el Queen Elizabeth Hall en 2008. En el 2009, su hijo, Orlando Allen, se encarga de la batería y de toda la logística de la banda en vivo, la cual durante años había sido responsabilidad de su incasable madre, Gilli, a quien Daevid como todo héroe de una buena novela debe mucho en términos de amor y apoyo.




Reuniones en el 2010. Viejos amigos se reencuentran. Malherbe suena su flauta con Gong otra vez. Sucede lo increíble: Hillage regresa. Alguien le preguntó si regresaba definitivamente y éste respondió: “Si Usted hubiese tenido alguna vez la fortuna de haber tocado algo…cualquier cosa… una pandereta o un pito con Gong sabría esto:…nunca nadie se convierte en ex miembro de Gong. Una vez que has tocado con Daevid Allen ya nadie deja Gong del todo…Gong no es una banda, es una manera de hacer música y de vivir…”

El triste e inesperado final de Daevid Allen

Al final llega el 2014 y los Pot Head Pixies, solicitan que Allen se vaya con ellos. Quién sabe si la noticia se transmitió por Radio Gnome Invisible o si se supo primero en la Compañía Invisible del Tíbet, pero lo cierto es que Allen fue diagnosticado de un cáncer.

Nunca lo ocultó ni se mostró abatido. Él mismo lo puso en la web oficial de la banda y aunque la noticia generó mucho pesar, Allen hizo lo posible para no reducir sus apariciones públicas demasiado. Si bien ya no podía tocar en vivo, cuando le era posible se hacía escuchar leyendo poemas en su Australia natal.

En enero de este año él mismo reveló en el website que la enfermedad era terminal, y apenas doce días antes de su partida, estuvo leyendo poemas en una de esas librerías donde alguna vez comenzó esta historia.

Su poema final, (la declamación puede verse en Youtube) dice así:

“Porque, ¿qué cosa es morir más que estar desnudos en el viento y fundirnos con el sol?

¿Qué cosa es cesar de respirar sino librar a nuestro aliento de sus incesantes mareas, de modo que puede elevarse y buscar a Dios?

Solo cuando hayas bebido del Río del Silencio podrás en verdad cantar.

Solo cuando hayas alcanzado la cima podrás empezar a escalar.

Y solo cuando la tierra reclame tus miembros, solo entonces podrás verdaderamente bailar”.

Daevid Allen em 2015
Daevid en Italia, 2013

Así termina esta historia,  pues Daevid Allen fue llamado al planeta Gong. Su ascenso fue musical y pacífico. Sus hijos encendieron bengalas de arco iris mientras entregaban sus cenizas al mar.

Esta historia no acaba aquí, muchos hijos de Gong continúan la leyenda del que fuera tal vez el más querido y feliz de todos los músicos de rock de este planeta…y de aquel otro.

Daevid Allen
Allen en uno de sus últimos conciertos
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