La incomprendida película de género criminal que debes ver ahora mismo
A veces las mejores películas son injustamente criticadas en su lanzamiento y después revalorizadas a lo que debieron ser en un principio: una obra de arte
La Generación X creció con una de las mejores series criminales de la historia, muchos colores marinos, dinero en efectivo que se intercambiaba por drogas y un característico art deco que ejemplifica a la perfección el exótico sur de Florida. Y después de que se anunciara que esta serie contaría con un remake cinematográfico homónimo en 2006, las expectativas estaban bien altas para Miami Vice.
En su momento, todos esperaban un thriller policiaco de disparos, con una dosis elevada de acción y un gran presupuesto, haciendo juego con las películas de Bad Boys –algunas de ellas son ahora las mejores películas de Amazon Prime– que le precedieron. Pero en su lugar, la película se alejaba del tono y el estilo del material original, y esto, en realidad fue bueno.
Cuando Michael Mann decidió dirigir el proyecto, estaba claro que llevaría consigo su estilo característico, y fue este esfuerzo el que causaría en su momento una división muy marcada, pero también sería el mismo que actualmente llevaría a Miami Vice a una revalorización por la crítica, y ahora se conoce esta producción como una obra de culto.
¿De qué trata Miami Vice?
Miami Vice hace a un lado su pasado original para darle un lavado de cara a la trama
Protagonizada por Collin Farrell y Jamie Foxx, en los papeles de Sonny Crockett y Ricardo Tubbs, respectivamente. Son dos policías encubiertos que participan en la investigación de un cartel de la droga entre Miami y Cuba.
Sin embargo, en el proceso, el poco ortodoxo Crocket se termina por involucrar sentimentalmente con la pareja y asesora financiera del cartel, Isabella, interpretada por Gong Li, quien hace uno de los personajes femeninos más dinámicos y llenos de matices de la película. Pero, por otro lado, la tensión y diferencias de perspectivas llegan a su punto más alto cuando Tubbs debe lidiar con un asalto a sus seres queridos.
Miami Vice tiene mucho a su favor, una excelente interpretación por parte de los protagonistas, la banda sonora de estilo Dad-Rock, pero, sobre todo, y al mismo tiempo una de las características más controvertidas de la película: su inusual estilo visual.
Miami Vice no se dejó limitar por las ideas preconcebidas
Al hacer un remake, las ideas preconcebidas tanto para la crítica como el público pueden hacer de una película un éxito o un fracaso. Y en este caso, cuando se trataba del remake de una de las series más “cool” de los 80 y que tuvo una importancia prominente culturalmente, sin duda, jugaron en contra de Miami Vice.
Pero aun así, esto no le importaba a Mann, él pensaba en darle un giro que fuera coherente y con ello, atacar el material original.
En los primeros minutos de la película ya nos empapamos de una sensación de que estaremos por vivir una experiencia diferente. Mann, quería apostar por acelerar el ritmo, tanto de la banda sonora como de la fotografía, y por extensión el tono general de la película.
Los personajes multidimensionales lo son todo
En Miami Vice, tanto Collin Ferrel como Jamie Foxx ofrecen una interpretación perfectamente cargada de matices que se extiende a lo largo de los 135 minutos de duración de la película, haciendo que te involucres perdidamente en el desarrollo de sus personajes.
Todo ello lo consiguen a través de sus relaciones personales y profesionales, destacando el vínculo tácito entres los dos policías de antinarcóticos. Hay una dinámica innata entre ambos, al saber los peligros a los que se enfrentaban y lo imprescindible que puede resultar una situación, cada uno era consciente de lo que pensaba el otro, como si de un éxito sentido para cubrirse la espalda mutuamente se tratase.
Y aunque el trabajo de los dos protagonistas es magnífico, no podemos restar mérito a Cara Hinds y Naomie Harris, quienes refuerzan a estos dos con sus excelentes interpretaciones.
Miami Vice, la película incomprendida que ahora ha dejado un legado
La película que dividió a los espectadores en su momento, ahora es una película de culto
Está claro que los espectadores estaban dispuestos a ignorar cada uno de los detalles magníficos de la película de Michael Mann que la convierten en una obra única en sí misma, pues, atacaron esta epopeya de crimen incomprendida con críticas negativas debido a que no fue la versión exagerada y de gran presupuesto de la serie de enorme éxito a la que estaban acostumbrados. Pero como ya hemos mencionado, es precisamente esto lo que la hace tan buena.
Don Johnson y Philip Michael Tomas fueron los veteranos que llevaron al éxito la serie de Miami Vice en los años 80. Pero la versión de Michael Mann quería establecer una identidad propia, y vaya que lo consiguió. Sin embargo, a veces la mente de los espectadores está demasiado arraigada a la versión original que no deja espacio para apreciar una adaptación artísticamente increíble.
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