Créteil, la ciudad más poblada de Val-de-Marne, ha sabido conservar su carácter campestre, que antiguamente impulsaba a los parisinos a construir aquí sus casas de campo. El programa de urbanismo "Nuevo Créteil", lanzado en 1965, permitió la construcción de 6000 viviendas y nuevos edificios administrativos, como la Prefectura, el Ayuntamiento, el hospital Henri Mondor y el Palacio de Justicia.
Entre los edificios atípicos que contribuyen a la identidad de la ciudad, se encuentra la catedral de Nuestra Señora, inaugurada en 1976 y recientemente ampliada por un impresionante casco de 25 metros de altura. Los "Choux" también forman parte del paisaje de Créteil. Estas estructuras de 15 pisos reciben este nombre por las corolas de hormigón moldeado que forman los balcones. Este proyecto ambicioso e innovador recibió en 2008 la etiqueta "Patrimonio del siglo XX". Los frescos de arte callejero, que poco a poco se extienden por la ciudad, añaden una nota de modernidad.
El casco antiguo de Créteil también cuenta con algunas joyas históricas. Entre ellas están el palomar de Créteil, uno de lo más antiguos de Isla de Francia, que ahora alberga exposiciones, o la iglesia de San Cristóbal, construida en un lugar de culto galorromano.
La isla de Ocio de Créteil, con sus 62 hectáreas de superficie, está ocupada en sus dos tercios por el lago de Créteil, lago artificial urbano de 42 hectáreas enclavado en una antigua cantera. En este inmenso espacio dedicado al ocio se ofrecen muchas actividades: arborismo, complejo acuático con piscina de olas y tobogán, circuito saludable, windsurfing, piragüismo, parque infantil, etc. En la Casa de la Naturaleza podrá participar en actividades relacionadas con el descubrimiento del medio ambiente (exposiciones, talleres, salidas, etc.). Partiendo del lago, el itinerario de la Végétale le ofrece, a pie o en bicicleta, un bonito paseo de 20 km a través de Val-de-Marne.
