Encajonado entre dos mares, quien se lo proponga podrá ver amanecer en una costa y atardecer en otra el mismo día. Costa Rica es un país de superficie reducida; pero en la práctica es todo un continente debido a la biodiversidad que presenta. Playas tropicales, selvas, volcanes poderosos y ese toque cariñoso que tiene el tico con los extranjeros lo convierten en el país perfecto para una aventura en América Central.
Costa Rica es un pedacito de edén que ha estado libre de las historias convulsas de otros países de la región. Tiene como bandera la sostenibilidad, promueve el turismo responsable, invierte en infraestructuras de calidad y defiende la conservación de una flora y una fauna excepcionales que representa el 4 % de la biodiversidad mundial. Si algo es Costa Rica es pura naturaleza, y, claro, también pura vida.