Conchita Martínez: “Desde casa veía dos pistas de tenis; fue el destino”

Conchita Martínez: “Desde casa veía dos pistas de tenis; fue el destino”

Tenis

La directora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023 revisa su carrera deportiva y profesional con 'La Vanguardia'

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Conchita Martínez, este miércoles, en las instalaciones del RCTB 

Xavier Cervera

–¿Buscamos un lugar más recogido, más apartado? –me pregunta Conchita Martínez (51) mientras recorremos la cafetería del Real Club de Tenis Barcelona (RCTB).

(Es socia de honor del club, un reconocimiento más a su maravillosa trayectoria profesional, exitosa como tenista, entrenadora, comentarista, capitana, ejecutiva, mujer del Renacimiento...).

Vamos de aquí para allá y, en nuestra deriva, algún socio nos detiene, trata de entablar una charla con la protagonista:

–¡Hombre, Conchita!

Vamos apurados, así que Conchita Martínez –campeona de Wimbledon en 1994, ex número 2 mundial, excapitana de la Copa Davis y de la Fed Cup, ex entrenadora de Garbiñe Muguruza, hoy directora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023 (así se llama ahora la Fed Cup: se celebra entre el 7 y el 12 de noviembre en Sevilla)– se para por un instante, saluda amablemente y sigue.

Subimos a la planta superior de la casa club, localizamos un lugar silencioso en la terraza y allí tomamos asiento.

–Venga, aquí –me dice.

Xavi Cervera, el fotógrafo, nos retrata mientras hablamos.

Estoy listo para disfrutar de una buena conversación con una leyenda del tenis.

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Conchita Martínez, en estos días en el RCTB 

Xavier Cervera

¿Aún juega?

Hice una exhibición en Wimbledon este julio. Aunque no juego a diario, la verdad.

¿Y no lo echa de menos?

Ocupo el tiempo en otras cosas. Si estoy entrenando a alguien, entonces sí que paso un tiempo en la pista. Pero más allá de eso, apenas agarro la raqueta.

¿Queda mucho hasta la igualdad plena? Seguro que sí. Pero se está avanzando mucho”

Conchita MartínezDirectora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023

Y si agarra una raqueta, como hizo por ejemplo en Londres, ¿qué siente? ¿De qué manera ve que rinde menos?

Bueno, a esto ya no se le puede llamar competición. Desde luego, no estoy fina con la raqueta porque no estoy jugando.

Hasta hace unos pocos meses, usted estuvo entrenando a Garbiñe Muguruza, ahora apartada de las pistas. ¿Volveremos a ver a Muguruza en activo?

Yo creo que es ella quien debe hablar de sí misma, como ya lo está haciendo. Yo prefiero no tocar ese tema.

(Muguruza, ganadora de dos títulos del Grand Slam y ex n.º 1 de la WTA, salió del circuito en enero y no ha vuelto a competir desde entonces. En su momento, había hablado de un retiro temporal. Sin embargo, no le ha dado fecha al regreso y, según ha comentado recientemente, ni piensa en ello).

¿Cómo se sufre más, como jugadora o como entrenadora?

Los nervios siempre están ahí, aunque los sentimientos son diferentes. Tener mariposillas en el estómago está bien, pero estar demasiado nerviosa no es bueno. Cuando juegas, tienes más control de lo que pasa ahí dentro. Además, en mi época (entre los 90 y principios de este siglo), los entrenadores apenas tenían margen de actuación. A ver, de entrenadora se pasa mal y hay más frustración, porque no estás jugando.

Mi primer técnico me descubrió en una pista de frontón. Le dijo a mi padre: ‘La niña apunta’”

Conchita MartínezDirectora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023

¿Volvería a ser entrenadora?

La posibilidad siempre está ahí. Y me gusta hacerlo.

¿Sería usted selectiva?

No funciona así. No sales por ahí a ver a quién entrenas, tú no lo seleccionas. Tienen que venir a buscarte. Y por ahora prefiero tomarme un respiro. Han sido unos cuantos años de viajes. Si sale una posibilidad, pues ahí estaré.

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Conchita Martínez, bajo la imagen que la retrata con su título de campeona de Wimbledon, en 1994 

Xavier Cervera

¿Y es muy distinto el tenis actual al de sus tiempos?

Es totalmente distinto...

¿En qué sentido?

En mis tiempos, estaban Graf, Seles, las Williams, Davenport, Capriati... Antes había más variedad y ángulos, más creatividad y ritmos. Ahora el tenis es más directo y exige más preparación y más prevención.

(Conchita Martínez estuvo cabalgando entre los tiempos de Navratilova y Graf hasta la era de las Williams y Sharapova).

Es Garbiñe Muguruza quien debe hablar de sí misma; yo prefiero no hablar de si volverá o no”

Conchita MartínezDirectora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023

¿Más físico?

El tenis ha avanzado a más potencia. Debes anticiparte al golpe, necesitas una velocidad extra.

¿Y para aguantar el ritmo del calendario?

La intensidad del calendario siempre ha estado ahí. Es cierto que, en nuestra época, podías acabar en noviembre y pasar dos meses desconectándote, o recuperándote de una lesión, o iniciando la pretemporada. Ahora todo eso es más complicado, no empiezas tan fresco.

Pero es así para quienes juegan los torneos de maestros, o las Davis y la Billie Jean King Cup. No para el resto, ¿no?

Hay torneos hasta diciembre. Muchos necesitan sumar puntos para avanzar en el ranking.

Usted no sufrió tanto, siempre estuvo entre las mejores.

Compartir la época junto a Arantxa Sánchez Vicario nos empujaba a ser mejores. Ganamos cinco Fed Cup y jugamos otras cinco finales. Y están las medallas olímpicas... La nuestra fue una rivalidad sana, los triunfos de una y otra nos hacían creer en nosotras mismas.

Compartir una época junto a Arantxa Sánchez Vicario nos empujaba a ser mejores”

Directora de las Finales de la Billie Jean King Cup 2023

¿Creyó que lograría lo que ha logrado?

Entre mis cuatro y mis ocho años vivíamos en Madrid, y luego regresamos a Monzón (Huesca). Yo tenía interés por los deportes, podía haber sido atleta, velocista, pero desde la cocina de casa veía dos pistas de tenis que pertenecían a Hidro Nitro, la empresa en la que trabajaba mi padre (Cecilio). Allí jugaba gente de empresa. Y también había un frontón. Un día bajé y me fui al frontón.

¿Y qué edad tenía?

Nueve.

¿Y entonces?

Así empezó todo, fue el destino. Si hubiéramos seguido en Madrid, tal vez no hubiera descubierto la raqueta. Fue José María San Vicente quien me descubrió a mí. Llevaba una escuela de niños y jugaba, y le dijo a mi padre: “La niña apunta, tráela este sábado”. Vio talento, vio que aprendía rápido, se convirtió en mi primer entrenador: pronto, el hombre me entrenaba cuando salía de trabajar, por las noches, hasta muy tarde.

Eso es pasión.

Me gustaba, ya lo creo, una cosa llevaba a la otra. Vinieron torneos de alevines, evolucionaba. Fui una privilegiada. Pasé mucho tiempo en el Top 10.

Y ganó dinero. ¿Se sentía agraviada con respecto al circuito masculino?

Ahora, en los Grand Slam, el cheque es igual para ellos y ellas. ¿Queda mucho hasta la igualdad plena? Seguro que sí. Pero se ha avanzado hacia unas condiciones buenas, he ido presenciando ese proceso con la ayuda de jugadoras de otros tiempos, lideradas por la misma Billie Jean King.

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