Cobi Jones, tocayo de la mascota y un mito del 'soccer' - El Periódico

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Cobi Jones, tocayo de la mascota y un mito del 'soccer'

Su presencia en la selección olímpica de Estados Unidos inspiró a muchos jóvenes negros a practicar el fútbol, que hasta entonces era un deporte casi exclusivamente de blancos.

Cobi Jones

Cobi Jones / Desmond Boylan

Eloy Carrasco

Eloy Carrasco

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Se convirtió en una de las primeras anécdotas de los Juegos. ¿Un deportista que se llama exactamente igual que la mascota? ¿Y, además, norteamericano? ¿Futbolista? El tema olía a golosina y el protagonista era Cobi Jones, que la víspera de su estreno en el Camp Nou atendía, siempre sonriente aunque un poco abrumado por el interés que suscitaba, la curiosidad de un par de periodistas.

Su madre tuvo la misma idea que Javier Mariscal el día del bautizo de sus respectivas criaturas. Si el diseñador valenciano se inspiró en el comité organizador (COOB), ella optó por homenajear a un personaje de unos dibujos animados de la época que se llamaba Cobi, según explicó su hijo, nacido en Detroit en 1970 aunque criado en el sur de California.

La cuestión es que aquel joven que hizo su debut olímpico en el estadio azulgrana ante Italia (perdieron 1-2) ante unos pocos miles de espectadores la víspera de la ceremonia inaugural se acabó convirtiendo en un mito del fútbol en Estados Unidos.

Centrocampista dinámico y de inconfundibles rastas, se retiró a los 37 años tras haber disputado 164 partidos con la selección yanqui (más que nadie) y con tres Mundiales disputados (1994, 98 y 02). Y, por encima de todo, ejerció de palanca en una actividad entonces casi exclusivamente practicada por blancos, su presencia alentó a muchos chicos negros a meterse en el extraño deporte (para ellos) del saque de banda y el fuera de juego.

Todo aquello ocurría, además, cuando Estados Unidos preparaba su Mundial y el fútbol se abría paso. Jones estuvo una temporada en Inglaterra, en el Coventry, y dejó huellas fugaces en el Colonia y el Vasco da Gama, pero el grueso de su carrera transcurrió en su país. Colgó las botas en el LA Galaxy y hoy es, además de leyenda por derecho propio, comentarista futbolístico y conferenciante. En el fondo, una especie de mascota del 'soccer'.