Claudio Ranieri fue el primer entrenador que destituyó Roman Abramovich en el Chelsea. El mandatario ruso adquirió el club londinense en 2003 y empezó con un proyecto en el que no iba a seguir el técnico italiano.
Inicialmente los planes de Abramovich eran los de construir un equipo. Ese era el encargo que tenía el preparador transalpino en esa primera temporada, sin embargo todo cambió con la llegada de Peter Kenyon como director ejecutivo.
Grandes fichajes
El Chelsea había invertido 120 millones de libras en su plantilla al fichar a Hernán Crespo, Juan Sebastián Verón, Damien Duff, Adrian Mutu y Claude Makélélé, y Kenyon entendió que el equipo debía ganar algún título.
"Cuando Peter Kenyon hizo la primera entrevista, me dije a mí mismo: 'Terminó Claudio, estás muerto'", empieza contando el italiano en el documental Fever Pitch de Paramount+.
"Dijo: 'si Claudio no gana ningún título es un desastre'. Yo pensé: '¿por qué? Roman (Abramovich) nunca me preguntó algo así en el primer año", agregó Ranieri.
Por su parte, Kenyon explicó hace tiempo que "Claudio era un tipo muy agradable", pero viendo que José Mourinho ganó los dos años siguientes la Premier, el movimiento se ve como acertado.
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