Cindy Crawford: 10 fotos para resumir la carrera de la mejor top model de la historia

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“Cómprame, valgo tres dólares”. Esta es la frase que Cindy Crawford (DeKalb, Illinois, 20 de febrero de 1966) sigue repitiéndose como un mantra cada vez que posa delante de un objetivo. Se lo enseñó Richard Avedon, el fotógrafo más elegante del siglo XX, cuando ella empezaba a modelar. Le dijo que tener una idea en la cabeza, aunque fuera tan vulgar como esta que se refiere al precio (antiguo) de una revista, en fotografía da excelentes resultados. No fue un mal consejo, desde luego, si repasamos las más de 600 portadas que ha protagonizado en las cabeceras más prestigiosas del mundo.

Cindy podría haber acabado siendo una ingeniera química más –bueno, no una cualquiera, sino una bellísima– porque recibió una beca para estudiar dicha licenciatura. Ella era una chica de campo, de un pueblecito pequeño de Illinois, donde todos los veranos echaba una mano en las plantaciones de maíz. Estos estudios le hubieran venido al pelo para aplicar conocimientos de biotecnología, ciencias ambientales e ingeniería alimentaria en su entorno, pero un fotógrafo de provincias se cruzó en su camino y le ofreció hacerle un shooting. Tenía 17 años y unos padres responsables que dijeron sí, si presenciaban la sesión. Y ahí empezó todo. Aquellas fotos tuvieron tanto éxito que la joven Cindy decidió marcharse ese verano a Europa para ganarse un dinero como modelo antes de empezar la universidad. Su despegue como top arruinó aquellos primeros planes.

Un cuerpo para el pecado y un coco de los negocios

Hoy, recién cumplidos los 56, todos conocemos su brillante carrera y cómo se ha enriquecido como modelo y empresaria. Ella fue una de las mujeres, junto a Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Linda Evangelista y Christy Turlington, que revolucionó el mundo del modelaje en los 80 y 90. Ya no eran simples maniquíes en los que colgar la ropa. Ahora se habían convertidos en auténticas celebridades con voz propia, que hacían y deshacían mucho en el negocio de la moda, creando empresas y lanzando mensajes en la defensa del medioambiental y la igualdad. O sea, que aquellos cuerpos para el pecado también tenían cabecita para los negocios.

La chica del lunar –estuvo a punto de quitárselo, menos mal que no lo hizo– también probó suerte en el cine. Hizo algunos cameos hasta que protagonizó junto a William Baldwin Caza legal (1995), una peli policíaca que se la podían haber ahorrado. En televisión sin embargo sí que tuvo éxito. En MTV presentó durante casi seis años el programa House of style y en la cadena ABC arrasó con el espacio Sex with Cindy, en el que se hablaba y debatía en torno a la diversidad sexual y la educación sexual. También ha escrito libros, ha grabado videos de entrenamiento, fue la primera top que se desnudó en la revista Playboy y, aunque retirada de las pasarelas, sigue siendo imagen de varias firmas.

En el plano personal también es una triunfadora. Con un primer matrimonio fugaz con Richard Gere (1991-1994) y un segundo con el empresario Rande Gerber que sigue vigente, Cindy vive ahora una etapa feliz y serena de la vida junto a su marido y sus dos hijos. Se deshace viendo cómo su hija Kaia sigue sus pasos con el mismo éxito que ella y comparte, a través de sus redes sociales (6 millones de seguidores en IG), secretos de belleza, rutinas de entrenamiento, viajes de ensueño y outfits. También su faceta más solidaria, como la que protagonizó el pasado septiembre recreando el anuncio de un conocido refresco que hizo en los 90 para recaudar fondos para el American Family Children's Hospital de Madison Wisconsin, donde su hermano fue tratado de leucemia. Y hasta aquí nuestro pequeño homenaje a la bella e inteligente Cindy por su 56 cumpleaños, una de las supermodelos más bellas del mundo que más accidente de tráfico ha causado en Noruega. Sí, sí, por lo visto tuvieron que retirar de las carreteas los carteles de una campaña suya porque observaron que el índice de accidentes se había disparado. Normal.