¿Qué fue de Christian Karembeu?
Con fama de eterno secundario, el internacional francés suma un papel inmejorable, fruto de sus tiempos en el Real Madrid y la selección
La historia de Christian Karembeu es en cierto modo la historia del triunfo de la civilización sobre la barbarie. Conocido por un palmarés deslumbrante, siempre se le ha presentado como un segundón que ostenta todos los galardones del fútbol sin haber desempeñado un papel fundamental en ellos. Algo que no es del todo cierto, pues este jugador francés originario de Nueva Caledonia, Oceanía, fue pieza fundamental en la conquista de la séptima Copa de Europa por parte del Real Madrid . Tras más de tres décadas de espera, el Madrid volvía a reinar en Europa y lo hacía con Karembeu como figura destacada en las eliminatorias finales.
El triunfo de la civilización del que nos referíamos tiene que ver con la historia de su familia. En 1931 su abuelo, Willy Karembeu era paseado enjaulado por las calles de París.. Se celebraba la Exposición Colonial y las potencias occidentales organizaron una muestra para en cierto modo justificar y enseñar la actividad transoceánica y las tierras que controlaban más allá de sus fronteras naturales. El desfile en forma de zoológico humano fue una de tantas actividades. Menos de 70 años después, los nietos de aquellos parisinos vitoreaban al nieto del hombre enjaulado, miembro de la selección nacional francesa que se proclamó campeona del mundo en 1998.
Pero el pasado colonial y la aberración que sufrieron sus antepasados nunca abandonaron a Karembeu. Tras salir de Nueva Caledonia para recalar en la cantera del Nantes, se presentó la posibilidad de jugar con la selección francesa. El jugador accedió, pero no cantó el himno nacional en ninguna de las 53 apariciones con la selección. Siempre dijo que representó a Francia para «dar a conocer Nueva Caledonia». Pero su silencio en La Marsellesa fue su recuerdo y su crítica a las actuaciones coloniales que sufrió su familia.
Tras jugar en la Liga francesa, dio el salto a la Sampdoria italiana. En la Serie A demostró todo su potencial, lo que le definiría como jugador. Un centrocampista explosivo y muy físico, que podía actuar con comodidad en banda derecha. Esas cualidades llamaron rápidamente la atención de Real Madrid y Barcelona, que trataron de hacerse con los servicios del jugador cuando apenas había completado su primera temporada en el club italiano. Pero Karembeu tardaría en llegar.
Llegó a ser apartado del equipo por no querer cumplir un principio de acuerdo entre su club y el Barcelona. La razón es que Lorenzo Sanz, presidente del Real Madrid , ya había alcanzado una cuerdo con el jugador. La disputa entre los tres equipos fue tremenda, con el jugador fuera de la disciplina de los italianos. Pero el Madrid estaba totalmente dispuesto a hacerse con sus servicios. Y aunque el jugador acaba contrato en el verano de 1998, los blancos desembolsaron 500 millones de pesetas para que el jugador fichase en el mercado de invierno. Se convirtió así en un refuerzo de excepción para Jupp Heynckes en los anhelos por ganar la Copa de Europa.
Aunque nunca destacó como goleador, apenas anotó 20 tantos en 15 temporadas, el internacional francés anotó tres muy importantes en las eliminatorias finales de la Copa de Europa. Tal vez el más importante fue el que puso el empate a uno en el partido de ida de Cuartos de Final ante el Bayern Leverkusen. El Madrid perdía 1-0 a falta de poco más de diez minutos para el final. Karembeu puso de cara la eliminatoria. En el partido de vuelta en el Bernabéu volvió a ser importante al marcar el primer gol del partido, cuando un mínimo traspiés podía dejar fuera al equipo.
Volvió a ser importante en el partido de semifinales ante el Dortmund . Anotó el 2-0 que daba tranquilidad a la eliminatoria. Aquel fue el mítico partido en el que la portería del Fondo Sur se vino abajo por la actitud de los Ultras y el partido comenzó con una hora de retraso. Karembeu fue titular en la final contra la Juve que devolvió al Real Madrid al trono de Europa.
Ese mismo verano ganó el Mundial con Francia y a finales del mismo se casó con Adriana Sklenarikova , un matrimonio que terminó en el año 2011. La modelo eslovaca, poseedora de las piernas más largas del mundo, es el otro motivo por el que más recuerdan a Karembeu. Un jugador con tanto prestigio no merece ser recordado por si su mujer era guapa o fea, pero la memoria es selectiva y caprichosa. Lo que es innegable es que 1998 fue en lo personal y profesional el gran año de su vida.
Su protagonismo deportivo fue a menos, y tanto en la Eurocopa que Francia ganó en 2000 como en la octava Copa de Europa del Real Madrid ganada ese mismo año su papel fue menor al que representó los dos años anteriores. Salió del Madrid para recalar en el Middlesbrough inglés. Esa temporada, la 2000-2001, fue la última en la élite. Entendiendo como élite jugar en una de las tres grandes Ligas.
De ahí marchó tres años al Olympicas, con el que ganó dos ligas de Grecia. En 2004 puso fin a esa etapa. El final estaba cerca, y éste llegó en el año 2005, cuando había retornado a Francia para jugar en el Bastia de Córcega. En la actualidad es consejero del Olympiacos.
Ha pasado a la historia por un palmarés conseguido a la sombra de grandes estrellas y por la belleza de su mujer, pero tal vez sea más justo recordarlo como pieza clave en el Real Madrid que recuperó la gloria europea y como miembro de una Francia campeona. Aplaudido por un pueblo que había evolucionado. Los Karembeu ya no eran tratados como animales. Eran tratados como héroes.
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