Los chicos del maíz V: Campos de terror (1998)

Título original: Children of the Corn V: Fields of Terror
Año: 1998
Compañía: Dimension Films / Blue Rider Pictures
Director: Ethan Wiley
Guion: Ethan Wiley
Reparto:
Stacy Galina (Allison)
Alexis Arquette (Greg)
Eva Mendes (Kir)
Greg Vaughan (Tyrus)
David Carradine (Luke)

Sinopsis:
Mientras camina de noche por un maizal, un niño descubre un extraño fuego verde que surge de la tierra, que se introduce en su interior cuando se acerca a él. Un año después, descubrimos que el niño tiene poderes telequinéticos y se ha rodeado de otros infantes con los que va eliminando a los adultos de la zona, y junto a los que adora a aquel que camina en el maíz, representado por el fuego que nunca se apaga.

Mientras tanto, seis amigos se dirigen al pueblo, para verter sobre él las cenizas de su fallecido amigo Kurt. Dos de los jóvenes se adelantan al otro coche, y en una parada cometen el error de introducirse en el maizal para coger unas mazorcas. Los otros cuatro jóvenes descubrirán que el pueblo alberga varios secretos mientras buscan a sus amigos.

Comentario:
Tras una cuarta entrega en la que se rompía con la historia de la trilogía original, la quinta parte intenta ofrecernos otra vez un nuevo comienzo de la saga, sin conexión con las anteriores entregas. Lo que consigue es otra floja reinterpretación del relato corto de Stephen King, salpicado con muchas caras conocidas.

Y es que tenemos a secundarios como Fred Williamson o David Carradine, a Alexis Arquette (hermano -antes de su cambio de género- de Rosanna, Patricia y David), Ahmet Zappa (hijo de Frank Zappa), además de un cameo de Kane Hodder. Y a Eva Mendes (aún Mendez por entonces) en su primer papel cinematográfico. Pero que el reparto no os lleve a engaño, porque de actuaciones anda la película bastante floja. De personajes también.

El guion de Wiley tiene bastantes claroscuros. Aunque más de oscuros que de claros. Sin embargo, es rescatable el hecho de mostrarnos la comunidad de los niños, e intentar investigar sobre cómo sería su sociedad. Aunque eso signifique unas interacciones con ellos que no terminan de tener sentido (como varias reacciones de los protagonistas durante toda la película, ya que estamos). Tampoco mejoró mucho Wiley como director, con una serie de planos y encuadres extraños, cuanto menos.

Claramente se intentaba mezclar la historia con la moda de los slashers juveniles de la época tipo Scream o Sé lo que hicisteis el último verano. Pero para que hubiese funcionado como tal, a la cinta le falta alguna muerte que nos importe lo más mínimo. Sin entrar en spoilers, lo mejor es el absurdo final de la escena en la que se enfrentan los personajes de Williamson y Carradine. Una locura. Si podéis ver esa escena sin ver nada más de la película, eso que os ahorráis.