Descubriendo la antigua capital de Bucovina, con una espectacular universidad de ladrillo rojo y numerosos edificios históricos
Chernivtsi es una ciudad situada junto al río Prut, cerca de la frontera con Rumanía. Entre los siglos XIV y XVIII toda la zona pertenecía a Moldavia, un estado independiente que acabó conquistado por el Imperio Otomano. Pero cuando Rusia derrotó a los turcos en el año 1774, cedió una parte de Moldavia a la Imperio de los Habsburgo como agradecimiento por su apoyo. Este territorio fue bautizado con el nombre de Bucovina y la capital se estableció en Chernivtsi. A continuación la ciudad vivió su época dorada, convirtiéndose en un importante centro comercial, y sus calles se llenaron de lujosos edificios que le ganaron el apodo de “Little Viena”. En 1918, tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro, Bucovina decidió unirse al Reino de Rumanía. Aunque en 1940 la Unión Soviética se hizo con el control de la mitad norte, que en la actualidad forma parte de Ucrania.
La principal atracción turística de Chernivtsi es el complejo donde se ubicaba la residencia de los Metropolitanos de Bucovina, incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Además su Casco Histórico es un lugar ideal para pasear sin rumbo, descubriendo monumentos interesantes en cada rincón, como el Teatro Kobylianska, la antigua Iglesia Armenia o la Catedral del Santo Espíritu.
ALOJAMIENTO: CITY CENTER HOSTEL – 350G/Noche
*Puntos a favor: habitación privada; cama doble muy cómoda; buena limpieza; ubicación inmejorable, en pleno Casco Histórico; tranquilidad total por noche; wifi rápido; nevera compartida; dueño (Marcus) muy simpático.
*Puntos en contra: para acceder a la habitación tenía que cruzar uno de los dormitorios; solo un cuarto de baño para todos los huéspedes, y realmente pequeño (en el lavabo no me podía ni bajar los pantalones).
Reservé este hostel a través de Booking y para llegar caminé algo más de 4km desde el lugar donde me dejó Misha con su furgoneta. Podía haber cogido un taxi, aunque no tenía moneda local, no hablaba ni una palabra de ucraniano y desconocía los precios de las cosas. Con el día que llevaba, después de 2 autobuses, cruzar la frontera desde Rumanía y hacer autoestop, solo me faltaba caer en manos de un taxista sin escrúpulos.
La verdad es que acabé satisfecho con el hostel, aunque gracias a elegir una habitación para mí solo. Las camas del dormitorio compartido eran muy tentadoras (solo costaban 100G por noche), pero estaba lleno de seres curiosos, como un abuelete de Moldavia que no podía volver a su país, o un judío ortodoxo con sombrero y levita negra. Y durante mi estancia me contaron que un tipo roncaba sin parar, a otro le apestaban los pies… No hubiera sido la mejor forma de comenzar mi recorrido por Ucrania. En fin, una vez instalado salí a la calle a comer algo porque me moría de hambre.
CENA: HOPACHOK RESTAURANT
Un lugar recomendado por mi guía de viajes, así que decidí probarlo. De camino comenzó a llover de forma intensa y llegué a la carrera. Reconozco que la primera impresión del sitio me puso en guardia: un comedor desierto; mobiliario elegante; decoración con infinidad de detalles; camareros super amables (me guardaron la chaqueta mojada en una consigna); música clásica de fondo; menú en inglés… A ver qué me iban a cobrar por la cena…
Yo empecé probando dos platos típicos de la gastronomía ucraniana: Borsch (una sopa de color rojo elaborada con remolacha) que me sirvieron con judías y en el interior de un bollo de pan; y Varenyky (una especie de tortellini) rellenos de queso de cabra y espinacas. Para acompañar pedí una jarra de cerveza. Todo estaba muy rico y acabé llenísimo. Y encima solo me costó 171G (poco más de 5€). En ese momento no lo sabía, pero con el tiempo descubrí que el Hopachok es uno de los mejores restaurantes que visité en Ucrania (teniendo en cuenta la relación calidad-precio).
De regreso al alojamiento ya había dejado de llover y caminé por calles oscuras y solitarias, intentando no resbalar con la acera mojada. Y aproveché para comprar comida en un supermercado. Antes de entrar en mi habitación estuve charlando unos minutos con Marcus, el dueño del hostel, originario del norte de Inglaterra (con un marcado acento). Sin duda otro personaje surrealista, que deambulaba por la sala común en pijama o se estiraba a ver la TV en el sofá como si estuviera en su casa.
LA UNIVERSIDAD DE CHERNIVTSI
Al día siguiente me desperté a las 9h tras una noche de sueño impecable. A continuación desayuné galletas y un yogurt; preparé la mochila pequeña; y me dirigí al lugar de interés más conocido de Chernivtsi. Cuando los Habsburgo se anexionaron Bucovina, decidieron construir una nueva residencia para sus Metropolitanos (líderes de la Iglesia Ortodoxa). La tarea se encargó a Josef Hlavka, un famoso arquitecto responsable de numerosos edificios en Viena. Y el resultado fue un conjunto monumental que combina los estilos Bizantino y Mozárabe, inaugurado en 1882 tras numerosos retrasos. Durante la Segunda Guerra Mundial el complejo sufrió importantes daños, pero los rusos lo restauraron y transfirieron a la Universidad de la ciudad; y actualmente es su campus principal.
*Horario: 10h – 17h (fines de semana cerrada)
*Precio: 80G
*Fotografía: ok
Al llegar a la entrada intenté acceder al recinto por mi cuenta, pero el vigilante de seguridad descubrió inmediatamente que era un turista y me dijo que tenía que realizar un tour acompañado de un guía. Yo acepté sin problema, hizo una llamada telefónica, y al momento apareció una sonriente mujer que en media hora me enseñó lo más destacado del lugar. La verdad es que acabé encantado: la señora me permitió ver diferentes salas que suelen estar cerradas con llave; aportó mucha información; y el precio es insignificante. Eso sí, como no hablaba inglés me hizo la visita en francés.
Paseando por el imponente complejo me sentí como si estuviera en Oxford o Cambridge, rodeado de edificios de ladrillo rojo con relieves y esculturas; tejados decorados con motivos geométricos; y docenas de chimeneas. El conjunto se divide en 3 partes, distribuidas alrededor de un gran patio central:
*Iglesia y Seminario: con sus paredes llenas de frescos. La guía tuvo el detalle de poner música para que comprobara la acústica del templo.
*Antigua Residencia de los Metropolitanos: las escaleras de acceso a las plantas superiores son magníficas. Dentro visité Marble Hall (una sala de actos con columnas, arcos y un elaborado techo); y Red Hall (una sala de reuniones con paredes rojas y un techo espectacular).
*Antiguo Monasterio: con una torre del reloj. Hoy día alberga la Facultad de Geografía y no se puede visitar el interior.
*Dendropark: recorrí estos jardines en solitario tras despedirme de la guía. La atmósfera era otoñal, con árboles de diferentes colores y el suelo cubierto de hojas secas. Mientras caminaba vi una graciosa ardilla a poca distancia. Tenía una cola enorme y se levantaba sobre sus patas traseras para inspeccionar la zona.
La Universidad estaba casi vacía a excepción de algún trabajador. El motivo: las clases presenciales se habían suspendido por el aumento de casos de coronavirus en Chernivtsi. Yo antes de marcharme estuve un buen rato investigando entre los edificios, haciendo fotos desde todos los ángulos posibles. Hubo momentos de tensión cuando la lente de mi cámara empezó a hacer cosas raras, pero por suerte se arregló sola.
RECORRIENDO CHERNIVTSI
En su época de esplendor Chernivtsi era una ciudad cosmopolita, y tenía importantes comunidades de judíos, alemanes y rumanos. Pero la Segunda Guerra Mundial y la ocupación soviética fueron devastadoras, y hoy día la población es básicamente ucraniana.
Los casi 20mil alumnos matriculados en su Universidad y los comerciantes que acuden cada día al gigantesco Mercado Kalynivsky hacen que la ciudad tenga una atmósfera muy animada, con numerosos bares y restaurantes. Como anécdota, Chernivtsi es el lugar de nacimiento de la actriz Mila Kunis, que vivió aquí hasta los 7 años antes de emigrar con su familia a Estados Unidos. Esto fue lo más destacado de mi recorrido por el Casco Histórico:
1. Plaza Tsentralna: tiene varios edificios de interés, entre los que llaman la atención el Ayuntamiento, con una torre a la que en teoría se puede subir para contemplar las vistas (yo no lo intenté); o el Museo de Arte Regional, con coloridos frescos que adornan su fachada.
2. Calle Kobylianskoyi: es la principal avenida peatonal de Chernivtsi, flanqueada por un sinfín de edificios históricos pintados de vivos colores, con torres, relieves, esculturas, tejados puntiagudos, elaborados balcones… A cualquier hora del día hay familias y grupos de amigos paseando, o sentados en alguna de las numerosas terrazas. Las oportunidades fotográficas son infinitas.
Tras un buen rato explorando la calle Kobylianskoyi entré en un local; pedí un Kebab de carne y pollo acompañado de patatas fritas y una Fanta; y me senté en una pequeña mesa del comedor, rodeado de lugareños. El Kebab tenía salsa picante a pesar de haber dicho que no quería y esto me tocó un poco las narices, aunque la cuestión era llenar el estómago. Precio: 100G.
3. Catedral del Santo Espíritu: fue construida en 1864 y es el principal templo ortodoxo de Chernivtsi. Tiene una enorme cúpula y hasta no hace muchos años estaba pintada de rosa, un color realmente inusual. Cerca de la entrada destaca una estatua del primer Metropolitano de Bucovina. En el interior me gustaron los muros cubiertos de frescos (aunque la iluminación era escasa); y unas lámparas gigantescas colgando del techo. Durante mi visita se estaba celebrando un Bautizo, con toda la familia del bebé reunida alrededor del cura.
4. Plaza Kobylianska: está dominada por un impresionante Teatro de estilo barroco que data del año 1905, obra de los mismos arquitectos responsables de las Óperas de Viena y Odessa (de ahí su ligero parecido). Cerca se encuentra el Museo de los Judíos de Bucovina, adornado con cuatro esculturas de gran dinamismo; y el edificio de la Facultad de Medicina.
La verdad es que me lo pasé genial explorando las calles de Chernivtsi, impregnadas de ambiente soviético, con los rótulos de las tiendas en cirílico, viviendas desconchadas, placas con relieves de personalidades destacadas de la ciudad… Y eso que hizo un día frío y gris, con una luz horrible para la fotografía. En un par de ocasiones vi grupos de ancianas sentadas en el suelo que vendían frutas y verduras (las cultivan en sus casas para obtener algún ingreso extra y complementar sus míseras pensiones). También abundan los perros callejeros, que se jugaban la vida entre vehículos circulando a toda pastilla (en la oreja lucían un plástico acreditativo de estar vacunados).
De regreso en el hostel, Marcus me propuso salir juntos a cenar y tomar algo. Estaba bastante cansado, pero era sábado y tenía ante mí una oportunidad inmejorable de experimentar la vida nocturna de Chernivtsi, así que acepté. Primero paseamos un rato por el Casco Antiguo y Marcus me explicó interesantes historias relacionadas con los edificios de la ciudad. Y a continuación me llevó al restaurante que frecuentaba habitualmente.
CENA: PANSKA HURALNIA
La entrada de este local es faraónica y me hizo sentir en el vestíbulo de un hotel de 5 estrellas, pero una vez dentro el comedor no es tan excesivo. Marcus me recomendó compartir una bandeja de carne con patatas y verduras; y pedí una jarra de cerveza, aunque al final cayeron 3 más (¡dos litros!). La comida estuvo rica y charlamos rodeados de mesas con lugareños. En un momento de la noche los camareros se reunieron para bailar una coreografía al ritmo de diferentes canciones. Fue divertido. Precio: 330G cada uno.
El plan de Marcus era continuar de copas en algún bar, aunque era medianoche y todos estaban cerrando (obligados por la crisis del coronavirus). Así que entramos en una tienda 24 horas, compramos una botella de vino blanco a medias (50G cada uno), subimos al hostel y nos sentamos en la sala común a continuar la charla. Yo cuando se acabó el vino paré de beber (tenía el estómago revuelto), pero Marcus continuó a base de vodkas con naranja. Y nos tiramos hablando hasta pasadas las 6h de la mañana.
Los relatos de Marcus me dejaron con la boca abierta. Hijo de un acaudalado empresario del norte de Inglaterra que hizo fortuna utilizando métodos poco ortodoxos; durante años fue dueño de una cadena de hostels en las principales ciudades de Ucrania y se dedicaba a recorrer el país conduciendo un autobús con grupos de turistas en busca de fiesta; en su anterior edición Lonely Planet le dedicaba una página entera; era un experto en el arte de seducir a chicas ucranianas; y salía con una muchos años menor que él, a pesar de todos los problemas que había tenido con sus parejas (batallas legales, embarazos no deseados…). Vaya tela…
MAS LUGARES DE INTERES
La jornada comenzó con mi alarma sonando a las 10h tras dormir menos de 4 horas, aunque milagrosamente no tenía nada de resaca. En la sala común me encontré a Marcus hablando con una china que no paraba de hacerle preguntas, sin estar ni siquiera alojada en el hostel (fue gracioso ver cómo el hombre iba perdiendo la paciencia poco a poco). Después de desayunar salí con ganas de seguir conociendo Chernivtsi. El tiempo había mejorado bastante, con sol y una temperatura agradable.
Esto fue lo más destacado:
5. Estela de la Victoria: un obelisco con la estatua de un soldado que conmemora la liberación de Ucrania por parte del Ejército Soviético durante la Segunda Guerra Mundial.
6. Antigua Iglesia Armenia: construida en 1875 por el mismo arquitecto encargado de la residencia de los Metropolitanos. También es de ladrillo rojo, con un exterior imponente. Una pena que al poco de llegar la encargada del templo cerró la puerta y se marchó, con lo cual me quedé sin poder entrar (las fotos que había visto prometían).
7. Catedral de San Nicolás: data de los años 30 y se caracteriza por una cúpula rodeada de cuatro torres con columnas retorcidas que, debido a un efecto óptico, parecen estar inclinadas. En el interior se estaba ensayando una misa, con el cura recitando plegarias y un coro de mujeres cantando de fondo, creando una atmósfera única. Yo me quedé allí un rato, rodeado de muros cubiertos de frescos y un puñado de feligreses.
8. Antigua Sinagoga: era un templo imponente de estilo Mozárabe, construido en el año 1873. Pero durante la Segunda Guerra Mundial sufrió un devastador incendio, y los rusos aprovecharon sus muros exteriores para reconstruir el edificio y convertirlo en… ¡un cine! Hoy día todavía está operativo, aunque dentro no hay nada que recuerde a una sinagoga.
TARDE DE RELAX
Durante mi recorrido pasé junto a una cafetería de nombre imposible: The Best Coffe Shop on the Universytetskiy & Skovorody Street. Me encantó su pequeña terraza decorada con flores y luces de colores, pero cuando me asomé a curiosear descubrí una escena de postal: estanterías llenas de libros antiguos, luz tenue, una elegante escalera de metal… Así que me senté en una mesa, me atendió una chica muy simpática, y pedí un Smoothie del día, que estaba delicioso (de plátano, fresa y zumo de naranja). No se puede pedir más… Precio: 55G.
De regreso en el hostel Marcus me comentó que era el cumpleaños de su empleado (un ucraniano de aspecto agresivo pero con buen fondo) y nos quería invitar a tomar algo. Yo me bebí un par de vodkas cola junto a dos chavales que se alojaban en el dormitorio. La anécdota se produjo cuando recordé que habíamos coincidido en un maxi taxi de Rumanía. Eran Tobias, un alemán un tanto seco; y su amigo francés, mucho más extrovertido. Charlamos un rato y a la que pude me marché a la habitación, porque el empleado iba con una turca importante y Marcus ya me estaba preguntando si tenía planes (no me apetecía otra noche de alcohol).
CONCLUSION
Reconozco que antes de viajar a Ucrania pensaba que se trataba de un país formado por inmensas llanuras desiertas y los únicos lugares de interés eran Kiev, Odessa y Chernobyl. Y la primera sorpresa me la llevé en Chernivtsi, una ciudad a la que llegué por ser la más cercana tras cruzar la frontera desde Suceava (Rumanía), y que me asombró con su arquitectura y su rica historia como antigua capital de Bucovina. Además conocer a Marcus me vino genial porque me permitió enterarme de primera mano de la realidad del país, aportando un montón de datos curiosos (a parte del cursillo acelerado sobre cómo ligar con ucranianas). Un día será suficiente para visitar las principales atracciones.
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