Quién es Chelsy Davy, la protagonista involuntaria del juicio de Enrique de Inglaterra contra los medios | Gente | EL PAÍS
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Quién es Chelsy Davy, la protagonista involuntaria del juicio de Enrique de Inglaterra contra los medios

Fue pareja del duque de Sussex de manera intermitente entre 2004 y 2011, y, según la versión de él ante un tribunal, la relación terminó por culpa de la presión ejercida por los tabloides. Hoy, Davy está casada, tiene un negocio de joyas y fue invitada a la boda de su ex con Meghan Markle

Chelsy Davy en el acto de graduación de Enrique de Inglaterra como piloto de las Fuerzas Aéreas Reales británicas (RAF), el 7 de mayo de 2010. En la actualidad, Davy mantiene una vida alejada de los focos.
Chelsy Davy en el acto de graduación de Enrique de Inglaterra como piloto de las Fuerzas Aéreas Reales británicas (RAF), el 7 de mayo de 2010. En la actualidad, Davy mantiene una vida alejada de los focos.Mark Cuthbert (UK Press via Getty Images)

Cuando Enrique de Inglaterra subió este martes a declarar como testigo en su batalla judicial contra la corporación Mirror Group Newspapers, el grupo editorial propietario del Daily Mirror, medio al que acusa de haber obtenido información sobre su vida privada de manera ilegal durante años, un nombre resonó en la sala hasta 118 veces: el de Chelsy Davy. La mujer, que mantuvo una relación intermitente con el duque de Sussex entre 2004 y 2011, se convirtió así en protagonista involuntaria del día, mientras el príncipe explicaba cómo la excesiva atención de la prensa, que los persiguió durante los siete años que estuvieron juntos, provocó “una enorme tensión y estrés innecesarios” en la pareja y, finalmente, los separó.

Durante la primera década de los años 2000, cuando muchos de los sucesos mencionados por el príncipe Enrique durante su declaración tuvieron lugar, una joven Chelsy Davy, que ahora tiene 37 años, aparecía en los medios británicos día sí y día también. La relación fue etiquetada por la prensa de entonces como “turbulenta”. Enrique de Inglaterra era retratado, en sus propias palabras, como “el mujeriego, el fracasado, el que abandona los estudios, el zoquete, el bebedor menor de edad o el drogadicto irresponsable”. Davy, que por aquel entonces trabajaba largas horas en una firma de abogados de la City, el distrito financiero de Londres, aparecía continuamente como una party girl o una alocada fiestera. Hoy está casada con el empresario Sam Cutmore-Scott, con quien tiene un hijo, nacido en 2022, llamado Leo. Es propietaria de una firma de joyas y sigue siendo amiga de su ex. De hecho, fue una de las invitadas a su boda con Meghan Markle, celebrada el 18 de mayo de 2018 en el castillo de Windsor.

Nacida en Bulawayo (Zimbabue), en 1985, Davy es hija de Charles Davy ―un millonario empresario dedicado al negocio de los safaris y uno de los terratenientes más prominentes de Zimbabue― y Beverly Donald, exmodelo y Miss Rhodesia en 1973. Fue criada en un ambiente privilegiado, en la ciudad de Victoria Falls, dentro de la reserva de caza de su padre, un terreno que doblaba el tamaño del condado de Surrey. En su adolescencia, fue enviada a estudiar al Reino Unido, pasando primero por Cheltenham College, un exclusivo internado que, con un coste anual entre las 31.000 y las 43.000 libras (entre los 36.000 y los 49.000 euros, al cambio actual), es una de las escuelas más caras del Reino Unido. Posteriormente, pasó por la no menos prestigiosa Stowe School para estudiar el bachillerato. Fue en este periodo cuando conoció al príncipe Enrique, aunque no fue hasta poco tiempo después, cuando coincidieron en Ciudad del Cabo, durante el periodo sabático que él se tomó entre la graduación universitaria y su ingreso en el Ejército británico en 2003, cuando comenzaron su relación.

Chelsy Davy en el acto de graduación de Enrique de Inglaterra como piloto de las Fuerzas Aéreas Reales británicas (RAF), el 7 de mayo de 2010. En la actualidad, Davy mantiene una vida alejada de los focos.
Chelsy Davy en el acto de graduación de Enrique de Inglaterra como piloto de las Fuerzas Aéreas Reales británicas (RAF), el 7 de mayo de 2010. En la actualidad, Davy mantiene una vida alejada de los focos.Max Mumby/Indigo (Getty Images)

A partir de ahí, la vida de Chelsy Davy daría un giro radical. Volvió a mudarse al Reino Unido y comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Leeds, para estar más cerca de su pareja. El príncipe Enrique y ella estuvieron juntos alrededor de siete años, aunque de manera intermitente debido a la extrema presión que ella, alérgica a los focos y a ser el centro de atención, sintió durante este periodo. Durante su declaración en el juicio de Londres, el príncipe Enrique ha recordado algunas de las noticias de aquel entonces que debilitaron su relación, como cuando se publicó que el duque de Sussex había visitado un club de striptease mientras estaban juntos. “Este tipo de artículos hacían que sintiera que mi relación con Chelsy estaba condenada al fracaso. En última instancia, me llevaron a tomar la decisión de que una vida dentro de la realeza no era para ella, lo que fue increíblemente doloroso para mí en ese momento”, ha declarado Enrique en el tribunal.

En una entrevista en el Sunday Times en 2016, Davy habló por primera vez de aquel periodo, definiéndolo como “una experiencia dura y horrible”. “Era joven, intentaba llevar una vida normal y aquello fue horroroso”, declaró.

Chelsy Davy (en el centro) a su llegada a la boda de su ex, el príncipe Enrique, y Meghan Markle, el 19 de mayo de 2018 en el castillo de Windsor.
Chelsy Davy (en el centro) a su llegada a la boda de su ex, el príncipe Enrique, y Meghan Markle, el 19 de mayo de 2018 en el castillo de Windsor. Chris Jackson (Getty Images)

“Creo que Enrique y yo vamos a ser muy buenos amigos para siempre”, dijo también en aquella misma entrevista. La pareja rompió en términos amistosos en 2011, pero la presión “enloquecida, amenazadora e insoportable” de los tabloides británicos forzó entonces a la abogada a renunciar a la vida en Londres y regresar a su Zimbabue natal.

En sus polémicas memorias, el duque de Sussex escribió que “apreciaba el espíritu despreocupado y auténtico de Chelsy” porque “nunca le importó lo que pensaran los demás”. Chelsy “llevaba faldas cortas y botas altas, bailaba con arrebato, bebía tanto tequila como yo”, escribió. También dio más detalles sobre su ruptura, alegando que ella quería “viajar, divertirse y disfrutar de su juventud”, mientras que él iniciaba su carrera militar. “Si hubiésemos seguido juntos, habríamos tenido suerte si hubiésemos podido vernos unas pocas veces en esos dos años; y eso no es una relación”, escribió el duque.

En 2016, Chelsy Davy volvió a aparecer ante los medios, esta vez para promocionar su nueva marca de joyas, Aya, que estrenó tras abandonar la abogacía. En 2018, fue fotografiada en la boda de Enrique y Meghan, a la que también acudió otra de las ex del duque, Cressida Bonas. En 2020, anunció que había “conocido a alguien”. Se trataba de Sam Cutmore-Scott, empresario británico que, curiosamente, coincidió con el príncipe Enrique en Eton College, el elitista colegio en el que también han estudiado figuras tan emblemáticas como Ian Fleming o George Orwell, pasando por numerosos políticos y casi una veintena de primeros ministros británicos. En enero de 2022, la pareja tuvo a su primer hijo, a quien llamaron Leo. Más adelante, se casaron en una ceremonia íntima. Davy no publicó nada de esto en sus redes sociales. De hecho, la primera imagen en la que aparece con un bebé en su cuenta de Instagram, sin especificar si se trata de su hijo, data de octubre en 2022. La información de que lo es se publicó en el Daily Mail.

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