Tan amado como odiado, hoy S�lvame llega a su fin. M�s de 14 a�os llenando las tardes televisivas, 14 a�os recibiendo tantas caricias como palos. Como dice a este peri�dico Lydia Lozano, "todos los que nos critican son nuestros mayores espectadores". �sta es una de las patas que conforman el legado televisivo de S�lvame: no haber dejado indiferente a nadie. Sin embargo, ahora que termina, en sus horas m�s bajas, los golpes que ha recibido son m�s fuertes. �Es S�lvame tan malo como lo pintan o es tan bueno como dicen los que lo adoran? En realidad, S�lvame siempre fue la suma de las dos cosas. Como afirma Sandra Barneda, "historia de la televisi�n con sus luces y sus sombras".
"A veces es m�s importante qui�n y c�mo te critican que los apoyos", dice Kiko Matamoros, uno de los colaboradores estrella del programa. "Detr�s de la cr�tica hay mayoritariamente un trasfondo ideol�gico. Existe una especie de superioridad moral e intelectual que solo muestra su desprecio poco democr�tico por la libertad del pueblo para elegir su forma de entretenimiento", a�ade. A lo que se refiere es a aquella manida frase de '�qu� dices! Yo no veo programas como S�lvame', pero en cuanto se puede se sintoniza. Pas� con Gran Hermano, pas� con T�mbola, pas� con Salsa Rosa y a�os despu�s, a toro pasado, nadie duda ahora de que esos programas hicieron historia de la televisi�n. Con S�lvame pasa algo parecido, lo critican, lo desprecian, pero nadie niega su legado.
"El principal legado de S�lvame es un servicio social de 14 a�os. Hemos entretenido a la gente, pero tambi�n hemos concienciado a una buena parte de la audiencia con un mensaje positivo en much�simos terrenos. Hablo de derechos sociales, de lucha contra la discriminaci�n y de aceptaci�n de cualquier forma de entender la sexualidad, por ejemplo", asegura Matamoros. El pasado 5 de mayo cuando este peri�dico dio la noticia en exclusiva del fin de S�lvame, las redes sociales se llenaron de comentarios en los que el mayor argumento para no acabar con el programa era ese: "Y ahora, con qu� me entretengo cada tarde".
Como dice �scar Cornejo, director de La F�brica de la Tele, productora de S�lvame, el mayor legado de S�lvame estos 14 a�os ha sido "haber hecho felices a millones de personas". "Ha sido una telenovela de barrio sin actores, sin decorados de cart�n piedra que ha conseguido evadir al espectador con dramas en los que siempre acababa ganando la comedia", asegura.
Efectivamente, durante los a�os de las vacas gordas, de los �ndices de audiencia escandalosos -lleg� a marcar durante mucho tiempo cuotas de pantalla de m�s del 22%-, del �xito abrumador, S�lvame era adorado dentro y fuera. Ahora sus detractores son m�s letales que anta�o: "telebasura", "televisi�n de baja estopa", "droga televisiva"... Tampoco S�lvame ha negado que se cometieron muchos errores y que, por supuesto, se hicieron cosas mal, pero, pese a todas las cr�ticas, nadie pone en tela de juicio que S�lvame "ha hecho historia en la televisi�n".
Rompieron todas las reglas y todas las convenciones que hasta entonces estaban marcadas en la televisi�n
"El �xito de S�lvame es el desenfado y la inteligencia con los que hicieron la televisi�n", explica Javier G�mez Santander, guionista de La casa de papel y creador de La Sexta Columna, programa que compiti� durante alg�n tiempo con S�lvame. "Lo que hizo S�lvame fue quitarle los cors�s a la televisi�n", dice contundente. "No hay manera de hacer televisi�n y tener esos resultados a lo largo de los a�os si no es buena televisi�n. Hay distintas funciones de la televisi�n y ellos han cumplido con excelencia algunas de ellas y los datos est�n ah�", a�ade.
A este periodista no le da ning�n apuro reconocer que a�n no siendo "ning�n experto" en S�lvame durante los a�os de La Sexta Columna s� tuvo que estar pendiente constantemente de lo que hac�a Jorge Javier V�zquez y sus colaboradores y del ritmo que le daba S�lvame. As� que pese a que su programa nada ten�a que ver con los contenidos de �ste, sabe muy bien por qu� S�lvame ha hecho historia y por qu� S�lvame "cambi� el concepto de hacer televisi�n": "Mientras en otras cadenas todav�a est�bamos pensando si tener el m�vil o el ordenador encima de la mesa, ellos ya estaban haciendo llamadas en directo y colocando el m�vil en los micros. Rompieron todas las reglas y todas las convenciones que hasta entonces estaban marcadas en la televisi�n".
"S�lvame ha sido durante 14 a�os el aut�ntico motor en contenidos y audiencia de Mediaset", recuerda la periodista Isabel R�bago, la cual nunca trabaj� para La F�brica de Tele, pero s� colabor� con el programa y s� que tuvo sus m�s y sus menos. A�n as�, R�bago lo tiene claro: "En sus horas bajas es muy f�cil que salgan los enemigos que nunca se atrevieron a salir cuando S�lvame estaba en lo m�s alto. He estado en productoras donde hab�a grandes enfrentamientos con S�lvame pero hay que reconocerle que retroalimentaba a toda la cadena. Se le va a echar mucho en falta", sentencia.
La historia de S�lvame no es la historia habitual de un programa de televisi�n. Golfo, que as� se llam� en origen, naci� siendo un late night semanal en que se comentaba Supervivientes. Sin embargo, el casi 26% de cuota de pantalla que hizo en sus primeros programas, llev� a la c�pula de entonces de Mediaset, liderada por Paolo Vasile, a tomar una decisi�n: Golfo ten�a que tener otro futuro. Las audiencias eran abrumadoras, el coste del programa era bajo, lo ten�a todo para ser un �xito. As� que el 27 de abril de 2009 Golfo dej� de existir y naci� S�lvame diario. "En pol�tica surgi� el 15M y en televisi�n nosotros", dice Cornejo, el cual insiste en que nunca fue algo premeditado, "simplemente pas�". "Los productos de la cultura pop como S�lvame surgen de la coyuntura, del momento hist�rico y emergen directamente del pueblo", a�ade.
Una visi�n que comparte tambi�n el guionista de La casa de papel. Para G�mez Santander la manera de hacer televisi�n de La F�brica de la Tele, de Telecinco y, por ende, de S�lvame ha sido "un ejercicio de libertad". Destaca que ellos fueron los primeros en empezar a mostrar lo que hab�a detr�s de los plat�s, lo que escond�an los pasillos de la cadena o los que no dejaban de consultar el m�vil en pleno directo y se lanzaban a leer hasta sus propios mensajes. "Ese ejercicio de libertad y de ruptura de todas las formalidades les convirtieron en agentes renovadores de los que hemos aprendido todos los dem�s".
De hecho, Cornejo insiste en que lo que hizo S�lvame fue "derribar la cuarta pared": "Nuestra capacidad para generar suspense durante cuatro horas cada d�a me sigue sorprendiendo a�n hoy. Hemos hecho cuatro y cinco horas diarias de tele y el espectador estaba siempre enganchado. Creo que Hitchcock se habr�a sentido orgulloso de nosotros porque hemos sabido mantener el suspense con un programa largo y totalmente insustancial".
En pol�tica naci� el 15M y en televisi�n surgimos nosotros, aunque nunca fue premeditado
Eso es, S�lvame, introdujo en la televisi�n un formato que nunca antes se hab�a visto, pero que ahora programas deportivos, mesas pol�ticas o debates han incluido. Nadie critica ahora que un colaborador de una mesa pol�tica suelte lo primero que se le viene a la cabeza o pierda los papeles durante una discusi�n que se enciende m�s de la cuenta. Esto lo introdujo S�lvame, esto le hizo ser el programa de mayor �xito de la televisi�n y esto tambi�n cav� su tumba. Pese a que ahora mismo S�lvame sigue siendo el programa m�s visto de las tardes de Telecinco esa "libertad" de la que habla G�mez Santander fue la clave de su �xito y fue la raz�n de su fin. La nueva Mediaset quiere nuevos contenidos y m�s control y S�lvame "es incontrolable", dicen desde dentro.
Hay una an�cdota que recuerda el guionista y que sirve de ejemplo para explicar la revoluci�n televisiva que marc� S�lvame, que es el d�a en el que el programa le muestra a Antonio David las im�genes de Roc�o Carrasco revelando que la maltrat�. "Fue algo brutal, algo para ense�ar en las universidades", afirma. Antonio David Flores entr� en plat� con los ojos tapados y con unos cascos. Todo el mundo hab�a visto ya el tr�iler de la docuserie Roc�o, contar la verdad para seguir viva menos �l. Y fue esa reacci�n, ese momento en que el programa se lo puso en directo lo que Javier G�mez Santander considera ejemplo de "historia de la televisi�n": "Fue tan brutal la ira contenida que en alg�n momento he llegado a decir que era para pon�rselo a los actores por el tipo de gesto que �l ten�a, por c�mo lo quer�a tapar, por las dos frecuencias en las que estaba: la voluntad y lo que quieres retener. �l quer�a dar imagen de solidez, pero la ira le pudo hasta que estall�".
S�lvame nunca fue un programa del coraz�n al uso, como los que hab�a antes de que �l naciera. No era un Aqu� hay tomate, ni un D�nde est�s coraz�n, pero tampoco era un magac�n. La F�brica de Tele, Paolo Vasile, Mediaset y Telecinco hab�an creado un formato televisivo inexistente e imposible de imaginar a�os antes. No s�lo ha sido un formato que despu�s han copiado muchos, ha sido un programa que ha servido de inspiraci�n para formatos que poco o nada tienen que ver con este tipo de televisi�n o con S�lvame. Como dec�a Brays Efe a este peri�dico, "S�lvame es la vida real".
"En 14 a�os habremos tenido cientos de cr�ticas negativas por un lado y millones de espectadores por el otro, pero no cambiar�a que desaparecieran mil cr�ticas ni por uno s�lo de nuestros espectadores", remata Cornejo.
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