Carlos Henrique Casemiro ha empezado la pretemporada a todo tren para mantener su estatus de jugador indiscutible en el once del Real Madrid. El brasileño ha sido un fijo en la posición de pivote desde que regresó en 2015 de su cesión en el Porto y si en algo han coincidido Rafa Benítez, Zinedine Zidane, Julen Lopetegui, Santiago Solari y Carlo Ancelotti, los cinco entrenadores que ha tenido en el Madrid, ha sido en darle el mando defensivo en la medular blanca.
La llegada de Aurélien Tchouaméni, fichado del Mónaco por 80 millones de euros más 20 en variables, ha hecho 'espabilar' más si cabe al internacional brasileño. El centrocampista galo se incorporó a la pretemporada blanca el pasado jueves con el último grupo de jugadores que regresaban de sus vacaciones y, según diversos medios, su fortaleza física ha causado impresión en Valdebebas.
Ayer, durante el partido de entrenamiento celebrado por la mañana con dos partes de 30 minutos cada una, a Casemiro se le vio como uno de los jugadores más activos. El brasileño mandó, animó y corrigió y felicitó constantemente a sus compañeros e incluso se le vio con mucha agresividad en el cuerpo a cuerpo, especialmente en un lance con Camavinga para recuperar el balón. Finalmente, el equipo de Casemiro se impuso con claridad por 4 goles a 1.