Carlos I de Inglaterra, el primer rey decapitado en Europa
Carlos I de Inglaterra tuvo el dudoso honor de ser el primer monarca europeo en ser ajusticiado en un patíbulo.
En la mañana del 30 de enero de 1649, el pueblo de Londres se arremolinaba expectante en Whitehall para presenciar la decapitación pública de su rey, Carlos I, de la familia de los Estuardo. Tomado prisionero durante la guerra civil inglesa, había sido acusado de “tirano, asesino y enemigo de la nación”, juzgado por un tribunal –cuya legalidad rechazó expresamente– y declarado culpable. Fiel hasta el fin a su papel, el orgulloso Carlos se había abrigado bien con el fin de evitar que el frío reinante le hiciese tiritar involuntariamente en el cadalso y que aquello se interpretase como una manifestación de miedo ante la muerte.
Dudoso honor
Ya en el patíbulo, tras anunciar a sus verdugos que iba a rezar unas oraciones, les dijo: “Cuando esté dispuesto, os haré una señal para que descarguéis el hacha”. Implacable, Cromwell, su gran opositor, había declarado poco antes: “Nadie moverá un dedo para salvarlo… Podemos cortarle la cabeza, incluso, con la corona puesta”. La del altivo Carlos sería la primera cabeza de un monarca europeo que rodaba sobre un patíbulo, a la vista de sus antiguos vasallos. El propio Cromwell permitió que la cabeza fuera posteriormente cosida al cuerpo del monarca para que su familia y allegados pudieran rendirle sus respetos.