CINE Publicaci�n de 'Ayer, hoy, ma�ana'

Memorias de Sophia Loren: 'Tuve que parar los pies a Brando'

  • Tras una dura infancia, su familia subsisti� dos semanas con las 50.000 liras de 'Quo vadis'

  • Cuando conoci� a Ponti, el productor le doblaba la edad, estaba casado y ten�a dos hijos

  • El peri�dico de la Santa Sede especul� con su excomuni�n y repudi� su decisi�n de donar

A punto de cumplir los 80 a�os, el gran mito er�tico del cine europeo se confiesa en sus memorias que aparecen hoy en Italia. Fue cortejada por las estrellas de Hollywood, pero se cas� con el productor Carlo Ponti, que le doblaba en edad. Tras una infancia marcada por la miseria, la actriz italiana se mantuvo en lo m�s alto durante muchas d�cadas.

La suya es una vida de puro cine. Arranca con las penurias de la II Guerra Mundial, la pobreza, el hambre y el sufrimiento, como en una buena pel�cula del neorrealismo italiano. Pero luego todo eso se transforma en fama, encanto y �xito, al estilo de esas viejas superproducciones americanas. Hablamos de la italiana m�s universal, de una actriz tan conocida como la pizza y considerada tan hermosa como la diosa Venus (en 2006, a sus nada menos que 76 a�os, un sondeo la proclamo la mujer m�s bella del mundo y ahora acaba de ser nombrada Miss Italia ad honorem). Hablamos de Sophia Loren.

La diva por excelencia del cine italiano, la primera interprete de habla no inglesa en ganar un Oscar a la mejor actriz, cumplir� ah� donde la tienen 80 magn�ficos a�os el pr�ximo d�a 20 de este mismo mes. Y para celebrarlo ha decidido publicar su autobiograf�a. Lleva por t�tulo 'Ayer, hoy, ma�ana', como el filme de Vittorio de Sica que protagoniz� junto a Marcello Mastroianni y que incluye el famoso strip-tease que luego Robert Altman recrear�a 30 a�os despu�s en 'Pr�t-�-Porter'. El libro sale hoy a la venta simult�neamente en varios pa�ses, en lo que constituye la demostraci�n definitiva de la globalidad del fen�meno Loren: Italia, Brasil, Bulgaria, Francia, Alemania, Holanda y Rusia. En Espa�a debutar� el 13 de noviembre (Lumen). Y el 4 de diciembre desembarcar� en las librer�as de Estados Unidos, Gran Breta�a y Canad�. Incluye 64 p�ginas de fotograf�as y documentos personales.

�Existen muchas biograf�as no autorizadas, algunas repletas de cosas que no son ciertas�, aseguraba recientemente la actriz al justificar la publicaci�n de sus memorias. �Al llegar a este importante cumplea�os he pensado que pod�a valer la pena poner las cosas en su sitio y cont�rselas al p�blico directamente, sin filtros. Finalmente soy yo en primera persona la que cuenta mi vida�.

Fue el hallazgo de una vieja caja repleta de cartas amarillentas y fotograf�as descoloridas el detonante que hizo estallar en la cabeza de Sophia la chispa de poner en negro sobre blanco el relato de su vida. En esa caja hab�a, entre otros papeles, la ep�stola que con su vacilante caligraf�a infantil le escribi� cuando ten�a nueve a�itos a su abuela paterna al d�a siguiente de hacer la primera comuni�n.

Con Rik Battaglia. GETTY

�Querida abuela: ayer recib� tu carta con el cheque de 300 liras. Te agradezco mucho que te hayas interesado por m� y, como no puedo escribir personalmente a pap� porque no s� su direcci�n, te pido que por favor le des las gracias por el dinero que me ha enviado�.

La carta en cuesti�n, como en realidad todo el libro, deja palmariamente clara la complicada y muy freudiana relaci�n que Sofia Scicolone (lo del Sophia con h y lo del Loren vendr�an mucho despu�s) siempre ha mantenido con su progenitor. La actriz naci� en 1934 en Roma, en la categor�a administrativa dedicada a las madres adolescentes, y fue lo que entonces, para esc�ndalo de muchos, se llamaba una hija ileg�tima. Su padre, un tal Riccardo Scicolone, accedi� a darle su apellido, pero no s�lo se neg� en redondo a casarse con su madre sino que ni siquiera accedi� a reconocer a la segunda hija que tuvo con ella. De hecho, hasta los cinco a�os, la actriz creci� convencida de que su abuelo materno era su padre. Llamaba a su abuelo pap�, a su abuela, mam� y a su madre -una napolitana joven y guapa- mamita.

�Rezaba a Dios para que mi madre no viniese a buscarme al colegio: su belleza exagerada me hac�a sentir verg�enza. Era demasiado rubia, demasiado alta y, sobre todo, no estaba casada. Yo en cambio era morena y delgad�sima. Me llamaban palillo�, recuerda ahora la actriz.

Con el actor Raf Vallone. GETTY

Pero esa madre tan ex�tica y alejada de los estereotipos de la que se abochornaba Sofia (�Yo so�aba una madre normal, con el pelo oscuro, una bata gastada, las manos ajadas y los ojos cansados�) result� sin embargo decisiva en la carrera art�stica de la ni�a. Esa mujer, Romilda Villani, hab�a acariciado el sue�o de convertirse un d�a en estrella del celuloide, pero la fantas�a se hab�a desvanecido al convertirse en madre soltera y verse obligada a sacar adelante a la familia.

Sin embargo Romilda Villani no estaba dispuesta a que sus hijas tambi�n perdieran el tren del espect�culo, as� que se volc� con ellas, anim�ndolas a presentarse a pruebas y concursos y acompa��ndolas de aqu� a all�. Con 14 a�os Sofia fue elegida Princesa del Mar. Con 15 particip� en el concurso de Miss Italia. Y con 16 se plant� con su madre en Roma, en los estudios de Cinecitt�, para ver si le daban un papelito de relleno en Quo vadis.

-�Es su primera vez en Cineccit�?, le pregunt� en ingl�s con acento americano el director Mervyn LeRoy.

-Yes, respondi� la Loren.

-�Ha le�do Quo vadis?

-Yes.

-�Cu�ntos a�os tiene?

-Yes.

-�C�mo se llama?

-Yes.

Con Elvis Presley. GETTY

A Leroy le hizo gracia la chica y le dio un peque�o papel. �Miraba con los ojos desorbitados a Robert Taylor y a Deborah Kerr. S�lo poder respirar su mismo aire me parec�a un sue�o. Pero las rosas tiene espinas, y la parte mala a�n ten�a que llegar�, escribe la actriz. Cuando desde el departamento de administraci�n dijeron por megafon�a su apellido -�Scicolone�- a la llamada se present� ella y otra persona: la mujer de su padre. �No recuerdo bien la din�mica de los hechos, pero nunca he podido olvidar el dolor profundo que sent� en ese momento. Yo era poco m�s que una ni�a y no me interesaban las intrigas de los mayores. �Y para qu� quer�a yo un apellido sin el afecto del hombre que lo llevaba? Hab�a crecido sin �l, y nada en el mundo me lo pod�a devolver. La mujer de mi padre se puso furiosa. Mi madre me defendi� como pudo. Y el verdadero culpable, como siempre, �estaba ausente!�.

50.000 liras de las de entonces (unos 800 euros de los de hoy d�a) le pagaron a la Loren por aquel papel. Gracias a ese dinero, la familia pudo comer durante dos semanas. Algo fundamental para alguien que de ni�a pas� tantas penurias que se tragaba los huesos de los albaricoques para tratar de llenar como fuera la barriga y enga�ar as� al hambre, seg�n le confes� hace unos a�os a su amiga la periodista Silvana Giacobini, autora de la biograf�a autorizada Sophia Loren: una vida de novela.

Como es normal en alguien que ha sentido pinchazos de dolor en el est�mago a causa del hambre, la actriz siempre ha mantenido una relaci�n muy particular con la comida. La prueba est� en aquel 9 de abril de 1962 en que era candidata al Oscar a la mejor actriz por su papel en la pel�cula de Vittorio De Sica 'La Ciocciaria' (Dos mujeres) y decidi� no acudir a la ceremonia que se celebraba en Los �ngeles. �Si hubiera perdido me habr�a desmayado. Y si hubiera ganado me habr�a desmayado igualmente�, ha confesado en alguna ocasi�n. Mientras esperaba nerviosa en su casa romana el resultado de la votaci�n, se le ocurri� el modo de meter en cintura al p�nico. �Me vino una iluminaci�n. La salsa de tomate, justo, la salsa de tomate. �Qu� boba no haberlo pensado antes! En la cocina me sent�a segura, podr�a distraerme de ese ansia que no consegu�a aplacar. Me puse a picar cebolla, entre otras cosas para ocultar las l�grimas que me ca�an, e inmediatamente me sent� mejor�.

Con Cary Grant rodando en �vila. GETTY

A las 6.39 de la ma�ana Cary Grant la llam� para darle la noticia: hab�a ganado. El mismo Cary Grant que le hab�a propuesto casarse con �l y a quien ella rechaz�. �Tuve mis dudas, pero yo ya aspiraba a crear una familia con Carlo Ponti, con quien entonces manten�a una relaci�n secreta�, ha confesado estos d�as en una de las poqu�simas entrevistas que concede. Al final, se sali� con la suya y cre� una familia con Ponti, y eso que le cost�: en dos ocasiones perdi� al hijo que esperaba. �Tienes buenas caderas, pero no tendr�s jam�s un hijo�, le solt� un ginec�logo. Sin embargo, con la ayuda inestimable de un m�dico de Ginebra logr� traer dos reto�os al mundo.

No es necesario recurrir a un psiquiatra vien�s para entender que fue precisamente la figura paterna lo que le atrajo de Carlo Ponti. Cuando se conocieron, ella ten�a 17 primaveras, el productor estaba casado (nada menos que con la hija de un general), ten�a dos hijos y le sacaba 22 a�os. As� que pod�a ser su padre. Adem�s la trataba con delicadeza, la aconsejaba, la animaba a estudiar, como so�aba que habr�a hecho el padre que nunca tuvo.

Con su marido Carlo Ponti. G.

Entre los documentos in�ditos que se incluyen en el libro, hay por ejemplo una fotograf�a que muestra a una jovenc�sima Sophia Loren sentada, mientras que Carlo Ponti le acaricia tiernamente la cabeza. La foto fue tomada durante el rodaje de 'La mujer del r�o' (1955). �Fue durante ese rodaje que comprendimos que est�bamos enamorados�, se�ala. �Siendo mayor que yo, y m�s all� del amor, representaba el padre que nunca he tenido�, admite.

Pero, en la pacata y muy p�a Italia de entonces en la que no exist�a el divorcio, la relaci�n de Sophia Loren con Ponti fue un esc�ndalo. En un intento por formalizar su relaci�n, en 1957 la pareja contrajo matrimonio civil en M�xico. Pero no cambi� nada. A ojos de la Rep�blica Italiana y de la Iglesia, Ponti segu�a casado con su primera esposa y la Loren no era m�s que su �concubina�. El Osservatore Romano, el peri�dico oficial de la Santa Sede, lleg� a hablar de excomuni�n e incluso conden� la decisi�n de la actriz de donar sangre al considerar que la que corr�a por sus venas no era pura. La cosa lleg� hasta el extremo de que una devota ama de casa milanesa, una tal Luisa Brambilla, decidi� llevar a la pareja de pecadores ante los tribunales acus�ndoles de un delito de bigamia. Para evitar ser juzgados (y probablemente condenados), Loren y Ponti se vieron obligados a abandonar Italia.

S�lo en 1966 lograron convertirse en marido y mujer, en una ceremonia civil celebrada en Par�s. Anteriormente, y para que el matrimonio tuviera validez legal, Carlo Ponti se vio obligado a obtener la ciudadan�a francesa.

Con el m�tico Marlon Brando. GETTY

Con quien la Loren s� que no se anduvo con tonter�as fue con Marlon Brando, a quien le par� secamente los pies cuando trat� de meterla mano. �Le mir� y con calma, mucha calma, le solt�: 'Ni se te ocurra. No tienes ni idea de c�mo puedo reaccionar: debes tenerme miedo'�.

El hombre de su vida, como queda claro en su autobiograf�a, ha sido Carlo Ponti. Y eso que, al no existir en la Italia de entonces el divorcio, durante a�os tuvo que aguantar escarnios y ofensas.

Al margen, por supuesto, est� Marcello, Marcello Mastroianni, el actor/amigo junto al que protagoniz� 12 pel�culas memorables. Ella ten�a 20 a�os y el 30 cuando hicieron juntos el primer filme; el �ltimo con 60 y 70 inviernos, respectivamente... �La qu�mica era tan palpable que la gente se preguntaba si hab�a algo entre nosotros. La respuesta es no�.

Eso en lo que se refiere al ayer. Hoy Sophia Loren es una se�ora a punto de cumplir 80 espl�ndidos a�os, con 80 pel�culas a sus espaldas, dos premios Oscar (el segundo, en 1991, en reconocimiento a su carrera), que ha trabajado con los m�s grandes del cine (Alberto Sordi, Marcello Mastroianni, Vittorio De Sica, Frank Sinatra, Cary Grant, John Wayne, William Golden, Anthony Quinn, Peter Sellers y un largo etc�tera) y que que asegura �sentir todav�a el frenes� de vivir�. Se ha reciclado en el papel de dama/estrella: inaugura barcos de crucero, hace publicidad de una marca de jam�n, publica libros de recetas, acude a actos p�blicos, se la rifan los estilistas de moda, se muestra siempre perfectamente vestida, perfectamente maquillada y perfectamente peinada en p�blico...

Con su amigo Alberto Sordi. GETTY

Nada que ver con la otra sex symbol de su �poca, Brigitte Bardot, quien el d�a 28 de este mismo mes tambi�n cumplir� 80 a�os. �No me importa nada mi cumplea�os�, ha soltado recientemente BB. �Miro mis viejas fotos y pienso que esa chica tan mona no soy yo. Mi vida hoy es otra�, asegura la francesa, que viste siempre de riguroso negro, siempre con pantalones, con el pelo recogido en un desali�ado mo�o y que en ocasiones, y a causa de la arrtitis que sufre, se ayuda de un bast�n para caminar.

La Loren, por su parte, ya ha hecho saber que celebrar� su cumplea�os en privado. �Lo festejar� como siempre: con las personas a las que quiero, con mi familia�. Al fin y al cabo, y como buena napolitana, siempre ha declarado que de lo m�s orgullosa que se siente es de su familia.

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