El Mayor General del Ejército Libertador, Calixto García Iñiguez, nació el 4 de agosto de 1839 en la provincia de Holguín. Es considerado uno de los grandes hombres de la historia de Cuba, por su amplia trayectoria revolucionaria al servicio de la Patria.

Participó en las tres guerras por la independencia, iniciándose en la Guerra de los Diez Años a la cual se sumó el 13 de octubre de 1868, alzándose en la Finca Santa Teresa, en Jiguaní, acompañado de otro destacado combatiente, Donato Mármol.

Por sus méritos en la contienda fue ascendiendo de grado militar, hasta convertirse en jefe del Estado Mayor del General Máximo Gómez, mientras este dirigía la División de Holguín. Fue también sustituto del Generalísimo, quien lo reconoció como estratega por sus actitudes para planificar batallas y provocar derrotas al enemigo.

Tiene García Iñiguez en su haber, protagonizar decenas de combates, entre los que se destacan, Baire, Buey Arriba, La Güira, Guisa, Jiguaní, entre muchos otros desarrollados en la región.

Luego de la gesta de los Diez Años, en 1878, vendrían escaramuzas combativas en las que dignos patriotas como el Titán de Bronce Antonio Maceo y el reconocido León de Holguín, Calixto García, no cejarían en su empeño de seguir luchando contra el colonialismo español que mantenía subyugada a la Isla.

Los criollos entonces sufrían vejámenes y discriminación en su propia tierra y un grupo considerable de estos había decidido alzarse en armas contra el dominio extranjero, representado por la Metrópoli española.

La continuidad de la epopeya emancipadora se retoma a partir del 24 de febrero de 1895 con alzamientos en diversos puntos del territorio, el más mencionado, el Grito de Baire, contribuyen al inicio de la Guerra Necesaria la cual tuvo mayor organización y unidad. En esta ocasión la contienda contó con la fundación del Partido Revolucionario Cubano erigido por el apóstol José Martí, y cual como ente rector aglutinaría todas las fuerzas insurgentes, a los veteranos del 68, y a los pinos nuevos.

Calixto fue designado jefe del Departamento Oriental en abril de 1896, y herido en el combate de Cruz de Piedra siguió incursionando en la zona de Guantánamo. Lugares como Los Moscones, Belleza, La Gloria, Yerba de Guinea, y el fuerte de San Marcos en Loma de Hierro son testigos también de su impronta como incansable guerrero anticolonialista.

Participó además en octubre de ese año, en la toma de Guáimaro en Camagüey, sitio desde donde regresa al extremo oriental para asumir la cruzada de desgaste del enemigo, asaltando los suministros en las plazas de los peninzulares, las cuales luego de sitiarlas, las tomaban. Así contribuyó a desarticular las huestes españolas, al tiempo que también operaba con tenacidad en Bayamo, Manzanillo, Las Tunas, Palma Soriano, y Niquero, entre otros territorios.

Luego de la muerte del Mayor General Antonio Maceo, el 7 de diciembre de 1896, es nombrado Lugarteniente General del Ejército Libertador, combatiendo a los invasores sin tregua hasta 1898, momento en que EE.UU. con el pretexto de la voladura del Acorazado Maine se introduce en el conflicto y se produce la Guerra Hispano Cubano- Norteamericana. En ese contexto y por parte de los mambises García Iñiguez dirigió la Campaña de Santiago de Cuba, impidiendo con ello que las tropas españolas acudiesen con refuerzos a la ciudad.

La posterior decisión de los norteamericanos de impedir la entrada de los mambises a la hoy Ciudad Héroe después de conquistada la victoria, provocó su renuncia al cargo de jefe del Departamento Oriental, decidiendo marchar con sus tropas hacia Jiguaní. Y el 17 de julio escribe su carta de renuncia al General William Rufus Shafter que comanda las tropas estadounidenses, y a quien expone con determinación las intenciones que avizora sobre la ocupación de Cuba.

Resulta imposible estudiar la epopeya de las gestas emancipadoras protagonizadas por los mambises en el siglo XIX, sin abordar el accionar aguerrido de Calixto García Iñiguez, su estrategia e intrepidez en cada combate ante las huestes españolas. Durante las tres guerras demostró su experiencia en táctica militar, adquirida en gran medida de manera autodidacta, y con el fogueo de las batallas.

Es considerado también el oficial del Estado Mayor del Ejército Mambí que más utilizó la artillería, demostrando su dominio durante la preparación de las campañas combativas a los cuales dedicó especial atención en cuanto a planificación, preparación de las tropas y el uso de mapas, conceptos técnicos y balisticos apropiados.

Muere enfermo de pulmonía el 11 de diciembre de 1898 en el distrito de Columbia, en Washington.

Hombres de la talla de García Iñiguez hicieron germinar la semilla de la libertad, conquistada alrededor de una centuria después de incesante lucha.

Los nuevos mambises en la década de los años 50 del siglo XX fueron los rebeldes, combatientes de la manigua redentora comandados por el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, (discípulo aventajado de José Martí y de todos aquellos que ofrendaron sus vidas por salvar a la Patria) que hicieron posible alcanzar la plena y definitiva independencia, el Primero de Enero de 1959.

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