Edificios descomunales, encantadores espacios verdes y una historia apabullante, la lista de lugares que ver en Bucarest dejan al descubierto un tesoro emergente. La capital de Rumanía superó con creces todas nuestras expectativas.
Para los amantes de las escapadas, Bucarest es una ciudad ideal para visitarla en dos días y una incursión ideal en el este del viejo continente. La capital rumana es una de las ciudades más bonitas de Europa; una ciudad amable y llena de historia que no decepciona.
Qué ver en Bucarest – 30 lugares imprescindibles en la capital rumana
Habíamos leído mucho sobre Bucarest y nos sorprendió inicialmente el calificativo de la París del Este. Nada más lejos de la realidad, la capital de Rumanía es una ciudad monumental, con encanto, un casco histórico con aires bohemios y un carácter forjado por un oscuro pasado.
Y con estos ingredientes, fue nuestra primera parada en la ruta de una semana por Rumanía, que acabaría en la ciudad de Timisoara.
El Monasterio Antim
Este pequeño monasterio ortodoxo situado cerca del Palacio del Parlamento es una de las joyas de la ciudad y nadie debería irse sin visitarlo.
Fue mandado construir por el obispo de Valaquia, San Antim Ivireanu (de ahí su nombre actual) en 1713 y todavía hoy se conserva una pequeña biblioteca con objetos del obispo.
El acceso se hace a través de un pequeño pasadizo con vistosos frescos, que dan paso a la construcción principal, rodeada de unos cuidados jardines.
Desde el año 2005 hay una pequeña comunidad de monjes que habita en este Monasterio y eso favorece a su conservación.
Palacio del Parlamento Rumano (Casa Poporului), el gran icono que ver en Bucarest
Si hay un edificio por el que todo el mundo conoce a Bucarest, ese es, sin duda alguna, el Palacio del Parlamento, conocido popularmente como la Casa del Pueblo. ¿Tendrá algo que ver que tenga más de 3.000 salas?
Su nombre viene de ese largo periodo comunista, pues este inmenso edificio fue levantado por orden del dictador Ceaucescu, que quería albergar aquí a los grandes poderes de la dictadura y de paso, dejar huella en la historia rumana.
Esta descomunal mole de cemento aparece tras la Plaza de la Constitución, elevado en la Colina Spirii y tiene nada menos que 340.000 metros cuadrados de superficie. Esto lo convierte en el edificio civil más grande del mundo y segundo edificio más grande del planeta a nivel global, solo por detrás del Pentágono estadounidense, considerada una construcción militar. Vale la pena hacer un Free Tour por la Bucarest comunista para conocer este y otros muchos detalles de esas dos décadas que marcaron a la población rumana.
Ya te habrás dado cuenta de que es uno de los lugares ineludibles que ver en Bucarest, pero si todavía tienes dudas, tal como explico en mi artículo sobre algunas de las curiosidades de Rumanía, el Palacio del Parlamento rumano alberga además tres records Guinness: el del edificio más grande, el más caro del planeta y el más pesado. ¡Casi nada!
Como curiosidad, nuestro guía nos dijo que ellos añaden un cuarto record, el de ser el edificio menos útil del mundo. Desde luego, sentido del humor no les falta a los rumanos.
Vale la pena pasear por el colindante Parcul Izvor como primera aproximación a este gigante y acabar con una visita guiada por el interior del edificio, que culmina con la subida a la terraza y sus magníficas vistas.
- Horarios de visita: De 9:00 a 17:00 entre marzo y octubre. De 10:00 a 16:00 de noviembre a febrero.
- Precio de la entrada: 16 euros. Puedes comprar la entrada por adelantado y evitar colas.
Catedral de la Salvación del Pueblo Rumano
La inmensidad de Bucarest también puede verse en esta descomunal catedral ortodoxa que, cuando esté acabada (lleva en obras desde 2010) será la más grande del mundo (no muy lejos anda la Catedral de San Sava, uno de los lugares más increíbles que ver en Belgrado, la capital serbia y referente para los ortodoxos.
Oficialmente fue inaugurada en el año 2018, aunque todavía hoy luce en obras y eso le resta algo de espectacularidad.
Es la sede del patriarcado de la iglesia ortodoxa de Rumanía, está dedicada a la Ascensión de Cristo y San Andrés y como muchas cosas que vas a poder ver en Bucarest, alberga algunos records curiosos, como el de tener las campanas en suspensión más grandes del mundo.
Memorial del Holocausto, uno de los lugares más tristes que ver en Bucarest
El pueblo rumano ha sufrido mucho y la historia se ha cebado con ellos en numerosas ocasiones. Por suerte ahora viven más tranquilos y Bucarest se ve ya como una ciudad abierta y cosmopolita.
Más de 300.000 judíos y romi (como se llama a los gitanos) fueron asesinados durante años y ese sufrimiento quiso ser plasmado por el escultor rumano Peter Jacobi en un monumento polémico que simula una especie de bunker semienterrado en el que se pueden ver numerosos nombres de las víctimas.
No es la visita más agradable que se puede hacer en Bucarest, pero es muy breve y permite tomar conciencia del pasado de este pueblo y de todo lo que ha progresado para llegar a la actual ciudad moderna y atarctiva que es.
Jardines de Cișmigiu (Parcul Cișmigiu)
Una de las características que más nos sorprendió ver en Bucarest fueron sus fabulosos espacios verdes y el Parque de Cișmigiu es uno de los más grandes y céntricos de la ciudad.
Este pulmón es una oportunidad para relajarse y disfrutar de su paz, caminar por alguno de sus románticos senderos o sencillamente sentarse en alguno de sus modernos cafés rodeados de árboles.
Como muchos parques similares, es el lugar perfecto para ver la vida cotidiana de los autóctonos; haciendo deporte, paseando o charlando una mañana de domingo.
En el centro hay un lago en el que se pueden alquilar barcas para contemplar el Parque desde otra perspectiva, aunque debo decir que cuando estuvimos nosotros no tenía agua porque estaban haciendo algún arreglo. Un Central Park a pequeña escala y en el centro de Bucarest, ¡nos encanta!
Cărturești Verona, una tienda con mucho encanto
Esta peculiar tienda se encuentra en la Strada Pictor Arthur Verona 13-15 y es una auténtica joya que descubrimos de casualidad.
Se ubica en el interior de un edificio protegido en el que se suceden las salas en una lucha por ver cuál de ellas es más bonita.
Hacia arriba, varias plantas albergan libros, juegos de mesa, discos de vinilo o juguetes, aunque también todo tipo de cosas que harán las delicias de los más extravagantes.
Vale la pena simplemente pasear por el interior de la tienda admirando la belleza de sus salas y su decoración. ¡Nos encanta descubrir estos lugares sobre los que no llevamos referencia ni información!
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Plaza de la Revolución, uno de los edificios más emblemáticos que ver en Bucarest
En esta plaza tuvo lugar uno de los acontecimientos que marcó la historia de Rumanía y pisarla despierta todo tipo de sensaciones.
Hay varios monumentos conmemorativos destacables: el memorial recuerdo de las víctimas de la revolución de 1989 en Rumanía, el memorial del renacimiento, el monumento a Iuliu Maniu y hasta el edificio de la policía secreta, pero todos ellos quedan eclipsados ante el gran edificio que preside la plaza.
No es otro que el antiguo Palacio del Parlamento, actualmente sede del Ministerio del Interior de Rumanía.
El balcón de este edificio es desde donde el dictador Ceaucescu daba sus discursos, incluido el último de ellos, un 21 de diciembre y tras varios días de revueltas en la ciudad.
Nicolae Ceaucescu salió antes miles de rumanos para intentar calmar los ánimos, pero el fin de la dictadura comunista estaba ya escrito. Aquella misma noche murieron 1058 personas en las revueltas de Bucarest.
Unas horas más tarde, a las 00:26 de la noche, el dictador estaba huyendo desde la azotea del edificio firmando el fin de su terrorífico mandato y el renacer de Rumanía.
¡INFO! Sigue nuestro viaje por Rumanía con estos artículos:
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Iglesia ortodoxa Kretzulescu (Biserica Ortodoxă Crețulescu)
Ubicada junto a la Plaza de la Revolución, esta pequeña y colorida iglesia ortodoxa está considerada como uno de los monumentos arquitectónicos más valiosos que ver en Bucarest, por ser del final del período Brâncovenesc (la versión rumana del estilo Renacentista), del que se pueden ver varias iglesias alrededor del país.
Se construyó entre los años 1720 -1722 y sorprende ver la pintura de la entrada, que es la original de hace varios siglos, mientras que las pinturas interiores datan de 1860 y fueron elaboradas por el artista local Gheorghe Tattărescu.
Aunque sus cimientos aguantan desde el origen, ha tenido varias reparaciones como consecuencia de los daños de los graves terremotos de 1840 y 1977.
La visita apenas ocupa unos minutos y permite ver un pequeño y fotogénico tesoro de Bucarest.
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Plaza Unirii
La Plaza de la Unión es la más grande de Bucarest y el principal centro de transportes de la ciudad. Aquí puedes encontrar numerosas paradas de autobús y una de las principales paradas del metro de Bucarest.
Es un enorme espacio con zonas verdes y rodeado por inmensos edificios culminados con enormes luces de neón que iluminan la plaza al ritmo de sus anuncios.
No es el lugar más bonito de Bucarest, pero es una de las zonas más céntricas de la ciudad y vale la pena acercarse para observar la magnitud de todo lo que la rodea.
Leímos que algunas noches hacen un bonito espectáculo de luces y agua en la gran fuente de la plaza, pero cuando estuvimos allí la fuente estaba vacía, por lo que tampoco puedo daros más indicaciones que la de probar suerte, porque de hacerse este espectáculo, debe ser espectacular.
Palacio del Patriarcado y Catedral Patriarcal de Bucarest
Me sorprendió tanto la magnitud como la tranquilidad de este complejo en el que se ubica la sede del patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana.
Hay tres edificios enormes alrededor de una plaza y según nos contaron, querían que la catedral pasase desapercibida, aunque no es fácil, os lo aseguro.
El conjunto lo forman tres construcciones: la Catedral Patriarcal de Bucarest, el Palacio del Patriarcado y las capillas de rezo, en un extremo del complejo, que se ubica en una pequeña zona elevada de Bucarest, muy cerca del casco antiguo.
Bulevardul Unirii
Uno de los mejores sitios para observar los aires de grandeza del comunismo en Rumanía es el Bulevardul Unirii, una inmensa avenida que pretendía competir con los Campos Elíseos de París (por cierto, si te interesa puedes leer todo lo que hay que ver en París en dos días).
Tiene 3,5 kilómetros de longitud, al menos una decena de fuentes, estatuas y espacios ajardinados.
Todo ello conduce hasta el inmenso Palacio del Parlamento de Bucarest, que va apareciendo en el horizonte de una avenida que, más que a París, nos recuerda lo perversos que pueden ser algunos regímenes.
Iglesia ortodoxa de San Antonio (Biserica Ortodoxă Sfântul Anton – Curtes Veche)
Se trata de la iglesia más antigua de Bucarest y eso ya la convierte en uno de los iconos de la ciudad.
En este pequeño templo ortodoxo están las reliquias de San Antonio el Grande y todos los martes cientos de peregrinos vienen a rezar al santo.
Me sorprendió y busqué sobre la historia porque primero pasé un lunes y pude entrar sin problema. El marte, sin embargo, me sorprendió ver una larguísima cola que serpenteaba por las calles cercanas.
Dice que muchas mujeres peregrinan hasta aquí para encontrar su alma gemela, pues San Antonio el Grande puede conceder este deseo. No sé su efectividad, pero diría que la noche de Bucarest ha formado más parejas que San Antonio.
Más allá del mito, los jardines y colores de esta iglesia ortodoxa hacen que sea uno de los rincones más bonitos que ver en Bucarest. Y todo esto sin esperar a que te encuentre pareja.
Monasterio Stravopoleos, el templo religioso más bonito que ver en Bucarest
Esta iglesia Iglesia ortodoxa construida en 1724, se encuentra en pleno casco antiguo de la capital y es una de las imágenes más sorprendentes de la visita a Bucarest.
Contrasta el ajetreo de las calles colindantes con la paz que encuentras en este diminuto complejo que forman el Monasterio Stravopoleos y su claustro y jardines.
Se construyó en estilo Brâncovenesc y en él todavía habita un grupo de monjas que dedican su tiempo a rendir culto al rito ortodoxo. También se encargan del mantenimiento de los edificios, renovación de libros y otros menesteres que conservan el monasterio en las mejores condiciones.
La iglesia es la original del siglo XVIII, mientras que el claustro es más reciente y ha sido objeto de varias restauraciones.
Lo mejor del Monasterio Stravopoleos es disfrutar de su silencio, admirar sus coloridos frescos de la entrada y alucinar su interior con lámparas de araña y preciosos retablos que hacen pensar como puede un lugar tan bonito y pacífico puede estar en la zona de mayor frenesí de Bucarest.
Piérdete y disfruta de una cerveza en el centro histórico de Bucarest
El centro de Bucarest es una absoluta maravilla. Y punto.
Sus calles adoquinadas están repletas de gente y con un ambiente genial durante casi todo el día, y es el lugar idóneo para relajarse con un café o una cerveza local.
Piérdete por la Strada Covaci, la Strada Selari o la Strada Lipscani, tres de las principales, o por cualquier otra que cruce en el camino y disfruta del ambiente capitalino.
Nos recordó un poco al casco antiguo de Belgrado, aunque en el de Bucarest hay bastante más ambiente y es difícil entrar en él sin pensar que la capital rumana es ya totalmente cosmopolita y occidental.
Cărturești Carusel
La librería más fotogénica de Bucarest se ha hecho un hueco en cualquier visita a la ciudad y lo peta en Instagram.
La Carturesti Carusel se encuentra en el corazón de la ciudad, en la Strada Lipscani, por lo que pasarás cerca de ella en varias ocasiones, ya que en esta zona peatonal se encuentran el mayor número de bares, cafés y restaurantes de la ciudad.
Más allá de su valor como librería, que no es poco, su fama se debe al bonito edificio que ocupa. Es un encantador entramado de escaleras que se entrelazan y barandillas de formas sinuosas con tonos blancos.
Puede que no quieras comprar ningún libro, aunque también los hay en inglés, pero no dejes de deleitarte la vista con su bonito interior.
Pasaje Macca-Vilacrosse
En su afán por acercarse a occidente, la ciudad de Bucarest levantó varias construcciones dignas de ese anhelo.
Un ejemplo es la galería Macca-Villacrosse, que recuerda por momentos a la de Vittorio Emanuele II de Milán. En este caso en forma de tenedor de dos dientes.
Su origen se remonta a mediados del siglo XIX, cuando algunas ciudades europeas se construyeron estas galerías para que los locales paseasen, comprasen o comiesen a resguardo de cualquier inclemencia meteorológica.
La capital rumana no quiso ser menos, aunque en primera instancia albergase la Bolsa de Valores y años más tarde fuese un hotel. Finalmente se le dio uso como lugar de ocio y en ella puedes encontrar todo tipo de locales en los que comer o disfrutar de un café en un entorno de lo más cool.
Excursión de un día a Brasov y los Castillos de Bran y Peles
Si viajas más de dos días a Bucarest, el tercero debe ser para alguna excursión fuera de la ciudad y la de Brasov y los castillos de Bran y de Peles es una verdadera maravilla.
Como te cuento en mi artículo con los imprescindibles que ver en Brasov, esta ciudad de Transilvania es posiblemente la más bonita que vimos en nuestro viaje por Rumanía.
Si a eso le sumas las visitas al descomunal Castillo de Peles y al mítico Castillo de Bran, famoso por la leyenda de Drácula, el día es uno de los más emocionantes que se pueden vivir.
La excursión ocupa todo el día y es una experiencia inolvidable. La mejor (creo que la única) manera de visitar tanto en tan poco tiempo.
Hanul lui Manuc
Realmente no había leído absolutamente nada sobre este lugar y llegué a él de manera totalmente casual, pero bendita casualidad si me lleva hasta lugares como este.
El Hanul lui Manuc se construyó en 1808 y fue una antigua posada por la que pasaban comerciantes que cruzaban el continente. Aquí había habitaciones para dormir, caballerizas y sitio para comer.
Este peculiar lugar se encuentra justo al lado de la Corte Vieja de la ciudad y recientemente se renovó el espacio que hoy ocupa el Hotel Manuc, el más antiguo de la ciudad, disponiendo el enorme patio interior a modo de enorme comedor.
Es un lugar realmente encantador y de los que más nos sorprendieron ver en Bucarest, el rincón perfecto para sentarse un buen rato a disfrutar de un café, una cerveza o, si lo prefieres, probar un plato de gastronomía local.
El Ateneo Rumano, el edificio más bonito que ver en Bucarest
Se trata de uno de los edificios más icónicos de Bucarest y encontrarse frente a él recuerda los motivos.
Esta preciosa construcción de estilo neoclásico con enormes columnas y una majestuosa bóveda dorada, es el hogar de la Orquesta Filarmónica de Bucarest.
Sus bonitos jardines y su elegancia nos trasladan de nuevo a París y sus encantadoras obras neoclásicas.
Por desgracia no pudimos entrar, aunque habíamos leído que a veces estaba abierto y se podía acceder al vestíbulo, y por eso lo intentamos.
En todo caso, una buena forma de descubrirlo puede ser asistiendo a alguno de sus conciertos y disfrutando desde las vistas desde su terraza. Muchas cosas nos quedaron pendientes en Bucarest…
Iglesia rusa (Biserica Sfântul Nicolae fostă Rusă o St. Nicholas Church)
Esta pequeña iglesia ortodoxa es otra de esas joyas semi desconocidas que puedes encontrar en Bucarest y que, en este caso, fue financiada casi en su totalidad por el Zar Nicolás II y formada en sus inicios por expatriados y diplomáticos rusos.
Los lazos culturales entre ambos países son estrechos como ya pudimos comprobar en nuestro viaje a Rusia en el que conocimos ciudades como Kazán y esta iglesia nos trae algunos recuerdos.
También es conocida como la Iglesia de los Estudiantes porque era frecuentada por los estudiantes y profesores de la Universidad de Bucarest, sus cúpulas doradas sobresalen en pleno centro de la ciudad.
No pudimos acceder al interior porque había una parte en obras, pero habíamos leído sobre la belleza de sus frescos, por lo que si tienes la oportunidad de visitarla, no la dejes pasar.
Pasajul Victoria, la calle de los paraguas
Esta recomendación está hecha por y para los amantes de instagram, que tienen en este estrecho y coqueto pasaje su particular paraíso de color.
Se accede desde la Cales Victoriei o desde la Strada Academiei, en ambos sentidos lo que encuentras es este pasaje repleto de paraguas de colores en el cielo que dan un singular aspecto al lugar.
Haz un recorrido por el street art más destacado que ver en Bucarest
Una de las actividades más de moda que hacer en Bucarest en los últimos tiempos es la de recorrer algunos de los murales más destacados de arte callejero.
El street art, como en el resto de Europa, está en auge y la capital rumana no es ajena a ello, con algunos murales realmente espectaculares.
El del leopardo que se encuentra en la Calea Griviței es uno de ellos, acompañado además por otros murales más pequeños y varios puestos de comida callejeros en un pequeño aparcamiento de arena en el que se encuentra.
También especialmente bonito es el de la Strada Artur Verona, donde hay varios de ellos, o el de la Strada General Eremia Grigorescu. Puede buscar tú mismo todos los murales de arte callejero de Bucarest.
Ten en cuenta que hay al menos cincuenta murales pintados y de cierta relevancia, por lo que puede ser una buena idea hacer el novedoso tour de arte urbano por la ciudad y descubrirlos de la mano de un guía en español.
Arco de Triunfo (Arcul de Triumf)
Si hay un lugar que nos traslada directamente de Bucarest a París, ese es el Arco de Triunfo, uno de los símbolos más curiosos de la capital rumana.
En realidad el Arco de Triunfo rumano es bastante más pequeño que el parisino; con 27 metros de altura frente a los 50 del símbolo francés, pero su estética y ubicación son sin duda semejantes.
Está algo alejado del centro de Bucarest, al final de la inmensa avenida Șoseaua Pavel Dimitrievici Kiseleff, que cuenta con otra gran particularidad, ya que verás que tiene 9 carriles: tres en un sentido, tren en el sentido contrario y tres más en el centro que Ceaucescu mandó hacer para él solo.
Respecto al monumento en si, se inauguró en 1936, aunque antes ya se había hecho un arco en madera (desde 1878) conmemorando la independencia del país, y verás que tiene dos escudos que representan la antigua y la nueva Rumanía.
Desee el año 2019 se puede acceder y subir a la parte alta del arco. La entrada cuesta unos 8 euros.
Piața Universității (Plaza Universidad)
No pudimos evitar embriagarnos con el buen rollito de esta plaza abierta y grandiosa, con sus cafés y con su puesta de sol sobre los majestuosos edificios que la flanquean.
Varias estatuas de personajes históricos parecen vigilar a quienes paramos aquí, que nos quedamos embobados con construcciones como la de la Universidad de Bucarest, frente a la plaza.
De fondo, el inmenso Grand Hotel Bucarest, el primer hotel cinco estrellas de Rumanía y uno de los símbolos de la ciudad (por cierto, puedes alojarte en él, debe ser una experiencia brutal si viajas fuera de temporada y encuentras buenos precios)
Esta plaza es también un nudo importante de transporte y puedes coger aquí tanto el autobús como el metro.
Parque Herastrau, el pulmón de Bucarest
Este gigantesco parque situado fuera del centro histórico es el pulmón de la ciudad y uno de los sitios más bonitos e interesantes que ver en Bucarest.
No hay mejor plan que caminar sin sentido y dejarse cautivar por la belleza de su lago central, en el que pasan sin cesar pequeñas barcas con parejas a bordo.
Los colores otoñales son una pasada y en un día soleado como el nuestro, las terrazas de sus cafés y los senderos están repletos de locales que se acercan hasta el espacio verde más grande de Bucarest a tomar aire fresco y limpio.
En el interior del Parque Herastrau puedes encontrar también el Museo Etnográfico Satului, cuya recreación de la vida tradicional rural en Rumanía con granjas, casas o molinos es un viaje en el tiempo, o un Jardín Japonés, ambos pagando su correspondiente entrada.
Puedes llegar en metro desde el centro de Bucarest y bajando en la parada Aviatorilor, que queda justo a la entrada del parque.
Algunos de los museos más interesantes que ver en Bucarest
Como la gran capital que es, Bucarest alberga incontables museos, algunos de los cuáles son de obligada parada.
Uno de los más destacados es el Museo Nacional de Arte, ubicado en el Palacio Real del siglo XIX con grandes obras nacionales e internacionales. Solo acercarse a esta mole de cemento ya vale la pena.
Otro de los más frecuentados es el Museo del Campesino Rumano, con una gran colección de objetos rurales que muestran a la perfección la historia de la ciudad y del país. Se encuentra un poco alejado del centro y hay que ir en metro.
El Museo Nacional de Historia, con una amplia colección de elementos que ligan a Rumanía con la antigua Roma, que incluye mapas y joyas de gran valor, o el Museo de Historia de Bucarest, ubicado en la Piata Universitatii y con sede en un antiguo palacio neogótico, tiene varias curiosidades sobre la historia de la ciudad.
Para quienes viajes con niños, uno de los museos que tienen que ver en Bucarest es el Museo de Historia Natural Grigore Antipa, con varias muestras a escala de animales, que harán las delicias de los más pequeños.
Hay algunos menos conocidos, como la Casa de Filipescu Cesianu (Calea Victoriei, 151), una buena manera de revivir la Belle Epoque de Bucarest o el Museo Nicolae Minovici (Strada Doctor Nicolae Minovici), dedicado al arte popular y ubicado en un bonito edificio.
Antigua residencia de Ceaucescu
Esta lujosa mansión ubicada algo apartada del centro de Bucarest, es uno de los lugares más concurridos de la capital, ya que permite ver como y donde vivía el dictador y su familia.
Aquí vivieron el dictador, su mujer y los tres hijos con todos los lujos durante 20 años hasta que en 1989 huyeron tras la explosión de la revolución anticomunista.
Se ha rehabilitado hace poco tiempo y la visita es tremendamente ilustrativa, permitiendo valorar el contraste de sus lujos y opulencia con la pobreza en la que sumió a la nación.
Como ejemplo, el cine privado que tenían en el sótano, cuando la mayoría no podía ni ir a uno público. El comunismo que dirían algunos…
- Horario de visita: Abierto de Martes a domingo 10:00 a 17:00. Cerrado los lunes.
- Precio: 55 lei. Puedes comprarla online y ahorrar la cola que suele haber en la entrada.
Haz alguno de los tours guiados más alternativos de Bucarest
Como ya te imaginarás, los free tours y excursiones organizadas también han llegado a Bucarest y resulta que hay algunos muy interesantes.
Ya hemos hablado del clásico free tour por la ciudad o del free tour comunista, pero hay alguno más.
Puedes hacer una ruta por Bucarest a través de sus misterios y leyendas, una excursión curiosa y que seguro descubre historias desconocidas o si lo prefieres, puedes lanzarte a la noche capitalina haciendo un tour por los mejores bares de la ciudad y disfrutando de su animada vida nocturna.
Por último, a partir de la primera semana de diciembre también puedes hacer una excursión navideña por los mercadillos de Bucarest y alguno rincones especiales en esas fechas. ¿Te animas?
Palacio de Mogoşoaia, una de las joyas que ver en las afueras de Bucarest
Situado a las afueras de Bucarest, a unos 20 kilómetros de distancia, el Palacio de Mogoşoaia es una visita sensacional.
La construcción data de 1702 y fue obra del príncipe Constantino Brâncoveanu, cuya figura se ensalzó por la creación de un estilo arquitectónico propio que mezclaba tendencias renacentistas, barrocos, otomanos y venecianas, dando lugar a un estilo que acabó denominándose como el Brancovenesc.
Esta fue su residencia de verano y aquí tuvieron lugar algunos encuentros importantes durante su etapa como Príncipe de Valaquia.
Más tarde, el palacio pasó a manos de los Cantacuzino y posteriormente de lla Bibescu, quienes restauraron el lugar en 1920 para usarlo como punto de encuentro entre las familias más nobles de la zona.
En la actualidad es posible visitar este palacio y sus jardines, donde puedes dar un agradable paseo casi en soledad.
En el interior del palacio hay actualmente un museo con algún tesoro bastante curioso, como unas estatuas de Lenin que guardó Ceaceascu durante años.
Para acceder y pasear por sus jardines no es necesario sacar entrada (está abierto todos los días de 10:00 a 16:00), mientras que para entrar al interior del palacio hay que comprar el ticket que cuesta 10 RON (2 euros).
Es habitual combinar la visita al Monasterio de Mogoşoaia con el Monasterio de Snagov, donde se encuentra enterrado el mítico Vlad Tepes.
Caru’ cu bere
El restaurante más antiguo de Bucarest es toda una institución en la capital y por él pasan casi todos los viajeros que llegan a la ciudad.
Su interior decorado con madera, enormes cristaleras y mucho color, hace que sea un lugar muy pintoresco y a su vez acogedor.
Más allá de su comida, de la que ya os hablaré más adelante, el Caru’ cu bere es una atracción turística en si mismo y hay que entrar a verlo.
Todos los días a las 19:30h hacen un espectáculo de música y danza tradicional en vivo, una de las cosas más divertidas que hacer en Bucarest, ¡ya lo verás!
Otros lugares interesantes que ver en Bucarest
Ya has visto que hay un montón de cosas que hacer en Bucarest y, de hecho, la lista no acaba aquí.
Si todavía tienes tiempo, hay algunas iglesias pequeñas con mucho encanto, como la Iglesia de los Santos Apostoles Pedro y Pablo (Biserica Sfinții Apostoli Petru și Pavel), una coqueta iglesia que nosotros pudimos ver mientras celebraba una solemne ceremonia o la Biserica Sf. Gheorghe – Nou, junto al Bulevardul Ion Constantin Bratianu.
Otra parada interesante es el Palacio Real de Bucarest, que hoy alberga el Museo Nacional de Arte de Rumanía con más de 70.000 obras de arte.
Muy cerca puedes visitar el majestuoso edificio del Teatro Nacional de Bucarest (TNB), que gana con la iluminación nocturna, o la Curtua Veche (Corte Vieja), la antigua corte real rumana que data del siglo XV y que fue habitada por el temido Vlad Tepes.
Todavía en el casco antiguo, el edificio del CEC Bank es una auténtica locura, de los más bonitos que se pueden ver en Bucarest.
Justo delante, en el Museo Nacional de Historia de Rumanía se exhibe la estatua del emperador Trajano, una curiosa escultura del señor completamente desnudo con un lobo dacio en sus brazos.
Más alejado del centro, el Palacio de las Telecomunicaciones es un edificio impactante y que nos transporta de lleno a la época comunista.
La lista podría ser interminable, pero te animo a que te pierdas por las calles de Bucarest y que seas tú mismo quien descubra nuevos lugares y rincones que seguro que faltan aquí.
¡INFO! Consulta mi artículo con todas las alternativas para saber como ir del aeropuerto de Bucarest hasta el centro de la ciudad. ¡La capital rumana está muy bien conectada!
Alojamiento en Bucarest
Durante nuestra escapada a la capital rumana nos alojamos en el “Boutique Luxury Flats – La Maison du Petit Paris”, un pequeño alojamiento tipo apartamento con encanto, decorado con mucho gusto y en pleno centro de la ciudad.
El alojamiento tiene todas las comodidades que necesitas, tanto para una estancia de dos días en Bucarest, como para pasar más días, ya que cuenta con una pequeña cocina, nevera, cafetera, tetera. Además, la anfitriona te deja cápsulas de café, bolsitas de té o aceite para que consumas durante tus días allí.
Nosotros pasamos tres noches muy cómodos y no necesitamos usar el transporte público para nada porque estaba cerca de todo. Si buscas un alojamiento bonito, céntrico y a buen precio, esta es una opción perfecta.
¿Tienes un día en Bucarest?
Si estás de paso por la capital y tienes tan solo un día en Bucarest, te propongo una ruta para aprovechar al máximo la estancia.
Lo primero que debes hacer es dirigirte al Palacio del Parlamento rumano y observar la majestuosidad de esta construcción.
Desde allí, a pocos minutos puedes caminar hasta el Parcul Cișmigiu, pasear por sus frondosos senderos y salir por el lado opuesto, que conecta directamente con el casco histórico de Bucarest.
Recorre sus calles peatonales y come temprano en el Caru’ cu bere, así evitarás las colas y podrás disfrutar de uno de los lugares más pintorescos de la capital rumana.
Con el estómago lleno, recorre la Calea Victoriei, que pasa por el Pasajul Victoria con sus paraguas, la Plaza de la Revolución (donde podrás empaparte de la historia reciente de Rumanía) y llega hasta uno de los edificios más bonitos que ver en Bucarest, el fabuloso Ateneo Rumano.
Consejos para comer en la capital
La oferta gastronómica de Bucarest es abrumadora y uno podría pasar semanas comiendo en sitios buenísimos sin repetir ni un solo día.
En el casco antiguo de la capital hay infinidad de restaurantes con platos locales y occidentales, como el Caru’ cu bere, del que os he hablado antes.
Nosotros probamos bastantes sitios durante nuestro viaje a Bucarest y he hecho una lista con todos ellos que puedes consultar en mi artículo con los mejores sitios donde comer en Bucarest; verás que hay para todos los gustos y presupuestos.
Como nosotros somos vegetarianos, también verás incluidas un buen número de recomendaciones de este tipo, porque la gastronomía rumana ofrece posibilidades muy amplias y sorprendentes.
Cómo moverte en Bucarest
Alojarse en el centro histórico o muy cerca de él es el plan perfecto para visitar Bucarest, ya que prácticamente no necesitarás más que una dosis de energía para recorrer la capital a pie.
El casco antiguo se visita muy cómodamente a pie, pero si quieres ir hasta el Parque Herastrau o el Arco de Triunfo, muy cerca entre ellos, pero alejados del centro, lo ideal es moverse en metro.
El metro de Bucarest funciona perfectamente y es muy económico (3 RON por viaje). Es perfecto para llegar a algún lugar un poco más alejado.
La otra alternativa para quienes quieran caminar menos o visitar lugares apartados como el Monasterio de Mogoşoaia, es descargar la aplicación de Bolt y moverte cómodamente en coche por la ciudad.
Los precios de los coches de Bolt son muy baratos y, por ejemplo, para ir hasta el mencionado Palacio de Mogoşoaia, a unos 40 minutos en coche, apenas cuesta 8 euros por trayecto (40 RON). Cuidado, para combinar esta visita con la del Monasterio de Snagov sí que te recomiendo que cojas una excursión organizada porque te va a salir mejor de precio, ya que este último está bastante más lejos.
Un último ejemplo de los precios que puedes encontrar en los taxis de Bolt: para ir desde Piata Unirii hasta la estación de trenes Gare du Nord, cuesta unos 10-12 RON (2 euros).
Ya veo que te ha encantado Bucarest, pero yo busco el más difícil todavía . Se puede dormir en el Castillo del Conde Drácula? Gracias por tu respuesta que espero ,
Hola Maria Isabel, pues dentro no se puede dormir, pero en los alrededores hay infinidad de sitios. Hay un post sobre el castillo con algunas recomendaciones. =)